Los Pumas tuvieron un bajo nivel y sufrieron frente a un débil rival
En el inicio de la ventana de julio lo único positivo fue ganar. Gales, el sábado, será mucho más difícil.
La diferencia debió haber sido mucho más amplia. Por los antecedentes de ambos equipos. Pero Los Pumas no ofrecieron su mejor versión en su primer partido de la ventana de julio frente a Rumania en Bucarest. Lo que debió haber sido un triunfo holgado terminó en uno mucho más apretado de lo imaginado frente a un equipo que está 18° en el ranking mundial. Del 24 a 17 lo único positivo fue haber ganado.
Argentina no enfrentaba a los rumanos desde el Mundial 2011, cuando el seleccionado nacional festejó por 43-8. Se esperaba un resultado similar o, incluso, más amplio: durante la última década el crecimiento Puma fue mucho más grande que el de su rival. Esas diferencias no existieron durante los 80 minutos.
Lo mejor en el arranque argentino fue el homenaje a Héctor Silva durante el Himno: Julián Montoya lució la camiseta N° 8 del histórico Puma que falleció el 17 de mayo.
Con la pelota en las manos hubo poco en ese inicio. Tan poco que Rumania se adelantó por 3-0 y erró otro penal para ampliar la diferencia a seis puntos. Pero en una buena jugada preparada de un line llegó la conquista de Rodrigo Bruni habilitado por el propio Montoya, que fue el capitán por primera vez después de que la dirigencia le quitara ese honor a Pablo Matera por el tuitgate.
Los argentinos tuvieron más chances de apoyar; por ejemplo, desde otro line, pero no lo hicieron. Eso fue una constante durante toda la noche.
Hasta que Santiago Cordero, uno de los mejorcitos del equipo, apoyó el try tras varias fases rápidas. Se esperaba que la fuerte defensa rumana comenzara a ceder en ese momento, pero el local se mantuvo en el partido.
Un try penal que llegó tras un empuje de los forwards desde un scrum (más la amarilla a Cristi Chirica) fue otra oportunidad para despegarse.
Pero el 17-7 no se movió y la diferencia de 10 puntos se mantuvo. Y eso que Argentina pudo aumentar: un excelente kick de Matera le sirvió la chance a Cordero, pero su patada se fue detrás del ingoal; y enseguida Tomás Cubelli jugó un penal rápido que no prosperó.
En el arranque del complemento se esperaba que comenzaran a aumentar las cifras de una vez por todas. Pero, en cambio, con la fórmula del line-maul, Rumania se puso a tres puntos.
Los siete meses sin jugar en conjunto más la inactividad de varios de los referentes en sus clubes (Nicolás Sánchez, Tomás Lavanini y Juan Imhoff, por ejemplo) se notó. Aunque no sirve de excusa frente a un equipo que no tiene un sólo jugador en el primer nivel europeo.
Bautista Delguy no pudo anotar y después a Bruni se le cayó la pelota cuando era un try seguro. Luego llegó una secuencia que refleja lo pobre que fue el partido. En una franca posición de ataque argentino, Rumania trabó la pelota. En el scrum llegó el penal de los locales. Argentina volvió a pedir scrum y trats la salida de la formación hubo un knock on de Jerónimo de la Fuente. La reposición de Rumania terminó en otra infracción para un nuevo fijo. ¿Qué pasó? A Sánchez le interceptaron un pase llovido.
A los 21 minutos los rumanos pusieron el 17-17 y el público festejó como si hubiera aparecido Gheorghe Hagi en sus viejas épocas de estratega del seleccionado de fútbol.
Una nueva amarilla, ahora para Marius Antonescu, dejó a Los Pumas en superioridad numérica. Y tras otra infracción a metros del ingoal rival (pantalla), el debutante Juan Martín González metió el try decisivo tras una habilitación de Cordero.
Eso no acabó con el sufrimiento argentino que se salvó del empate porque el adversario cometió una nueva infracción a metros del ingoal.
Mario Ledesma tendrá una semana para entrenar y dar los retos correspondientes porque Gales será una prueba totalmente distinta dentro de seis días. Aún sin varios jugadores por la gira de los British & Irish Lions (ganaron en su debut en Sudáfrica), el campeón del Torneo Seis Naciones será una vara mucho más alta en Cardiff. Y habrá quie cuidarse para evitar una sorpresa inesperada.