Un paro de la CGT bajo el liderazgo de Ubaldini
El gremialismo peronista endurece su posición frente a la dictadura militar. La CGT Brasil (por la calle de la sede) anuncia una convocatoria a una huelga general que concretaría tres días después, el 22 de julio. Ya consolidado el liderazgo del cervecero Saúl Ubaldini, apenas unos días más tarde el joven dirigente encabezaría una marcha hacia el santuario porteño de San Cayetano en demanda de “Pan, paz y trabajo”, con un guiño de la Iglesia. Crecía el clima de reivindicaciones, en el marco de una economía en crisis. Según un trabajo del sociólogo Torcuato Di Tella, en 1981 el salario real era apenas la quinta parte de lo que había sido en la década anterior. Y la participación de los asalariados en el ingreso nacional había pasado del 49% (con Perón aún en vida) al 32% en 1976, año del golpe militar. Carlos Reutemann se acercaba a su retiro en la ultra competitiva Fórmula 1. Nadie pensaba en él como un político. Y en Polonia, en pelea electoral entre comunistas, Stanislaw Kania se afirmaría en el liderazgo. Su país era observado con celo por Moscú, por el clima de rebeldía social.