Eso que llamamos una historia de superación
Basada en hechos reales, Sam Bloom sufrió un accidente que la dejó postrada. Actúa Naomi Watts.
Drama. Australia, 2020. 95’, SAM 13. De: Glendyn Ivin. Con: Naomi Watts, Andrew Lincoln, Griffin MurrayJohnston, Jackie Weaver. Disponible en: Netflix
La historia de Sam, Cameron, su familia y Penguin es real. Se reflejó en un libro escrito por Cameron, que se convirtió en best seller, y que ahora estrena Netflix, con Naomi Watts y Andrew Lincoln (The Walking Dead).
Los Bloom lo tenían todo. Australianos, viven en una casa alucinante, con vista al océano, atardeceres increíbles, una enorme cama elástica en el parque. Samantha y Cameron se llevan de diez. Se conocieron en la playa, de adolescentes, y están juntos desde entonces. “Todo era prácticamente perfecto, pero llego el año pasado”, dice Noah, el mayor de sus tres hijos, que no debe pasar los 12 años.
Y si ustedes, cuando llega el momento de decidir adónde ir de vacaciones en familia, están entre Mar del Plata o las sierras cordobesas, los Bloom se plantearon ir a Disneylandia (el deseo de los chicos) o Tailandia, el destino que querían los padres.
No hubo ganador por mayoría, y fueron a Tailandia. Y de la nada, Sam cae desde una terraza alta. Ya se verá cómo, pero es un accidente del que queda paralizada de la cintura para abajo, porque se rompió la sexta vértebra torácica (T6). Desde que regresó a su casa en Australia, Sam está enojada con la vida, con ella, con la silla de ruedas que debe usar para movilizarse. Ama el océano, pero no se anima a salir de debajo de su techo, ni siquiera al parque.
Encerrada, y no solo en la casa, Sam se siente otra. No ésa que sonríe surfeando olas en los cuadros, en las fotos tomadas por Cameron colgadas en la pared.
Como dijimos, Penguin Bloom está basada en hechos reales, y es así que los chicos sí van a la playa, y encuentran un pichón de urraca, herido. Es negro y blanco, y por eso lo llaman Pingüi. Es el Penguin Bloom del título que juega con el Señor Morfi, un pequeño peluche de Noah, el hijo que se siente responsable porque fue él quien llevó a la mamá a aquella terraza en Tailandia.
Y así como Sam ya no puede caminar, Penguin se anima a pegar saltitos, pero no vuela. “No podía volar, tal vez porque nosotros no lo hacemos” es el razonamiento de Noah, que entiende que una familia es el sostén de todo. De un ave, de un hijo, de una madre postrada.
Penguin Bloom es una historia de superación. ¿Que es una película manipuladora? Seguro. Pero también, una película emotiva, a la que Naomi Watts y Andrew Lincoln -qué difícil se hace no ver en su rostro los gestos de Rick Grimes, su personaje en The
Walking Dead- le ponen tanta garra que en verdad parecen una pareja de la vida real.w