El MET abre la temporada con una obra de un compositor negro
Se trata de “Fire Shut Up in My Bones”, una historia muy dura musicalizada por el Terence Blanchard.
Desde hace tiempo, el respeto por la diversidad es uno de los temas que ocupan un lugar privilegiado en la agenda de muchas de las grandes usinas artísticas, a nivel planetario. Y en ese sentido, la Metropolitan Opera House de Nueva York aparece decidida a dar un gran paso, a partir del próximo lunes.
Charles Blow recuerda haber estado entre el público en el estreno de la ópera basada en sus memorias, Fire Shut Up in My Bones, y ver la escena que retrata el abuso sexual que sufrió cuando era niño a manos de un primo mayor.
“Para ser honesto”, dijo. “Era más incómodo ver a todos viéndome, porque estaban tan alterados por el hecho que se preocupaban por mi reacción”. Pero no necesitaban preocuparse, dijo Blow en entrevista. “Cuando escribí el libro ya había lidiado con todo eso”, dijo. “No tengo el trauma residual que mucha gente espera que tenga”.
La primera en varios frentes
Ahora, Blow, un columnista del diario The New York Times, estará nuevamente entre el público cuando la obra estrene la temporada de la Ópera Metropolitana este lunes 27 de septiembre. Será la primera interpretación operística en el teatro desde que la pandemia bajó el telón hace 18 meses.
Otro hito es el hecho de que Fire..., con música original del trompetista de jazz y compositor Terence Blanchard, será la primera ópera de un músico negro presentada en la Met en sus 138 años. "Claro que uno se llena de orgullo de ser etiquetado así”, dijo Blanchard tras un ensayo la semana pasada. “Pero también hay una sensación de, no culpa, pero sí lástima porque no soy el primero que tenía las calificaciones para hacerlo”. Por ejemplo, dijo Blanchard, él estuvo en la Ópera de San Luis (OTSL por sus siglas en inglés) este verano, donde Fire... se estrenó en 2019, y escuchó una interpretación de Highway 1, una ópera de un acto del compositor negro William Grant Still estrenada en 1963. “Estaba ahí escuchándola”, dijo. “Y pensé, ¿por qué no podría estar esto en la Met?”.
Blanchard dijo que el director artístico de la OTSL, James Robinson, lo había impulsado a componer otra ópera después de que su primera,
Champion, basada en la vida del boxeador Emile Griffith, fuera estrenada ahí en 2013. Entonces su esposa, Robin Burgess, le recomendó leer la autobiografía de Blow, algo que le tocó varias fibras de Blanchard.
En su libro, Blow, de ahora 51 años, describe cómo creció en la pobreza siendo un niño tímido y sensible en la Luisiana rural con cuatro hermanos machistas, un padre bebedor y mujeriego y una madre tierna y trabajadora que llevaba una pistola en su bolso.
“Lo que me atrajo a esta historia era la noción de estar aislado y ser diferente dentro de tu propia comunidad”, dijo Blanchard, quien nació en Nueva Orleans. “Supe mucho de eso al crecer, quería ser un músico y al caminar a la parada del bus los fines de semana, llevaba mi trompeta y usaba lentes, mientras que los otros chicos estaban jugando al fútbol en las calles. Ese no era un estilo popular”.
Para escribir el libreto, Blanchard convocó a la cineasta Kasi Lemmons, amiga suya y colaboradora frecuente. Lemmons nunca había escrito un libreto para una ópera, aunque dijo que estaba en su lista de pendientes que deseaba cumplir algún día.
“No sabía cómo era el proceso normalmente”, fue la explicación de Lemmons. “Ni siquiera sabía que el libreto era primero, pensé que la música era primero”.