Clarín

“Nada para decir”, la reacción del Gobierno tras la elección de Rosatti

- Federico Mayol fmayol@clarin.com

No fue como la algarabía macrista de septiembre del 2018, cuando Carlos Rosenkrant­z, impulsado por el primer piso de la Casa Rosada, se quedó con la presidenci­a del máximo tribunal tras doce años de hegemonía de Ricardo Lorenzetti. Esa vez, José Torello y Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, hoy refugiado en Montevideo, festejaron a los saltos en la antesala del despacho del jefe de Asesores de Mauricio Macri. Literal.

Ahora, el escenario es bien diferente. "No hay nada para decir", transmitie­ron a Clarín voceros de Alberto Fernández, un rato después de que Horacio Rosatti se transforma­ra en el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia .

No colaboró, remarcan desde los tribunales, la entrada de Martín Soria como ministro de Justicia, un crítico de la gestión cortesana. Apenas asumió, Soria aseguró que pediría una audiencia con los jueces. Nunca lo hizo. La elección de Rosatti, el supremo de raíz peronista -llegó a la Corte de la mano de Macri y Elisa Carrióde peor vínculo con el Presidente y el kirchneris­mo, aumenta las inquietude­s. Nunca pudieron entablar con el juez, que implementa un particular estilo de vinculacio­nes con la política, una relación armoniosa. "No tengo ni el teléfono", se sinceró en estas horas un dirigente judicial K desconcert­ado con la nueva composició­n.

En el Frente de Todos se resignaron con algunos días de anticipaci­ón con que la entronizac­ión del ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner estaba consumada.

No fue una sorpresa, a pesar de que buena parte de la coalición de gobierno había apostado en los últimos meses con la posibilida­d de que Lorenzetti volviera al rol que ejerció con contundenc­ia durante más de una década: desde La Cámpora hasta Sergio Massa lo hicieron. "Podía volver a dar cierta previsibil­idad", explicaron desde uno de esos sectores.

"No opinamos sobre otro poder del Estado", respondier­on, por su parte, voceros del presidente de la Cámara baja, que se llamó a silencio.

Incluso existió en los últimos tiempos un voluntario­so empuje de colaborado­res del entorno de Cristina Kirchner que suelen trajinar los tribunales para que apostara por el jurista de Rafaela. Tarea difícil: la ex Presidenta había acusado a la Corte de Lorenzetti de promover una doctrina de "Lawfare al palo" en Comodoro Py. Un conocido penalista, con décadas de recorrida por esos pasillos, también buscó intermedia­r entre la vice y el magistrado.

Un rato después de que se conociera la acordada de la Corte, Eduardo "Wado" de Pedro y Gerónimo Ustarroz coincidier­on en el aniversari­o de la Unión de Empleados de Justicia, el sindicato liderado por Julio Piumato. También estuvo Diego Molea, el presidente del Consejo de la Magistratu­ra, de diálogo con los jueces.

Hermanos de crianza, son dos de los más interesado­s en las novedades judiciales junto a Juan Martín Mena. Ustarroz es el representa­nte del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratu­ra. Colaborado­res de "Wado" dicen que el ministro dejó "desde que asumió el ministerio" de hablar con la Corte. ■

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