Inglaterra desfiló ante Ucrania y llega a semifinales sin goles en contra
Les ganó 4-0 a los de Shevchenko con tantos de Harry Kane (dos), Harry Maguire y Jordan Henderson.
En su caso se dio el camino inverso. La marca en la piel no es el reflejo de lo sucedido sino el presagio. En el antebrazo izquierdo de Raheem Sterling hay un chico de espaldas, con la camiseta número 10, contemplando Wembley. Soñando con triunfar en ese estadio. El mismo en el que brilló para eliminar a Alemania en octavos y marcar una bisagra rumbo a la gloria. El mismo en el que ahora se definirá el torneo.
"De chico solía pasear cerca de Wembley, a veces pasaba en bicicleta. Miraba con la esperanza de algún día usar ese número diez en ese estadio, en mi ciudad, y soñando con ser el rey", confesó el jugador diferente que tiene la selección de Gareth Southgate y el principal sustento para que el sueño de gritar por primera vez campeón de la Eurocopa sea realidad y ante su gente.
En Roma, frente a Ucrania, Inglaterra mostró lo mejor de su juego. De la mano de Sterling, con la solvencia defensiva que crece (lleva siete partidos sin recibir goles), con un juego que se consolida y con los goles de Harry Kane, que había sido cuestionado en la fase de grupos y se destapó en los choques decisivos. Con 9 tantos alcanzó a
Alan Shearer como el segundo futbolista inglés con más goles en fases finales de la Euro y el Mundial. Quedó a un grito de Gary Lineker, nada menos.
Golpeó en el arranque de cada tiempo el equipo inglés. Y esas marcas conspiran contra el ánimo de un rival que se sabe menor pero intenta contrarrestar las diferencias individuales con fortaleza colectiva. Nada pudo hacer Ucrania, que deberá quedarse con el gusto de sus buenos partidos anteriores.
A veces los goles llegan como consecuencia del buen funcionamiento, esta vez ocurrió lo inverso: primero fue el 1-0 y luego el equipo de Southgate empezó a justificarlo.
A los 4 minutos frotó la lámpara Sterling, el distinto del equipo, el que fue ganando confianza con el correr del certamen luego de haber terminado relegado en la temporada con el Manchester City. Encaró de izquierda al centro, lo rodearon cuatro rivales, pero así y todo tuvo tiempo de relojear la diagonal que le insinuaba Harry Kane en el área. El pase filtrado fue exquisito y la definición del goleador, rápida, de punta. Y a cobrar.
Inglaterra se para con cuatro defensores pero solo cuando la pelota la tiene el rival. Cuando está en su poder, juega con tres. Y ese movimiento no lo hace retrocediendo a un volante, sino que se genera con uno de los laterales recostado al centro. Así logró controlar a los dos delanteros de Ucrania y tener supremacía en el medio, con Kyle Walker subiendo por derecha o principalmente con Luke Shaw por izquierda.
Desde esa postura, arrancan las combinaciones en ataque. Con Phillips y Rice en el eje central, Sancho bien abierto por derecha y Mount entrando y saliendo del ruido, detrás de Kane y siempre listo para asociarse o llegar por sorpresa y definir. Hay un solo jugador que no tiene que respetar ningún libreto táctico: Sterling.
A Shevchenko la lesión de Sergiy Krivtsov a los 35 del primer tiempo le dio la llave para cambiar la postura de su equipo. Entró Tsygankov (volante por defensor) y el equipo se plantó varios metros más adelante. Pero solo inquietó a partir de un error de Walker en la salida. Lo aprovechó Yaremchuk, que encaró a toda velocidad, le ganó a Stones y definió abajo pero encontró una buena respuesta de Pickford, que sigue sin recibir goles en el torneo.
Para colmo en el complemento Inglaterra lo remató en cuatro minutos. El 2-0 fue de pelota parada: centro de Shaw para el cabezazo de Maguire. Y el tercero, nuevamente por izquierda con la combinación de Sterling-Shaw. Otro envío exacto del lateral del Manchester United y cabezazo goleador de Kane.
Ya no había partido cuando Henderson, recién ingresado, entró como una tromba y cabeceó el córner de Mount desde la derecha para coronar el 4-0.
Y Southgate se dio un lujo impensado para este tipo de eventos: hizo descansar a sus figuras. Sabe Inglaterra que el sueño está muy cerca.
El primer paso será el miércoles frente a Dinamarca. Y la historia se define en Wembley, su marco perfecto.