Scola asumió como CEO de Varese, pero no descartó jugar
“Soy jugador de basquet y es mi pasión”, explicó cuando dijo que, de ser necesario, dará una mano desde el parquet.
Luis Scola dejó atrás su carrera como jugador. ¿La dejó atrás? Nunca hizo un anuncio oficial, no publicó una despedida en las redes o algo por el estilo. No sorprende: es una característica saliente del ex capitán de la Selección no hacer grandes aspavientos ante una situación, por más extraordinaria que sea. Apenas dejó una publicación al confirmar su retiro de la Selección argentina tras los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero sí dio el siguiente paso de su vida al ser presentado como CEO (o director ejecutivo) de Varese, último club en el que jugó.
La pregunta retórica de la primera línea, claro, tiene que ver con algo que dijo el propio Luifa cerca del final de su presentación como directivo.
Scola se permitió bromear con una de sus últimas respuestas. Y dijo: “No dejé de jugar y voy a seguir jugando para el equipo este año, ¿cuál es el anuncio que...? No, no -aclaró riéndose-. Seguramente jugaré porque me alegra los días: jugaré con mis hijos, con los juveniles, incluso con el primer equipo si hubiera algún problema con algún jugador que no puede estar. No puedo jugarlo al nivel del profesionalismo de antes, pero me gusta y voy a seguir en forma porque me gusta también”.
Más allá del chiste, el ex ala pivote fue claro. “Soy jugador de basquet y es mi pasión. Pero no fue tan difícil dejar de hacerlo, fue natural -explicó-. Me gusta jugar, los partidos son lindos, cuando se juega bien y se gana es lindo, pero el día a día se había vuelto un poco difícil para mí. Mi cuerpo no reacciona de la misma manera y tengo que hacer tantas cosas para jugar al nivel que quiero que eso se convirtió en algo que no disfruto tanto. Así que fue natural y me siento tranquilo de no jugar más. La parte de los partidos y la competencia no, pero la semana, los entrenamientos se habían vuelto difíciles”.
Lo importante, de todos modos, era la presentación en el rol que ejercerá durante los próximos años. Luis y la plana mayor de Pallacanestro Varese se mostraron en Villa Calmia, un exclusivo recinto de eventos en Galliato Lombardo, un coqueto paraje a menos de 15 minutos del centro de Varese y frente al lago que lleva el nombre de la ciudad.
Un lustro. Ese es el plan inicial de Scola para el proyecto que piensa encabezar. ¿La razón? “En menos tiempo creo que no se puede hacer; los primeros resultados se verán a partir del tercer o cuarto año”, explicó. Y aseguró que en el primer año no hará cambios porque el manager Andrea Conti ya había hecho el trabajo para la temporada actual incluso eligiendo un entrenador. “Luego veremos poco a poco qué retocar y mejorar con el tiempo”, explicó en su ya totalmente fluido italiano (vive en ese país desde fines de 2019).
Scola asumió el desafío con ganas a sabiendas de que su situación cambió diametralmente apenas cruzó de la vereda del jugador a la de la dirigencia. “Un amigo me llamó y me dijo que ayer era el más viejo en mi trabajo y hoy soy el más joven en el nuevo”, razonó antes de agregar: “Quiero devolverle al puesto ejecutivo una máxima que siempre mantuve como jugador: aprender algo todos los días”.
Y lo ejemplificó con algo que vivió en su despedida: “Antes del último partido de los Juegos Olímpicos mi entrenador Sergio Hernández, quizá el más importante de mi carrera, me hizo pasar por una sesión de 15 minutos de fundamentos. Hasta el último día hay algo que aprender, mejorar, corregir. En la cancha tuve mucha experiencia, pero acá estoy debutando”.
Además de no descartar ingresar a la sociedad del equipo como accionista (no lo hizo pese a que conversó largo y tendido con los dirigentes sobre el punto), Scola aclaró hacia dónde apuntará en su gestión y ello no sorprende porque siempre la NBA fue un faro para él.
“Es inevitable mirarla; el basquet de todo el mundo debería hacerlo”, aseguró sin dejar de mencionar que Olimpia Milano, club vecino y en el que también jugó, será otra de sus referencias.