Dominici dio positivo y su sueño olímpico se esfuma
La argentina recibió una sanción provisoria y quedó expuesta a una dura pena. Se vienen días clave por su futuro.
El deporte argentino está en shock. La gimnasia internacional, también. Porque hablar de un control antidóping positivo a menos de un mes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es contar esa noticia que no se quiere contar. Pero se debe. Porque es un hecho. Martina Dominici, la gimnasta de 19 años con una plaza asegurada en la máxima cita deportiva, comienza a alejarse de su sueño porque dio positivo en un control realizado en el reciente Panamericano de gimnasia artística, en Río de Janeiro.
Por dicho resultado, la Federación Internacional de Gimnasia le aplicó una sanción provisoria, que pone seriamente en jaque su presencia en Tokio. Es un golpe durísimo para la joven que comenzó en este deporte como un juego desde que una de sus abuelas la llevó a los 6 años al Círculo Gimnástico Norte. Allí se formó bajo el ala de la entrenadora Agustina Mignone, quien la fue moldeando hasta ser convocada al seleccionado. Ambas forman una dupla estrecha desde hace 13 años, durante los cuales Martina se cambió de escuela hasta terminar cursando el secundario de manera virtual por ser atleta de alto rendimiento.
Desde que la periodista Daniela Etcheverry dio la noticia ayer en TyC Sports, el ambiente deportivo nacional se revolucionó, porque en el contexto de la inédita preparación que los atletas tuvieron que llevar a cabo en plena pandemia, se podía pensar en alguna baja por coronavirus a último momento. Pero jamás en un control antidóping positivo.
Dominici y Mignone estaban a punto de viajar a Bélgica para la etapa final del camino hacia Tokio. El positivo hizo desbarrancar todo. Y si bien hay un camino de apelación, todo indica que la situación empeorará la semana que viene, según pudo averiguar Clarín. Todavía se desconoce oficialmente cuán dura sería la pena y qué sustancia prohibida le detectaron, aunque los caminos conducen a un destino inequívoco: su adiós a Tokio 2020.
Dominici y su equipo de trabajo pueden apelar, como cualquier atleta, para solicitar la contraprueba y apelar a la muestra B, que es extremadamente difícil que no dé positivo. Claro que ese camino, en caso de ser adverso para la argentina, también podría desembocar en una sanción más fuerte. Distinto sería el caso si se admite el mal proceder, porque la pena podría ser reducida.
Si no va Dominici a Tokio, ¿podría ir Abigail Magistrati, la argentina que la siguió en el Mundial de Alemania 2019 donde consiguió la plaza? Habría que encontrarle la vuelta, porque una baja por lesión no es lo mismo que un dóping.
La pregunta queda sobre el tapete. ¿Una joven se arriesgaría voluntariamente a no cumplir el sueño de su vida -ser olímpica- infringiendo las reglas con un consumo prohibido?