Cuba presiona a manifestantes, y Bachelet pide que liberen a los detenidos
Después de anunciar concesiones bajo la presión del estallido social, dice ahora que no fue una movilización espontánea y busca a los supuestos responsables para juzgarlos penalmente.
El régimen cubano promete represalias para los líderes de las protestas, mientras siguen las críticas. El prestigioso escritor Leonardo Padura reclamó soluciones políticas. Y la comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió la liberación de los presos.
La Habana amaneció este viernes en una situación “normal”, en el formato de las restricciones que impone la pandemia, pero con tranquilidad en las calles. Entretanto, el gobierno, que el jueves anunció una serie de medidas para aliviar la crisis social que disparó la pueblada, ahora volvió a apostar a la represión anunciando que investigará y castigará a “los instigadores de los disturbios” .
La coronel Moraima Bravet Garófalo, jefa de la Dirección General de Investigación Criminal del Ministerio del Interior, dijo en la televisión que “en estos momentos se investigan los sucesos y a las personas que participaron en los mismos”. La funcionaria subrayó que los “hechos delictivos, actos violentos y de desorden público, ocurridos el pasado domingo 11 de julio en varios puntos del territorio nacional, tendrán una respuesta penal acorde con las leyes de la nación y los principios éticos que la rigen”.
Es todo contradictorio, según los analistas, pero reflejo de las tensiones dentro de la estructura del poder. El domingo el presidente Miguel Diaz-Canel hizo un discurso incendiario llamando a que la gente enfrente a quienes estaban marchando. Esas protestas reprochaban la crisis de la pandemia que no ha dejado de crecer, la inflación, la dificultad para proveerse de alimentos y los apagones insistentes. Había también individuos de izquierda y oficialistas entre los movilizados.
El jueves Diaz-Canel anunció medidas para apaciguar la tensión, una de las más importantes fue autorizar a los pasajeros a traer alimentos, productos de higiene y medicamentos libres de aranceles y de cantidades. El presidente incluso llegó a plantear que habría “que pedir disculpas” por los excesos de la represión. La violencia de la policía había llevado a la renuncia al viceministro de Interior.
Las pesquisas anunciadas buscan “demostrar que los actos del pasado domingo constituyen un delito”, expuso la funcionaria. Confirmó que ya han sido detenidos ciudadanos “capturados in fraganti” en actos de violencia y “se buscan los instigadores y organizadores del propósito de ofrecer al mundo una imagen de caos y desorden interno en el país”.
Esta narrativa busca apoyarse en que, en medio de las movilizaciones, algunos grupos robaron en los mercados donde se compra con divisas, lanzaron piedras contra los patrulleros policiales o protagonizaron incidentes violentos con las autoridades.
Son aproximadamente 150 los detenidos según datos de las organizaciones disidentes. Y también hay desparecidos, un dato que la oficial rechazó. “A todos los familiares de los que se encuentran detenidos se les notificó sobre su ubicación”, sostuvo.
Los disturbios se iniciaron el último domingo en numerosas ciudades del país y tuvieron una prolongación al menos hasta el lunes, cuando murió una personas en un barrio periférico
La protesta reclamó por la crisis económica, la pandemia y las trabas para comprar alimentos.
de La Habana durante enfrentamientos callejeros.
Las autoridades, en sus reacciones, también han expuesto descripciones y explicaciones sobre los programas gubernamentales económicos y contra la epidemia, ademas del anuncio de la liberación de aranceles y limitaciones para ingresar mercaderías.
La crisis se agudizó a comienzos de año cuando el régimen comunista puso en marcha un duro programa económico para unificar las dos monedas que regían en el país. Esa medida y la inestabilidad debido a la falta de inversiones y la caída a pico del ingreso por el turismo, provocó una disparada de la cotización del dólar y del índice de costo de vida.
El mal humor social se agravó además por las interminables colas de horas de los cubanos para poder abastecerse de productos de primera necesidad. Ahora, tras los anuncios de alivio por parte del gobierno, se serenó el país. Aunque se descuenta que este proceso obligará a mayores cambios. En las calles habaneras “todo está tranquilo”, dijo este viernes a la agencia ANSA Yuli, un mecánico de refrigeración que realizaba una larga cola para comprar alimentos en un barrio de la capital que alberga a unos dos millones de habitantes. El hombre, de 41 años, manipulaba su celular conectado a una planta cercana de ETECSA, empresa estatal que ofrece el servicio en todo el país.
“Esto es lo que más me preocupa, la epidemia”, expuso sobre la alta incidencia de Covid, con datos que tenía en pantalla. El reporte del viernes es de 43.434 enfermos en todo el país, con 65 muertes y 6.400 nuevos casos surgidos el jueves. Se mantiene una gran propagación en la isla con 1.888 nuevos enfermos en Matanzas, la provincia más afectada, y 763 en La Habana, ambas localidades en la región occidental nacional, 620 en Ciego de Avila en el centro y Santiago de Cuba y Holguín, en el este, con 309 casos en cada provincia.
En la fila en la que esperaba su turno Yuli, varias personas manipulaban también sus celulares.”Ya puedo comunicarme” dijo una mujer. Otros afirmaron que tienen un servicio aún con altas y bajas “o sea que a veces funciona y otras no”.
El gobierno no ha mencionado los cortes en Internet como una de sus medidas ante las protestas. No obstante, una de las denuncias oficiales más frecuentes es que la red se utiliza con el fin de respaldar una “desestabilización” de la sociedad cubana, en una conspiración que en general se atribuye a EE.UU. y a redes como Twitter o Facebook. Sin embargo, Twitter es un medio de comunicación cotidiano para los gobernantes cubanos.w