Identifican la variable para determinar si el cuerpo está protegido contra el Covid
Con este dato clave se puede saber cuántos y qué tipo de anticuerpos se necesitan para poder controlar el virus.
Investigadores ligados a la vacuna de Oxford-AstraZeneca confirmaron que, a mejor respuesta inmunológica por anticuerpos en el cuerpo hay más chances para el organismo de evadir el coronavirus sintomático.
Aunque la eficacia de un fármaco se prueba en una serie de ensayos clínicos (la fase preclínica; luego, las fases 1, 2 y 3, hasta llegar a la farmacovigilancia o fase 4), recién a medida que el conocimiento sobre cierto patógeno avanza se vuelve más claro para los científicos qué biomarcadores indican que el organismo está en condiciones de combatir ese agente.
Los títulos altos de anticuerpos neutralizantes y “de unión” juegan un rol para evitar que el Covid se vuelva sintomático. Hasta ahora se sabía que los anticuerpos debían cumplir un papel importante para enfrentar el SARS-CoV-2 y que las vacunas levantan esos valores, al igual que la etapa de convalecencia post-infección.
También se conocía la doble dimensión de la inmunidad: celular (o memoria inmunológica) y humoral, vehiculizada por distintos tipos de anticuerpos. Lo que no se tenía claro (y ahora empieza a dilucidarse) es cuántos anticuerpos y de qué tipo se precisan para no internarse en un hospital si uno contrae Covid. Este dato no se tenía con el nivel de precisión que se alcanzó para enfermedades como influenza o hepatitis B.
Era común escuchar de distintos infectólogos y bioquímicos lo que dos expertos dijeron a esta cronista el jueves, en una charla sobre datos de la vacuna Sputnik V publicados en el último informe del Proyecto País.
El texto concluía que “los sueros provenientes de individuos convalecientes o vacunados con Sputnik V mostraron una disminución en los títulos de anticuerpos neutralizantes de al menos tres veces, al confrontarse con la variante Gamma” (ex Manaos), que representa el 41 por ciento de los casos de Covid en Argentina.
Ricardo Rüttimann -infectólogo de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos y miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones- y Gabriela Turk -doctora en Biología (UBA) dedicada a la Virología, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SidaConicet y firmante del trabajo de Proyecto País- analizaron la dificultad de traducir esos datos a la vida real.
Una cosa es que los anticuerpos neutralicen Gamma tres veces menos (respecto de las variantes “clásicas”) y otra distinta pronosticar que, por lo tanto, a los pacientes les podría pasar tal o cual cosa. Turk opinó que esa disminución no tiene por qué ser un dato negativo: “Esos anticuerpos pueden neutralizar el virus. No es que no de protección frente a Gamma ni que se hayan anulado o dado cero”. La investigadora apuntó que, para comprender cómo se manifestaría esto en la población, “deben hacerse estudios de efectividad desde las áreas de Epidemiología”. Cobra relevancia un preprint (que esperan publicar en la revista “Nature”), en el que expertos de Oxford-AstraZenca aseguran que los anticuerpos neutralizantes y “de unión” constituyen el biomarcador tan buscado.
Mientras más inoculados hay en el mundo, menos personas quedan en condiciones de participar de ensayos clínicos de doble ciego, un problema para los laboratorios que apuestan a renovar sus fórmulas para adaptarse a las mutaciones del virus.
Según “Correlates of protection against symptomatic and asymptomatic SARS-CoV-2 infection”, “los datos obtenidos sirven para extrapolar estimaciones de eficacia para nuevas vacunas cuando no se puedan realizar grandes ensayos de eficacia”.
La principal conclusión a la que arribaron, luego de estudiar a dos mil personas en Gran Bretaña, es que, a más títulos de anticuerpos neutralizantes en el organismo hay menos chances de manifestar Covid sintomático. Un grupo recibió vacuna anti Covid; el resto, contra la meningitis. Algunos se infectaron y otros no. Además de deducir datos de eficacia analizaron cómo era el despliegue de títulos de anticuerpos y su relación con el Covid sintomático, entendido como aquel que involucra las vías respiratorias bajas.