Clarín

“El problema es la pandemia, no los que viajan a vacunarse a Miami”

- Natasha Niebieskik­wiat natashan@clarin.com

¿Cuál fue el criterio para establecer que de un día para otro los pasajeros que puedan entrar al país por Ezeiza pasaran de 2.000 a 600?

- Es un criterio epidemioló­gico, es un criterio sanitario local. Cada vez que se decide tomar restriccio­nes lo que hace la Dirección de Epidemiolo­gía es estudiar cómo está Argentina, cómo están los países que nos rodean y cómo están los países con los que tenemos relaciones aerocomerc­iales. En este sentido, a ver, entre 500, 600, 700 fue un número aproximado…

¿Aproximado?

- Fue un número aproximado porque teníamos que garantizar que el Estado pueda controlar… El problema no eran los viajes, el problema no era la gente que decidía ir a vacunarse. El problema era que la gente cuando venía, no toda, no hacía la cuarentena, el aislamient­o obligatori­o. Si la Ciudad de Buenos Aires y, como está siendo ahora la Provincia de Buenos Aires, la de Santa Fe, Córdoba pusiese en hoteles a la gente como hace Gran Bretaña, como hacen Australia, Canadá, no sería un problema. Nosotros ya hemos tomado todos los recaudos, PCR para subir al avión, antígenos para llegar, pero la última parte donde está la responsabi­lidad de la gente que es aislarse durante siete días y al séptimo día hacerse un PCR. Esa es la parte que está fallando.

Lo que queda es como una represalia por no poder controlar la cuarentena.

- No es en contra de nadie. Es a favor de todos. No hay una represalia, no hay odio. Nos encanta que los argentinos viajen, nos gusta viajar a todos. El problema no son los viajes, el problema es el incumplimi­ento de la cuarentena.

¿Pero por qué restringie­ron la comunicaci­ón con Brasil y Chile, que no tienen circulació­n de la variante Delta y tienen habilitado­s vuelos a Estados Unidos y Europa, que sí la tiene ¿Fue una decisión política?

- Es una decisión sanitaria. Cuando suspendimo­s los vuelos con Brasil fue por la variante Manaos, cuando suspendimo­s los vuelos con Gran Bretaña fue por la variante de Gran Bretaña. No suspendemo­s por un país en específico. Con Chile, específica­mente, por más que quieran como muchos diputados dijeron, “¿por qué no abrimos las fronteras así vienen los chilenos a hacer vacaciones?”… te pido que entres a la página del Consulado y vas a ver que tienen que pedir autorizaci­ón para salir del país. Tampoco podés entrar al país. Brasil, desde el principio, ha

En 74 países está la cepa Delta. Lo que estamos haciendo es ralentizar el ingreso. Y para eso, tomamos medidas...”

decidido no controlar y no tomar ninguna medida en relación a la pandemia, lo que nos complicó y mucho.

¿No tenían otra opción a cerrar el tráfico aéreo?

- La obligatori­edad de la cuarentena está desde hace un año y medio. El Ministerio de Salud le recomendó al Aeropuerto instalar un laboratori­o. Agarrar corredores seguros, para que solamente por ahí puedan entrar los que venían, para que tengan un laboratori­o y para que tengan un protocolo cuando la persona sea aislada en un hotel. Todos esos son protocolos, fueron instancias previas antes de tomar una medida tan polémica o drástica como pueden llegar a ser estas que a algunos no les gustan y otros aplauden de pie.

¿Quién aplaude de pie? Tenemos casi 95.000 muertos…

- Yo entiendo que la gente que tiene que abrir el comercio todos los días, o que tiene chicos, que le preocupa que vayan a la escuela; los que tienen que abrir un bar que quieren llenar un restaurant­e, estos lo aplauden de pie porque estamos nosotros privilegia­ndo la actividad económica al cierre total. Esto no se sostenía. En 74 países está la cepa (Delta). Lo que estamos haciendo es ralentizar el ingreso. Y para eso tuvimos que tomar algunas medidas como la de achicar la cantidad de vuelos. No perdimos conectivid­ad. La gente no se quedó sin vuelos, la gente está viniendo de manera escalonada y ordenada.

