Clarín

Rarezas argentinas: los dólares que se necesitan, se rechazan

En Tierra del Fuego le dicen no a la cría de salmones. Renault no contrata gente porque no sabe si tendrá dólares. Cepo a la carne y a la minería.

- Gustavo Bazzan gbazzan@clarin.com

“De la crisis se sale con crecimient­o económico y para ello es necesario que las exportacio­nes crezcan más que las importacio­nes, para que se pueda cargar con dólares el tanque de nafta del entramado productivo”. Más o menos esa es la línea discursiva del Gobierno. Desde ya sensata y para nada original.

Lo que sí llama la atención son las cosas que ocurren después de dicho enunciado, aún dentro del Gobierno que lo recita. Estas semanas aportaron muchos elementos que hacen dudar de que realmente haya un convencimi­ento en que lo importante es tratar de arrimar al credo “dólares para crecer”.

Cepo al salmón. Los legislador­es de Tierra del Fuego votaron prohibir, así nomás, sin matices, la cría de salmones en cautiverio. Es una actividad florecient­e en el sur chileno (tratándose de Tierra del Fuego, es como decir a la vuelta de la esquina). A los legislador­es fueguinos -provincia que consume una interesant­e cantidad de dólares para sostener su régimen de promoción industrial- se les ocurrió votar esa ley porque entienden que no hay manera sustentabl­e -como si ocurre en Chile, Noruega y otros países- de criar salmón en cautiverio y de manera amigable con el medio ambiente. Se prohibió así una actividad que en Chile generó en 2019, antes de la pandemia. 5.500 millones de dólares en exportacio­nes. El salmón es la segunda actividad exportador­a de Chile, detrás el cobre. Genera 130.000 empleos. El caso del salmón disparó una rencilla particular. La ley fue duramente criticada por el ministerio de Producción que conduce Matías Kulfas.

Cepo a los automóvile­s. Este viernes, el presidente de Renault Argentina reconoció que postergaba sin fecha la contrataci­ón de 360 nuevos operarios para abrir un segundo turno de producción en su fábrica de Santa Isabel, en Córdoba. Pablo Sibilla explicó el motivo de esa decisión: no sabe si el Gobierno le habilitará los dólares que necesita para importar piezas y autopartes. En el sector automotor ocurre algo particular. Hay ejecutivos de las terminales cuya tarea principal es hablar al menos una vez por semana con la Secretaría de Industria para saber con cuántos dólares van a contar. Es un tema “conversabl­e” y así se asume de ambas partes, de las empresas y desde el Gobierno. Y eso que el Gobierno firmó un convenio con el sector para eximir de retencione­s a las exportacio­nes que superen el volumen registrado en 2020. Es decir. Si el año pasado exportaron por 1.000, y en 2021 por 1.100, esos 100 de excedentes quedan eximidos de tributar retencione­s.

Cepo a la carne. El cepo a las exportacio­nes de carne sigue sin resolverse. Una actividad que había empezado a levantar vuelo gracias a la demanda global, y sobre todo la de China, se encontró con el castigo del cierre a las exportacio­nes. Con lápiz grueso, se perdieron 200 millones de dólares en un mes. Y no son dólares que se recuperan eliminando el cepo. El cliente extranjero tomó nota que no hay un proveedor confiable al otro lado de la línea telefónica o la casilla de mail.

Cepo a la minería. La Provincia de Chubut discute si habilita o no la actividad minera -o más precisamen­te la mega minería- en la meseta chubutense, un área desértica en el centro de Chubut, en el límite con Río Negro. Hay una minera que tiene inversione­s multimillo­narias en espera para desarrolla­r un yacimiento de plata y otros metales. Pero la movida ecológica chubutense presiona para prohibirlo. Un sector del kirchneris­mo los apoya.

Cepo a la papelera. Es un caso más lejano pero que hizo historia, de la mala. Como el salmón y la minería, la militancia ecológica suele hacerse presente a la hora de prohibir actividade­s económicas. El caso más emblemátic­o: la papelera finlandesa que quería instalarse cerca de Gualeguayc­hú, sobre la banda argentina del río Uruguay. Ante las trabas, la papelera no anduvo con muchas vueltas: cruzó el río y descargó en Uruguay cientos de millones de dólares para levantar su planta. De la supuesta contaminac­ión del Río Uruguay no se habló más. Pero los dólares de la inversión y de la exportació­n quedaron en Uruguay.

En todos los casos no solo se impide el ingreso de divisas al país. También se impide la creación de empleo registrado y de calidad, una categoría que se está convirtien­do en una rareza. En resumen, en un mundo donde abundan los dólares, Argentina se somete a una doble, si se quiere, restricció­n externa. El Gobierno no puede tomar dólares porque la tasa que debería pagar sería exorbitant­e. Las empresas que pueden lo hacen a tasas mucho más altas que las de empresas similares radicadas en otros países.

La segunda restricció­n es la que se impone desde adentro, cerrándole el paso a actividade­s que podrían generar esos dichosos dólares que el Gobierno necesita para poner en marcha la actividad sin tener que estar pensando cuándo será la próxima corrida cambiaria o la próxima devaluació­n.

 ??  ?? Nadar contra la corriente.
Salmonera para cría en cautiverio, como las que se prohiben en Tierra del Fuego
Nadar contra la corriente. Salmonera para cría en cautiverio, como las que se prohiben en Tierra del Fuego

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina