Nuevos “mimos” entre las dos Corea
Han regresado los mimos políticos entre la Corea del Norte del feudalismo comunista y sus primos capitalista del Sur. Suele ser complicado comprender estos acercamientos así como las rupturas, que se suceden de modo crónico. Esta vez las cosas parece incluir un paso especialmente ambicioso. Se habla de que los dos países, que después de la guerra de mitad del siglo pasado firmaron solo un cese del fuego, avancen a un tratado de paz. Acontecimiento histórico de producirse. Fue Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, un personaje que acumula poder en los bastidores de Pyongyang, quien valoró positivamente la propuesta del gobierno de Seúl de llevar adelante esa declaración pendiente de paz. El pero inevitable fue que Seúl abandone lo que ella llamó “actitud hostil” para que las partes puedan dialogar. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, un socialdemócrata fanático de la negociación y que logró nada menos que las cumbres entre Kim y Donald Trump, propuso ante la ONU un tratado de paz entre las
Corea que incluya a EE.UU. y posiblemente a China. En un comunicado este viernes de la agencia oficial norcoreana KCNA, Kim aseguró que lo dicho por Moon “es una interesante propuesta y una buena idea”, pero claro, estaba ese pero confuso. No era claro si se refería a las tensiones que se producen a veces en la frontera que marca el célebre Paralelo 38, o por los mensajes que envían los surcoreanos a sus parientes del norte con globos y otros métodos. “No tiene sentido declarar el fin de la guerra si se dejan intactos todos los elementos que pueden ser la semilla de una guerra entre dos partes enfrentadas durante más de medio siglo”, dijo Kim Yo-jong, a cargo del Comité Central del partido único norcoreano. ¿Qué puede motivar este debate? Difícil precisarlo. Seúl es aliado de Washington que ha profundizado el choque con China, padrino político de Pyongyang. Y se produce en medio de una oleada de golpes de efecto agresivos del Norte hacia el Sur y ensayos de misiles. La seducción ha sido en algún momento un truco para volver a las hostilidades. Razones no faltan. Sucede esto justo cuando se reanudan los ejercicios militares entre Corea del Sur y EE.UU. los “peros” que irritan al reino comunista de Kim. ¿Mimos o látigo?
El tratado de paz que nunca firmaron desde la guerra librada a mitad del siglo pasado