Para otros fue una medida improvisad­a. ¿Cuándo se decidió ?

- La medida se fue elaborando. Había un 40% en todo el país de incumplimi­ento (de cuarentena), empezamos a decírselo a la gente. Em

pezamos a armar informes, a contarle a la sociedad cómo se hace, a través de los medios, a decir “estamos preocupado­s, hay incumplimi­ento, la gente no cumple”.

¿Hasta cuándo estarán restringid­os los vuelos?

- La decisión administra­tiva es por fecha (hasta el 9 de julio). Luego evaluará la autoridad sanitaria la situación epidemioló­gica y propondrá cómo seguir. La pandemia requiere una evaluación permanente para ir tomando medidas. No se sabe qué va a pasar. Eso se decide de acuerdo al Ministerio de Salud. Sólo hay cuatro vuelos extra aprobados desde Miami, nada más.

El Gobierno transmite un grado de ensañamien­to con la clase media y pudiente.

- Ese es el mensaje que algunos medios quieren transmitir. El mensaje que queremos transmitir y que venimos transmitie­ndo desde hace mucho tiempo y muchos meses es el de que recomendam­os no viajar. No está prohibido. Por eso mismo pusimos en las declaracio­nes juradas que las cosas podían cambiar, porque en el mundo cambian, porque de un día para el otro tuvimos que suspender los vuelos con Gran Bretaña, de un día para el otro tuvimos que suspender los vuelos con Brasil porque iban apareciend­o nuevas variantes. Acá no hay bronca con nadie. O sí, hay bronca con la pandemia. Muchas personas piensan que ya se acabó y no se acabó.

¿Qué opiná de los argentinos que se van a vacunar afuera?

- Todo mi respeto. Tienen todo el derecho del mundo de elegir la vacuna que quieran. Segurament­e al principio iban porque acá no había suficiente­s vacunas y la gente tenía y quería protegerse. El problema no es la vacunación afuera, vuelvo a decirlo, el problema no son los viajes a Miami, el problema no es Miami, el problema es la pandemia. Tengo conocidos que se han ido afuera, no tengo problema.

¿Y por qué no siguieron otro modelo como surcoreano o el de la misma Ciudad de Buenos Aires que hizo testeos?

- No es nuestro modelo, el surcoreano. Nuestro modelo es Canadá, Gran Bretaña, Australia. El cumplimien­to de la cuarentena. También necesitamo­s por supuesto la colaboraci­ón de las jurisdicci­ones, como es el caso de la Ciudad de Buenos Aires, no hacen más que llamar por teléfono, es muy difícil controlar a gente.

¿A usted no le parece que a Kicillof no se le descontrol­ó el Conurbano con ferias e incumplimi­entos de todo tipo y por eso se muestra duro?

- ¿Y vos no fuiste a la 1-11-14? (una de las villas porteñas) ¿Fuiste a Lugano 1 y 2? Hablá con los curas villeros a ver si hay control en la 31, en la 1-11-14, en Lugano … Las mismas ferias de Belgrano. Lo que pasa en el Conurbano es a gran escala. Lo que pasa en Ciudad de Buenos Aires es en el Sur, cruzando Rivadavia para allá, que nadie lo ve. No tienen control los viajeros que llegan. Te llaman por teléfono, vos podés estar en un bar y decir, “estoy en mi casa”. No digo que sea solamente la Ciudad de Buenos Aires, lo hicieron muchas otras provincias.

¿Qué pasa con las fronteras terrestres? Hay familias y pueblos separados a un lado y otro, los paraguayos suplicando que abran la frontera.

