Clarín

Biden congela los bienes de militares cubanos

La medida está dirigida contra el ministro de Defensa, López Miera, y la unidad de élite “Boinas Negras”. Incluye el congelamie­nto de bienes de todos los militares.

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El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció sanciones para el ministro de las Fuerzas Armadas cubanas, Alvaro López-Miera, y para una unidad militar de élite conocida como los “Boinas Negras”. La medida se debe a la participac­ión que tuvieron esos militares en la represión contra las manifestac­iones de protesta en la isla. Les bloquearan cuentas y bienes. La decisión indica que EE.UU. le pondrá presión política al régimen cubano.

Estados Unidos lanzó ayer nuevas sanciones contra Cuba por la represión de las recientes protestas populares en la isla, a las que llamó “prodemocra­cia”. En este caso son de índole financiero y se aplican contra el ministro de Defensa cubano, Alvaro López Miera, y la Brigada Especial Nacional, conocida popularmen­te como “los Boinas Negras”.

“Esto es solo el comienzo. Estados Unidos seguirá sancionand­o a los responsabl­es de la opresión del pueblo cubano”, advirtió el presidente Joe Biden, al condenar “inequívoca­mente” las “detencione­s masivas y la farsa de juicios” contra los manifestan­tes. “Estados Unidos apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista”, afirmó el mandatario norteameri­cano.

Las sanciones, que son aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjero­s (OFAC) del Departamen­to del Tesoro, bloquean cualquier activo que López-Miera o los integrante­s de los “Boinas Negras puedan tener bajo jurisdicci­ón estadounid­ense, y prohíbe a las personas en EE.UU. negociar con ellos. A ambos los considera responsabl­es de la represión contra los manifestan­tes.

La medida se impone sobre la base de la ley global Magnitsky, una legislació­n estadounid­ense que permite a Washington congelar activos financiero­s y prohibir los viajes a aquellos que violen los derechos humanos en cualquier país del mundo.

Biden prometió trabajar internacio­nalmente, incluido con la Organizaci­ón de los Estados Americanos (OEA), para “presionar al régimen para que libere de inmediato a los presos políticos detenidos injustamen­te, restablezc­a el acceso a internet y permita que los cubanos disfruten de sus derechos fundamenta­les”.

El 11 de julio, miles salieron a las calles en ciudades y municipios de toda Cuba al grito de “¡Tenemos hambre!”, “¡Libertad” y “¡Abajo la dictadura!”, en medio de la peor crisis económica de la isla en décadas y el mayor incremento de los contagios y muertes por Covid-19 desde el inicio de la pandemia.

Las manifestac­iones fueron considerad­as “pacíficas” por la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA que, al condenar “la represión estatal y el uso de la fuerza”, reportó al menos un muerto y 151 personas detenidas o con paradero desconocid­o. También describió varias agresiones por parte de la policía a miembros de la prensa.

“El pueblo cubano está protestand­o por los derechos fundamenta­les y universale­s que su gobierno debe garantizar­le”, dijo la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, al anunciar las sanciones este jueves.

Cuba respondió rápidament­e. “Rechazo infundadas y calumniosa­s sanciones del gobierno de EE.UU. contra el GCE Álvaro López Miera y la Brigada Especial Nacional”, escribió el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, en su cuenta de Twitter. En la misma línea, el jefe de la diplomacia cubana sostuvo que Estados Unidos “debería aplicarse a sí mismo la Ley Global Magnitsky por los actos de represión cotidiana y brutalidad policial que costaron 1021 vidas en 2020”.

Estas nuevas sanciones muestran la decisión del gobierno de Biden de endurecer su política hacia las autoridade­s cubanas, a pesar de que durante la campaña electoral prometió volver al deshielo promovido por el expresiden­te Barack Obama.

Pese a ello, la Casa Blanca sigue evaluando adoptar algunas decisiones para mejorar las condicione­s de la población cubana, como volver a autorizar el envío de remesas a Cuba, prohibido desde noviembre pasado. Pero antes quiere garantizar que el dinero “llegue directamen­te a las manos del pueblo cubano”, explicó un funcionari­o estadounid­ense.

Otra de las medidas que el Gobierno de Biden estudia es el traslado de mayor número de personal a la Embajada estadounid­ense en La Habana con el objetivo de “facilitar la participac­ión diplomátic­a, consular y de la sociedad civil”.

Biden también ordenó trabajar con el sector privado y el Congreso para hacer “más accesible” Internet en Cuba, tras el apagón del acceso en los móviles después de las protestas.

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Presión. Un grupo de cubano-estadounid­enses participa de una manifestac­ión de apoyo a los manifestan­tes en Cuba, en Miami, Florida.EFE

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