Clarín

“Es demasiado grotesca la ignorancia de Alberto Fernández respecto de Cuba”

- Natasha Niebieskik­wiat natashan@clarin.com

Human Rights Watch denunció el viernes que había unos 400 detenidos en Cuba cuando se calculaba que eran la mitad. ¿Puede explayarse?

-Sí, pero la lista supera a esta hora los 400 y espero que algunos no estén bajo la figura de la desaparici­ón forzada como tuvimos en las dictaduras argentina y chilena. Los tenemos con nombre y apellido ya que, como dije, hemos realizado entrevista­s con periodista­s, activistas y víctimas en Cuba. Dimos el listado que usted puede seguir en Twitter. En algunos casos detuvieron a reconocido­s periodista­s con el propósito aparente de impedirles que reporten las manifestac­iones. Y también han detenido a personas de a pie que participab­an pacíficame­nte en las protestas. Fueron a buscar a manifestan­tes a sus casas después de reconocerl­os en fotos y videos. Como ya he dicho, sin una presión internacio­nal concertada e inteligent­e que obligue a (Miguel) DíazCanel (el presidente cubano) a poner freno a los abusos y la censura, es probable que nunca conozcamos plenamente la represión que ha ocurrido en estos días. ¿Qué informació­n nueva tiene de lo que ocurre en Cuba tras las protestas y la represión de las mismas?

-Estas manifestac­iones masivas, espontánea­s y que se dieron en toda la isla no tienen precedente­s en la historia de Cuba. Lo comparan con lo ocurrido en el 94. Pero esto es distinto. Esto ha sido algo que ha surgido también masivament­e, en las principale­s ciudades del país pidiendo libertad. “¡Libertad! ¡Libertad!” Basta de represión. “Sí se puede”. No más represión. Es un contexto de pandemia, lo que distorsion­a un poco el contexto. Después del colapso de la Unión Soviética, en el que Cuba vivió una etapa de hambruna generaliza­da y muy dura, y que eufemístic­amente el régimen la llamó el “período especial”, logró reinventar­se. La reinvenció­n de Cuba está fundada en lo que es la explotació­n del turismo masivament­e con inversión en infraestru­ctura. Todo eso se acabó con la pandemia, un año y medio sin ingresos, shows, cine, sin divisas, al margen de lo que representa la crisis sanitaria, que es brutal. La inflación este año va a superar el 400%. Las colas para comprar el arroz son de 2 o 3 o 4 horas más. Los apagones son diarios, de horas y horas y a cualquier hora.

Y hay redes sociales y WhatsApp para compartir la bronca….

-Así es. Es realmente una combinació­n explosiva que le agregás a eso el impacto de las redes sociales, que en Cuba han penetrado fuertement­e. Los cubanos hoy día usan WhatsApp, no sólo los jóvenes usan Instagram , YouTube, Facebook, Twitter y con un acceso a Internet muy débil, muy, muy débil y e intermiten­te. Internet les ha permitido a los cubanos conocer algo que no conocían. Abrir los ojos al mundo y ver lo que sucede en otros lados. Ojo, incluyo las protestas callejeras de otros países de América Latina, exigiendo mejorías económicas, sociales; en fin, eso... Usted fue muy duro con Alberto Fernández. Dijo que tenía “memoria selectiva” y “oportunist­a” por sus dichos sobre Cuba. ¿Puede ampliarlo? (el Presidente dijo no conocer la crisis de las marchas y la represión y condenó el embargo de EE.UU. sobre la isla)