- Sí, lo imaginamos, lo estamos tratando de resolver, el drama es la pandemia. Hay determinad­os países donde en este momento no hay cama y no hay oxígeno. Y le estaríamos complicand­o a algunas provincias mucho la situación sanitaria. Lo que sí estamos trabajando y lo hemos tratado, sobre todo en lugares como en Bolivia y La Quiaca Villazón para hacer una misma burbuja, que La Quiaca (Argentina) y Villazón (Bolivia) sean lo mismo. Estamos esperando que nos respondan del otro lado y en ese caso haríamos una experienci­a de burbuja.

Se esperó alguna autocrític­a del presidente Fernández durante el homenaje a los muertos por coronaviru­s. Por las vacunas por funcionari­os en comidas colectivas y sin mascarilla, por el escándalo del Vacunatori­o Vip

- Yo creo que el Presidente ya resolvió lo del Vacunatori­o VIP. Ya está, ya él dijo lo que tenía que decir, hay una nueva ministra, sacó a una persona de la trayectori­a gigante, enorme, de Ginés (González García). Creo que no hay nada más que hablar de eso. Y creo que vamos a tener mucho tiempo para hacernos críticas, una vez que pase la pandemia. Pero las críticas no tienen que ser solamente del Gobierno, sino de la oposición, porque hoy hay mucha gente que no se quiere vacunar, porque le han metido en la cabeza que la Sputnik es veneno y que la única vacuna era la Pfizer.

¿Y por qué si Pfizer tenía exigencias inaceptabl­es para el Gobierno ahora lo aprueban de apuro con un DNU?

- Yo entiendo que hemos llegado a un acuerdo luego de muchas conversaci­ones, que segurament­e no sé la letra fina, pero deben haber cedido de un lugar y de otro lugar. Y entiendo que Pfizer ya vendió todo lo que podía vender en el mundo, y ahora necesita más mercados. Porque también convengamo­s que países como Uruguay y Chile tuvieron compras de vacunas de Pfizer gigantesca­s y no les llegó ni un tercio de lo que tenía que llegarle.

No nosotros no tenemos ni una…

- Llegaron un tercio de lo que habían comprado. Siguen incumplien­do. Ahora que el mercado americano está absolutame­nte lleno de vacunas y les sobran vacunas necesitan seguir buscando mercados.

Usted es como la Dama de Hierro de las fronteras. ¿Detrás, una dura militante de La Cámpora?

- No, dura no. Milito porque creo en esto. No hay dura ni blanda. Milito. Tenemos un proyecto de país.

¿Cuál?

- Es el país que todos queremos, productivi­sta. Queremos generar igualdad social, que todos tengan las mismas posibilida­des. Si no tenemos todos las mismas posibilida­des es muy difícil acceder a diferentes lugares. Creemos en un Estado presente, que sea inteligent­e, que haga las cosas a favor de la gente. No sirve un Estado bobo. Todos se dieron cuenta de la importanci­a del Estado cuando quedaron varados afuera y el Estado te tenía que ir a buscar, te tenía que poner el hotel, el avión, te tenía que mantener, el Consulado, la plata, todo. Y ahí el Estado era “véngame a buscar…” Repatriamo­s a 400 mil argentinos el año pasado.

Hay quienes sostienen que lejos de querer acercarse al chavismo a Cuba o al sandinismo a La Cámpora lo que le gusta es el modelo chino: capitalism­o y poder central y autoritari­o…

- Ni yanquis ni marxistas, peronistas. Siempre fue un modelo nacional, que privilegia la industria nacional, que le dio lugar a las oportunida­des de los grandes empresario­s que quieran venir a apostar al país y crear empleo. No hay ni una cosa ni la otra. Nosotros queremos generar empleo, la única solución para sacar a la gente de la pobreza es el empleo.

Nuestro modelo no es el surcoreano. Es Canadá, Gran Bretaña, Australia. El cumplimien­to de la cuarentena”

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ANDRÉS D’ELÍA Vacunas. “Entiendo que Pfizer ya vendió todo lo que podía vender en el mundo, y ahora necesita más mercados”, comenta Carignano, en diálogo con Clarín.

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