Una mayor explosividad del volcán en Canarias obliga a nuevas evacuaciones
Se abrieron dos bocas nuevas y emana más lava. Se suspendieron los vuelos a La Palma por la lluvia de cenizas.
El volcán de la isla española de La Palma presenta dos nuevas bocas eruptivas de las que manan coladas de lava y una mayor explosividad, lo que ha obligado este viernes a evacuar a los vecinos que aún permanecían en tres de las zonas más amenazadas.
También provocó la suspensión de los primeros vuelos, según informaron las autoridades aeroportuarias españolas. “Las compañías aéreas han suspendido sus vuelos con origen/destino La Palma”, anunció en su página web AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) en referencia a siete vuelos nacionales.
La nube de cenizas fue el detonante de la decisión de aerolíneas como las regionales Binter y Canaryfly, y la nacional Iberia.
La explosividad de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que comenzó el domingo pasado, se ha intensificado y se percibe en la mayor parte de La Palma, a lo que se suma un aumento de la expulsión de material piroclástico.
Ante esta situación, la dirección del Plan Especial de Protección Civil ante Riesgo Volcánico (Pevolca) ha comenzado a evacuar a la población que aún permanecía en los barrios de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo, por lo que el número de desalojados supera ya las 5.700 personas contabilizadas anteriormente.
Unos datos en los que redundan las últimas mediciones del sistema de observación europeo Copernicus: la lava cubre 190,7 hectáreas y ha destruido a su paso 420 edificaciones y 15,2 km de carreteras, lo que supone que en solo dieciocho horas el magma ocupa 10 hectáreas más de terreno y ha devastado 30 inmuebles.
Estas cifras irán en aumento con toda probabilidad, dado que las estimaciones de Copernicus se basan en mediciones del jueves.
La columna eruptiva sigue creciendo y ya hay cenizas finas en otra isla de Las Canarias
Por otra parte, los expertos indican que la colada más avanzada -la que alcanzó la zona de Todoque, de 1.200 habitantes- prácticamente no se mueve y no se sabe si finalmente llegará al mar. Sin embargo, la que permanecía parada se ha reactivado: avanza a unos 12 metros por hora, aunque ha llegado a picos de 33 metros/hora, y transporta restos del cráter tras las explosiones del miércoles.
Las dos nuevas que fluyen desde el volcán desde esta tarde bajan aun ritmo de casi 80 metros por hora.
La columna eruptiva ha alcanzado una altura de 6 km sobre el nivel del mar y ya se detectaron cenizas finas en la próxima isla canaria de La Gomera, lo que no solo ha complicado el tráfico aéreo, sino que además ha obligado a cerrar los telescopios del Observatorio del Roque de Los Muchachos, en la cumbre de La Palma.
La sismicidad continúa en bajos niveles, aunque se siguen registrando temblores de largo periodo, asociados a la actividad explosiva. Las deformaciones del suelo siguen mostrando una tendencia estable y la estimación de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera continúa en tasas superiores a las 12.000 toneladas diarias.
Los daños que el volcán está causando en La Palma son cuantiosos, por lo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer que la isla será declarada en su totalidad “zona catastrófica” e informó de que el Ejecutivo aprobará ayudas inmediatas para los afectados.
Además, se va a comenzar a trabajar en un Plan de Reconstrucción a más largo plazo con varios frentes: desde el urbanismo y la vivienda hasta la reconstrucción de carreteras y redes de abastecimiento de energía y agua, pasando por el impulso de las renovables y la puesta en marcha de un programa de relanzamiento turístico en Canarias. ■