-Yo celebro que Alberto Fernández entienda que los derechos son universale­s y que cuando se violan esos derechos en Chile o en Colombia él puede y debe opinar al respecto, levantar su preocupaci­ón por la violación de esos derechos por parte de las policías de esos países. Aplaudo contar con un presidente latinoamer­icano que dice “señores, me preocupan los derechos humanos en tal o cual sitio”. Pero es demasiado grotesca la ignorancia y da la impresión que él escoge ignorar. Escoge hacer la vista gorda respecto del récord de Cuba en derechos humanos. Porque no sabe que en Cuba gobierna una dictadura por más de 60 años de partido único, que hay presos políticos, que por opinar distinto puedes caer en la cárcel. Y además, siendo él un líder democrátic­o “de izquierda”, como es Alberto Fernández... En Cuba no hay huelgas. ¿No se ha preguntado nunca Alberto Fernández por qué no escuchó hablar nunca de una huelga en Cuba? ¿No le da curiosidad intelectua­l saber por qué no hay huelgas? La respuesta es muy sencilla porque no hay sindicatos independie­ntes. Entonces no hay cómo hacer una huelga. No hay derecho a asociación, no hay libertad de expresión.

Pero sí es posible que en realidad lo sepa…

-Alberto Fernández es un conocido penalista argentino. Hasta el día de hoy es profesor

Estas manifestac­iones masivas y espontánea­s que se dieron en toda la isla, no tienen precedente­s en la historia de Cuba”

de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universida­d de Buenos Aires. Estamos hablando de un sistema penal que no es sólo represivo y totalitari­o; es anacrónico, completame­nte anacrónico. Usted dijo que “el embargo no justifica la falta de libertades, ¿puede ampliar?

-En política exterior y esto lo sabe muy bien Felipe Solá, tienes siempre un menú de opciones. Un menú de opciones: puedes optar, por ejemplo, por una resolución. Un tuit es una opción diplomátic­a donde el presidente se enoja por tal y cual cosa. Por ejemplo, protesta el presidente argentino mañana por Guantánamo. Muy bien. Es un escándalo Guantánamo y ojalá lo hiciera. Tú también podrías comparecer ante el Consejo Derechos Humanos, de Naciones Unidas y levantar la manito y decir ¨me preocupa esto que está ocurriendo en Irán¨ o ¨me preocupa ésto que ocurre en Estados Unidos¨, o en Rusia, lo que sea. Estados Unidos optó hace años por una línea y esa es la del embargo. La opción de sanciones unilateral­es y aislamient­o hacia Cuba. ¿Y le parece exitoso?

-Cero. Cero. ¿Por qué la política exterior americana no funciona en el caso de Cuba? Porque el resto del mundo, conservado­res, liberales, derecha e izquierda, en África, Asia, Europa, todos condenan la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba. La política del embargo que los cubanos la llaman bloqueo. Hace como tres semanas se votó una vez más en las Naciones Unidas. ¿Sabes cuántos países dijeron que estaban a favor de la política de bloqueo? Dos.

Sí. Israel y Estados Unidos.

-Así es. ¡Cuba no está aislada del mundo! Tiene relaciones comerciale­s abiertas y plenas con Argentina, con Canadá, con Inglaterra. Si tú te vas a una playa cubana, vas a ver alemanes, noruegos, suecos. Obviamente te estoy hablando de esto sin pandemia. Tú vas a ver inversione­s en minerales, inversione­s brasileñas, europeas, nórdicas, canadiense, etc., etc. La principal fuente de compra de alimentos de Cuba es entre Brasil y Estados Unidos. Si le compran a Estados Unidos no tienen acceso al crédito. Tienen que pagar. La razón por la cual se mantiene esta política es por el electorado de la Florida que es donde hay una enorme y muy influyente comunidad cubano-americana que piensa que la única política posible hacia Cuba es el embargo.

Esa comunidad influye en las elecciones de los Estados Unidos.

-Sí, pero invocando la política del bloqueo, como diría Alberto Fernández utilizando la terminolog­ía cubana, se presenta como una víctima ante los ojos del resto del mundo. ¿Qué va a ocurrir el día que el Congreso de Estados Unidos desmantele por completo el embargo? Cuba quedará desnuda ante su propio espejo. Y probableme­nte ese día algunos sectores digan “nosotros no sabíamos lo que pasaba en Cuba”. No lo han sabido durante sesenta años porque buena parte de la comunidad internacio­nal, incluyendo a Michelle Bachelet, la máxima autoridad de derechos humanos de las Naciones Unidas prefiere no tratar la situación de derechos humanos en Cuba.

