“Debemos reclamar ahora por la calidad educativa”
personas descubren a lo largo de los procesos de socialización que la vida en sociedad es un bien fundamental, que este es requerido por su misma plenitud y junto a otros el individuo teje redes vinculares.
Los vínculos son esenciales en los ámbitos de la socialización de nuestros niños y jóvenes: la familia, la escuela y el mundo del trabajo, pueden aplastar o potenciar un proyecto y son imprescindibles para la construcción de la subjetividad. Y es justamente aquí donde cobra un papel fundamental la escuela. Esa institución como el lugar donde se imparte la educación sistemática, donde pasan cosas que no suceden en los hogares. Ese territorio de vinculación temprana, donde los niños del nivel inicial desarrollan habilidades cognitivas y sociales y los adolescentes comprenden la importancia de lo que significa prepararse para ser buenos profesionales, y ser buenas personas. En el contexto de cuarentena, la escuela ha sido puesta en valor, en el pedido de padres y alumnos que reclaman por el vínculo pedagógico y afectivo. Las instituciones educativas con sus espacios y su trama vincular influyen en el rendimiento académico.
El retorno a las clases presenciales es un reclamo de la sociedad que puso de manifiesto el valor de la escuela, el vínculo docente-alumno y las deficiencias del Sistema Educativo. Como ciudadanos comprometidos de la educación de las futuras generaciones, debemos reclamar por la calidad educativa. La Ley de
Educación Nacional N° 26.206 tiene como objetivo una educación de calidad para una sociedad más justa. La inversión en capital humano debe ser el plan principal de la Argentina para lograr el desarrollo y la equidad social. La pregunta es: Educación: ¿prioritaria y de calidad o funcional?
Elizabeth Kloster eliklos@yahoo.com.ar