Un equipo que sufre el “mal del segundo tiempo”
La tabla de posiciones le hace un guiño al Independiente de Julio Falcioni que, con un plantel corto, retornó al triunfo ante Huracán y sigue de cerca a los de arriba. Sin embargo saben en el vestuario que para dar pelea hasta el final hay cuestiones a resolver. Y una de las principales preocupaciones pasa por el mal de los segundos tiempos que sufre el equipo de Avellaneda.
La postura de Independiente cambió en la temporada. El entrenador abandonó el esquema con cinco defensores que había utilizado en el primer semestre y entrenó en la pretemporada con el 4-2-3-1 que implementa acompañado de una intención de salir a presionar y dominar.
Un equipo más protagonista se ve en el campeonato. Y mal no le va. Pero esa idea de ir al frente no tiene una continuidad después de los entretiempos. En el Tomás Adolfo Ducó le ocurrió. Independiente dominó los primeros 45 minutos, generó situaciones claras, hizo figura a Marcos Díaz y consiguió el 1-0. No obstante, en el complemento no mostró esa intensidad y se vieron sus líneas mucho más cerca de Sebastián Sosa. La pelota le quedó a Huracán, que no supo cómo vulnerar la cerrada defensa adversaria. Algo similar se había visto en el Monumental, pero allí la suerte no fue la misma. Después de un buen inicio River pasó a adueñarse del balón en la etapa final y logró empatarlo.
¿Por qué modificar algo que da resultado? ¿Por qué cambiar cuando algo sale de un modo positivo? ¿Será una orden de Falcioni o una cuestión inconsciente de los jugadores para defender la diferencia?
Por una causa o la otra, en Independiente saben que las segundas partes no son buenas. Y que eso es algo a corregir para dar pelea.w