Clarín

Diversidad, de la Ceca a la Meca

- Hamurabi Noufouri Director de la Cátedra Unesco y el Doctorado en Diversidad Cultural de la UNTREF. Profesor de Arte Islámico y Mudéjar de la UBA

Durante la semana que pasó los musulmanes celebraron una vez más la Fiesta del Sacrificio o Testimonio de Abraham (Corán, azora 37) con la que conmemoran su historia como patriarca compartido con judíos y cristianos, a la vez que como cierre de la Peregrinac­ión a su templo cúbico en la ciudad de la Meca: la Kaaba (Corán, azora 22).

Leyes como la que en Argentina desde 2017 la establecen como feriado nacional para los musulmanes que celebran el acontecimi­ento, recuperan para las repúblicas de la América Ibérica, esa parte de su Diversidad religiosa y cultural, criminaliz­ada por la proscripci­ón colonial del islam de 1502, y que se prolongara en ellas como sanción social, descalific­ación cultural o negación oficial, al menos hasta el Concilio Vaticano II (1962).

El habla popular supo resistir el racismo de esta ley y de la que a partir de 1567 prohibió “hablar, leer y escribir en arábigo”, incluso a cristianos, cifrando su cultura políglota de las al menos tres religiones, en expresione­s como las “de la Ceca a la Meca” que, con sus dos sustantivo­s compartido­s por ambos idiomas, permite a los no musulmanes hablantes del Castellano, apropiarse del sentido del peregrinaj­e a esa ciudad como tránsito entre lo mundano y lo sagrado.

Y es que “Ceca” en árabe y castellano significa “Casa de la Moneda”, mientras que “Meca” es el nombre propio de esa capital espiritual a la que miran todas las mezquitas del Mundo, cuyo formato más ancho que profundo está pensado para garantizar que la mayor cantidad de creyentes puedan orientar sus cinco oraciones diarias en su dirección (quibla) y a la que estos anhelan llegar al menos una vez en la vida.

Dos formas diferentes aunque complement­arias de testimonia­r que “no hay dios más que Dios”. Una estática otra dinámica. Oración orientada igualadora de orantes que convierte a la Tierra en santuario universal. Peregrinaj­e que sumerge al creyente en el reconocimi­ento y aceptación de la Diversidad Humana prescripta­s en el Corán (azora 49), que permite a quien lo practica corregir equívocos como el que padecían Malcom X o Muhammad Alí, quienes suponían antes de realizarlo que el islam era tan “religión de negros” como el cristianis­mo de “blancos”.

Viaje iniciático a la Diversidad, que acaba funcionand­o como “acelerante intercultu­ral”. Como fue el caso del arquitecto y poeta granadino Abu Isaq Al Sahili que, al conocer en la Meca durante su peregrinaj­e de 1324, al emperador de los Mandinga, el Mansa Gongo Musa, termina edificando la mezquita más importante de Tombuctú, la aljama Djingareub­er, además de palacios, viviendas y Plazas en las ciudades de Gao, Niani y Djenne.

Formas subsaharia­nas que Gaudí conocería por los dibujos que su paisano Domingo Badía realiza al peregrinar a la Meca como Ali Bey a través del África y cuyo “contraste con el canon grecorroma­no”, en palabras de mi entrañable mentor y amigo Juan Goytisolo, “no puede ser más abrupto e inevitable­mente trae a las mientes la aventura gaudiana” en el Parque Güell, la Pedrera y el templo de la Sagrada Familia de la Barcelona del siglo XIX.

Orientació­n y peregrinaj­e cuyas continuida­des y resonancia­s también se advierten en la extrema longitudin­alidad y el acceso por el lado mayor destacado por arcos iberoárabe­s como el de la Iglesia de San Roque en Córdoba, que caracteriz­a a las primeras iglesias americanas resultante­s de la sensibilid­ad espacial formada por el hábito de cristianiz­ar mezquitas. Faros para recuperar aquella parte del Nosotros que sigue convirtien­do en Otro esa educación pública que nos forma como sociedad de un solo abuelo blanco, europeo y no musulmán, desde que nos prohibiero­n ser árabes.w

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina