Investigan si uno de los detenidos fue el “entregador” del contador asesinado
Se trata de Ezequiel Morato (24), uno de los cuatro acusados por el crimen de Gonzalo Calleja en Paraná.
Después de una jornada accidentada, los cuatro detenidos por el crimen de Gonzalo Calleja (29) en Paraná -capital de Entre Ríos- fueron indagados. Sólo Alberto Enrique Osuna (34) declaró, mientras que Ezequiel David Morato (24), Ramiro Daniel Colman (23) e Iván Elías Garay (28) hicieron uso de su derecho y se negaron.
Mientras esperan que se reanude la audiencia del Juzgado de Garantías, en la que se resolverá el pedido de prisiones preventivas, los investigadores del caso continúan recolectando información para robustecer la acusación.
La citación del miércoles pasado tuvo que ser suspendida porque Osuna manifestó haber sido diagnosticado con coronavirus el 15 de julio, cuatro días antes de que se produjera su detención. Ante la falta de información de todas las partes respecto de su estado de salud, los funcionarios judiciales tuvieron que pasar a un cuarto intermedio para definir los protocolos sanitarios correspondientes, en medio de la pandemia.
Finalmente descubrieron que Osuna ya había cumplido con su período de contagio porque sus síntomas habían empezado el 8 de julio. Sin embargo, como la hipótesis de la Fiscalía apunta a que los cuatro actuaron en el crimen de Calleja, cometido el 14 de julio, decidieron testearlos por sospecharse del contacto estrecho.
Por el momento se espera el resultado de los hisopados y la audiencia fue reprogramada para las 19 de ayer. En esa instancia, el fiscal Santiago Alfieri expuso la evidencia para solicitar las prisiones preventivas.
Entre ese material estarían los resultados de pericias telefónicas e imágenes de más de setenta cámaras de seguridad, que guiaron a los investigadores hacia los acusados.
Según trascendió, Morato sería el contacto de Calleja para la compra de dólares. El joven contador trabajaba en una empresa de construcción, ubicada en el centro de Paraná.
Era habitual que, como ingreso extra, realizara transacciones no registradas de moneda extranjera.
La hipótesis del crimen apunta a que no era la primera vez que la víctima coordinaba encuentros con Morato y que, en las últimas semanas, habían realizado varias operaciones. Con esa excusa -se presume- lo habrían emboscado.
Después del cuarto intermedio en la audiencia del miércoles, el fiscal Alfieri tomó declaración indagatoria a los cuatro imputados. Únicamente Osuna decidió declarar. Fuentes del Ministerio Público Fiscal confirmaron a Clarín que “manifestó no estar involucrado en el hecho” y negó haber participado del crimen.
Como coartada, el detenido indicó haber estado realizando el aislamiento, producto de su diagnóstico de Covid 19, y entregó un teléfono celular para que sea peritado. También dijo tener cámaras de vigilancia en su casa, con el propósito de poder, con eso, probar que no salió de allí el día en que fue cometido el crimende Calleja. Todos estos elementos -confirmaronestán siendo analizados por los investigadores.
Los cuatro acusados tienen antecedentes judiciales por distintas causas. Osuna, cumplió una condena, en el marco de una causa por narcotráfico y por robo. Por su parte, Garay está señalado por el robo a una estación de servicio de Paraná, de la que se llevaron un millón de pesos.
Fuentes de la investigación indicaron que, además, tienen prontuarios por tentativa de homicidio, abuso de armas y privación ilegítima de la libertad. Los policías, que lograron llegar a ellos por los movimientos con autos identificados por las cámaras de vigilancia, especulan con que se trata de una banda de “escruchantes”, que ingresan a propiedades desocupadas para cometer robos. Esta vez apuntaron contra Calleja y el robo terminó en crimen.
Gonzalo Calleja había desaparecido el miércoles 14 de julio, después de salir de su trabajo en una empresa para realizar una transacción por 6 mil dólares en uno de los barrios más “conflictivos” de Paraná, donde se repiten las noticias de ajustes de cuentas, allanamientos en el marco de causas de drogas y heridos en medio de peleas entre bandas.
Los amigos de Calleja notaron su ausencia después de que no se presentara a una reunión para ver por televisión el partido que River jugó por la Copa Libertadores contra Argentinos Juniors. Tampoco acudió al
Los sospechosos formarían parte de una banda dedicada a robar en casas deshabitadas.
encuentro con otro amigo, con el que había coordinado concurrir al gimnasio alrededor de las 18.
Se investiga lo que ocurrió entre esa hora del miércoles y la tarde del jueves, cuando el cuerpo de Calleja fue hallado entre la maleza de un campo de trigo en la esquina de Báez y Montiel. Lo detectaron dos personas que pasaban ocasionalmente por ese lugar, ubicado a unos 8 kilómetros de donde encontraron su auto.
Calleja era contador, jugó al básquet en el club Echagüe y era parte de una familia muy reconocida en la ciudad. Lo despidieron este fin de semana en el cementerio de Paraná.w