Una mirada profunda
Profesora en Filosofía por la Universidad Nacional del Nordeste y doctora en Estética por la Universidad de París. Se desempeñó como profesora asociada de la cátedra de Estética de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Es Profesora Emérita de la Universidad del Salvador. Miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes, de la Asociación Argentina de Críticos de Arte y de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Entre sus libros figuran: La levedad del límite, Estética. La cuestión del arte, Cinetismo y neocinetismo, Cuestiones de arte contemporáneo y Estéticas de lo extremo.
diferencia del psicótico que está poblado de existencias improbables, que es sede de una “pajarera de fenómenos”, el artista produce -a través de la metáfora- una articulación de la plenitud de sus experiencias con la propia experiencia del receptor. Pone en figura la verdad de una existencia, sus razones más profundas. -El mundo en que vivimos (ya no el del arte) parece cada día más reactivo y literal, ¿puede ser el arte una vía para recuperar la capacidad metafórica que necesita el pensamiento para ser crítico? -Aun las obras más realistas, aun las más literales o documentales, nos dan imágenes del mundo y por esto también pueden ser metafóricas. Hablan de la necesidad de ver directamente y así remiten a un mundo mediatizado, es decir que dan imagen de un aspecto muy importante de nuestra cultura. Si bien la metáfora es una de las vías principales de visibilización del mundo, no es la única. Otras figuras retóricas, como la ironía o la sinécdoque (por la cual el todo es nombrado por una de sus partes) también lo hacen. La metáfora, en los últimos tiempos, se combina con diferentes figuras retóricas. En las manifestaciones que recordaban el asesinato de George Floyd, la expresión “No puedo respirar” no sólo expresaba metafóricamente la situación de los que no pueden respirar en un mundo que discrimina y condena. También incluía la sinécdoque al ser Floyd parte real de lo que se denunciaba. Así, al carácter ficcional de la metáfora se sumó la puesta en foco de la realidad del hecho denunciado. Para recuperar el estado crítico del pensamiento es imprescindible rescatar la capacidad de percibir y sentir, es decir, la capacidad estética. En ella encontramos una de las bases del pensar auténtico, al que la metáfora, precisamente, se dirige. ■