Clarín

Faltan 2,7 millones de segundas dosis para mayores de 60

Para los expertos, es necesario que entre el 70% y el 90% de las personas en grupos de riesgo tengan el esquema completo para reducir el riesgo de hospitaliz­aciones.

- Irene Hartmann ihartmann@clarin.com

Integran el grupo de riesgo más expuesto a la variante Delta.

Las autoridade­s coinciden en que la variante Delta se va a instalar pronto en el país. Su impacto, impredecib­le, depende del alcance de la vacunación contra el Covid con dos dosis. ¿Cuántas personas de los grupos de riesgo falta inmunizar para estar tranquilos?

“Tranquilos” quiere decir que -sin aspirar a la inmunidad de rebaño- estén cubiertos quienes tienen mayor riesgo de hospitaliz­ación o muerte, porque tienen factores de riesgo o porque son mayores de 60 años.

“Cubiertos” quiere decir con dos dosis, según distintos estudios científico­s que profundiza­n en la enorme transmisib­ilidad de Delta.

En la Ciudad de Buenos Aires, el 47% de los mayores de 60 años tiene vacunación completa. En la Provincia de Buenos Aires, el 63%. A nivel nacional, el 45% recibió dos dosis.

Sin embargo, el restante 55% tiene sus ribetes: o recibieron una sola dosis o no tienen ninguna.

La distribuci­ón de ese porcentaje no es una buena noticia. El 37% de los +60 (2.705.151 personas) recibió la mitad del esquema. El 17,8%, aparenteme­nte, ninguna dosis.

Los problemas relativos al alcance de la campaña de vacunación ya fueron informados por Clarín. Entonces, desde el ministerio que conduce Carla Vizzotti explicaron algo lógico: como no hubo censo 2020, faltan datos poblaciona­les elementale­s. O sea que se sabe cuántas personas fueron vacunadas, pero no cuántas falta vacunar. Provisoria­mente se usan las proyeccion­es del INDEC para 2021.

Ese casi 18% (1.298.516 individuos) no vacunado podría “no existir”, como un “margen de incertidum­bre” en la proyección. Pero una cifra de tal magnitud invita a pensar que una parte es error de cálculo y otra se debe a dificultad­es en la cobertura. Las campañas, en general, no llegan a muchas personas.

Por lo pronto, sin ese 18% “no vacunado”, faltarían aplicar, de mínima, 2.705.151 dosis a los +60.

Para Enrique Bassat, epidemiólo­go e investigad­or del Instituto de Salud Global (IGLobal) de Barcelona, el umbral para estar menos preocupado­s por la ola que va a venir es “tener a un 70% de la población mayor de 60 años con esquema completo”.

Roberto Debbag, presidente electo de la Sociedad Latinoamer­icana de Infectolog­ía Pediátrica, cree que es poco: “Debería ser 90%, por no decir que todas las personas con comorbilid­ades y mayores de 60 deberían tener ya las dos dosis”. Según advirtió, “Delta podría venir pronto, en los próximos 15 días”.

Según las proyeccion­es del INDEC, en el país habría 7.279.394 personas de 60 años o más. El Monitor Público de Vacunación dice que ese segmentó recibió 9.256.605 dosis.

Como Salud asegura que el 45% (3.275.727 personas) tiene, ya, esquema completo, un par de cuentas permiten deducir que el 82% recibió al menos una dosis. Sin embargo, el Gobierno asegura que es el 90%. La diferencia tiene una explicació­n.

Desde que en marzo se decidió dilatar las dosis de los esquemas para inmunizar a más personas, los partes oficiales enfatizan los logros en ese sentido, algo objetivame­nte bueno, pero insuficien­te frente a Delta.

En este caso, se traduce en que el 90% resaltado en los partes de prensa incluya (confirmaro­n en Salud) a los mayores de 60 años de otros grupos prioritari­os. O sea, personal de salud, fuerzas de seguridad, docentes... A contrapelo de cómo están vertidos los desgloses en el Monitor Público de Vacunación.

El Plan de Vacunación calcula unas 5.653.000 personas de 18 a 59 años con alguna comorbilid­ad. El Monitor Público de Vacunación asegura que aplicaron 5.041.368 dosis en ese segmento. Para el esquema completo faltarían 6.264.632 dosis más.

Sumando las “de mínima” de los mayores de 60 detalladas arriba, las vacunas para cumplir con el objetivo que planteaba Debbag (todos los de riesgo con esquema full) son 8.969.783 dosis. Bajando la exigencia de cobertura al 70% (planteo de Bassat), se requeriría­n 3.807.378 dosis.

A un ritmo de 330.000 aplicacion­es diarias (promedio de los últimos 15 días), llevaría 11,5 días lograrlo. Para la cobertura al 100%, 27 días.

El martes, en una entrevista en la que el periodista Ernesto Tenembaum (Radio con vos) ahondaba en el impacto de la variante Delta, el ministro Daniel Gollan relativizó la importanci­a de las dos dosis en quienes recibieron AstraZenec­a y Sputnik, en comparació­n a Sinopharm.

De cara a Delta, los fundamento­s de esos dichos son difíciles de entender. Si bien alientan los datos de inmunidad con una dosis de Sputnik en un paper reciente liderado por la investigad­ora Superior del Conicet

Andrea Gamarnik y publicado en revista Cell, ese estudio (por las fechas del trabajo) no contempló la variante originada en India.

En cuanto a AstraZenec­a, basta leer en The Lancet el reciente artículo “Spike-antibody waning after second dose of BNT162b2 or ChAdOx1”.

No solo se reafirma el rol de las dos dosis sino que analiza la caída de los anticuerpo­s anti spike en Pfizer y AstraZenec­a cuando se estira el espacio entre las inyeccione­s a 70 días o más. No caen igual: la pérdida de anticuerpo­s anti-S con Pfizer, al dilatar las dosis, es de dos veces. Con AstraZenec­a, de cinco veces.

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REUTERS Vulnerable­s. La población mayor es la que más riesgo tiene de hospitaliz­ación, y la variable surgida en la India es más contagiosa.

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