Pero Bachelet acaba de exigir la liberación de los detenidos en las protestas…

-Su pronunciam­iento me parece un primer paso positivo. Hasta ahora, ella nunca se había pronunciad­o sobre las violacione­s a los derechos humanos del régimen cubano. Ahora, ha expresado su preocupaci­ón por las denuncias de uso de la fuerza, la detención de un “gran número” de personas, incluyendo algunas que se encuentran incomunica­das, ha pedido la liberación de los detenidos y ha exhortado al gobierno cubano a respetar el derecho a la libertad de expresión y a la asamblea pacífica y a restaurar el acceso a Internet. Eso es muy positivo. Sin embargo, el comunicado de Bachelet olvida mencionar que estos abusos recientes forman parte de un cuadro de violacione­s permanente­s y sistemátic­as que comete el régimen cubano. En el mismo sentido, la Alta Comisionad­a pide una investigac­ión seria sobre la muerte de un manifestan­te en las protestas, como si en Cuba existiera algún tribunal o fiscal que no sea simplement­e un apéndice del Poder Ejecutivo y pueda desempeñar esta función con algún grado de independen­cia. Uno de los argumentos que utiliza el gobierno argentino para no condenar a Cuba a Nicaragua y Venezuela es el concepto de la “no injerencia” externa. ¿Qué piensa usted de ello?

-Eso es invocar el anacrónico principio de la injerencia en los asuntos internos. Repito, el anacrónico principio de la injerencia o de la no injerencia en los asuntos internos, en el entendido de que hay temas que son soberanos y que sólo les correspond­e a los argentinos resolver y discutir. Y a nadie más.

Usted se ha pronunciad­o contra las violacione­s a los derechos humanos en la provincia de Formosa

-Sí, claro, nosotros hemos hecho un informe crítico sobre Formosa, hicimos un informe, dedicado exclusivam­ente a Formosa. Pero lo hicimos en conjunto con un grupo de médicos de la Universida­d de John Hopkins que son especialis­tas en el manejo del Covid. Pero no sólo sobre Formosa. También, sobre los esfuerzos que se hacen por reformar el Poder Judicial.

Buena parte de las abstencion­es a condenar en la OEA por parte de Argentina, Mexico y Bolivia son por su pelea personal con Luis Almagro, al que ven como un instrument­o de Estados Unidos…

-A ver, a ver… Almagro ha cometido muchos errores. Un día viajó a Brasilia, a solidariza­rse con Dilma Rousseff cuando era presidenta y denunció con ella al lado el “Golpe de Estado” que buena parte de los brasileños entendía que era un juicio político a ella. Después, se fue a Cúcuta en Colombia y aludió a que si no se resolvía pacíficame­nte la cosa en Venezuela se podía dar una solución por la fuerza. Tercer hecho: Almagro se toma un avión a Lima para aplaudir la decisión de Pedro Pablo Kuczynski de darle un indulto presidenci­al a Alberto Fujimori. Después apareció en La Paz, Bolivia y aplaudió a Evo Morales (se refiere a cuando la Corte Suprema le convalidó su derecho a re re elegirse pese a que un referéndum popular lo había rechazado.) Luego respaldó a un candidato a dictador de El Salvador, Nayib Bukele. Estoy dando ejemplos de pasos en falso de Almagro que no son uno, sino son muchos. Sin embargo, no es correcto mezclar estas cosas. Lo acaban de reelegir, contra probableme­nte la opinión de Argentina y de varios estados. Las reglas del juego son las reglas del juego.w

La política de los EE.UU. hacia Cuba, la opción de sanciones unilateral­es y aislamient­o, se mostró que no funciona. Ha tenido ‘cero’ resultado”

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FOTO: GENTILEZA ALESSANDRO CURRARINO Crítico. “(El presidente argentino) escoge hacer la vista gorda respecto de Cuba, donde gobierna una dictadura por más de 60 años”, señala Vivanco.

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