Balance, aciertos y deudas de los 30 partidos de Scaloni
En los números, el balance es positivo. Pero el título en la Copa América le daría un aval extraordinario.
En la cabeza de casi nadie pasaba la idea, allá en esos días de desconcierto post desvinculación de Jorge Sampaoli ante la frustración del Mundial de Rusia en 2018, de que el nuevo director técnico de la Selección nacional podría ser Lionel Scaloni, que apenas comenzaba a adentrarse en el mundo de los entrenadores siendo colaborador justamente del Pelado casildense. Se venía el tradicional torneo juvenil de L’Alcudia y Claudio Tapia tuvo la ocurrencia de pedirle a Lionel Scaloni si quería cubrir el hueco. El pujatense aceptó y terminó ganando ese campeonato. Y lo que para una gran mayoría resultaba descabellado, comenzó a tomar forma desde ese momento en las entrañas de la AFA.
La proximidad de la Copa América, la idea dirigencial de aplicar un recambio profundo y el poco tiempo para hacer todo eso hicieron que Scaloni asumiera interinamente en la Mayor y se pusiera al frente del casting para encontrar a los intérpretes de la nueva era. Paso a paso, el ayudante se fue haciendo DT y de pronto ya cumplió 30 partidos comandando a Argentina. El 1-0 contra Paraguay del lunes en Brasilia fue la 30° presentación del ex defensor de 43 años.
Disputó 15 encuentros por los puntos y 15 amistosos, con 17 victorias, nueve empates y apenas cuatro derrotas. Su equipo marcó 52 tantos y le convirtieron 22. Se subió al tercer puesto del podio en la Copa América de Brasil 2019 y marcha segundo en las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. Lleva una seguidilla de 16 duelos invicto: la última derrota fue ante Brasil en Belo Horizonte en la semifinal de la mencionada Copa. Desde allí pasaron 721 días y coleccionó nueve triunfos y siete empates. Y contando.
A lo largo de esas tres decenas de cotejos, Scaloni se adentró en un camino ascendente hasta llegar a un presente que exige consolidar un equipo y una idea de juego que aparece de un modo intermitente y no termina de entregar la confianza necesaria para “dar el golpe”, como dijo Lionel Messi antes del debut en la Copa América que encuentra a la Selección ya clasificada a los cuartos de final.
Su gran acierto fue encabezar ese casting para la renovación que se imponía luego del final de una generación que marcó una etapa importante. Fue una tarea fina la de seleccionar, probar y definir a los nombres que estén a la altura de iniciar un nuevo ciclo. Lleva convocados a 78 futbolistas de los que 36 fueron debutantes con la camiseta celeste y blanca.
La Copa de 2019 fue un punto de inflexión: durante esa competencia en la que fue de menor a mayor, Scaloni encontró la base de jugadores que perdura y se dio otro gran paso: se forjó un grupo humano sólido con Messi como el líder absoluto y varios nombres que, sin dejar de admirarlo, buscan tratarlo como uno más para que la mochila de cemento de otros tiempos ya no sea un lastre tan pesado como negativo.
De a poco subió peldaños; sin embargo, en el regreso a la acción tras un parate de siete meses y cuando todo indicaba que había puestos que tenían un dueño fijo, algunas dudas resurgieron. Y nombres que tenían un lugar asegurado, de pronto quedaron afuera del último filtro, como Lucas Ocampos y Juan Foyth. Y el panorama del equipo, al margen de que no pierda, se vuelve difuso.
Desde el cambio de manos del arco (de Franco Armani a Emiliano Martínez), a las numerosas modificaciones en la línea defensiva, que tuvo la grata aparición de Cristian Romero, quien le gana la pulseada a Lucas Martínez Quarta para acompañar a Nicolás Otamendi en la zaga central. Los laterales también fluctúan. En el medio, la entrada de Guido Rodríguez equilibró la marca, pero ¿seguirá en el equipo? Y arriba, donde todo está mucho más claro, la racha negativa de Lautaro Martínez podría abrir el juego a posibles alternativas.
La idea de presionar y asumir el rol protagónico se asume en los primeros tiempos, pero se desinfla después y eso no le permite redondear la solvencia necesaria. Por ahora, con eso le alcanza a Scaloni. Por ahora.w