Pese a los anuncios, habrá que esperar para bailar en salones y boliches de la Ciudad
En pausa. Si bien hay protocolos con burbujas, el anuncio oficial generó confusión y nadie pidió autorización.
Los anuncios del lunes del jefe de gabinete, Juan Manzur, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, sumaron un nuevo nivel de desconcierto
para el único rubro comercial que continúa paralizado como tal: boliches y salones de fiestas. Se anunció una apertura, con aforo y ciertas medidas sanitarias, pero aún se desconoce cómo se implementará la vuelta a las pistas -las de baile- y de qué manera se controlará ese regreso. Lo concreto es que, pese a las especulaciones que se hicieron, en la Ciudad habrá que esperar y las discotecas no abrirán como tales este fin de semana.
Se espera que en los próximos días se publique el DNU que informe al respecto. Según entienden las autoridades sanitarias, son espacios de "riesgo" frente a la variante Delta. Y por eso se aguardan definiciones en cuanto a protocolos y aforos.
Días antes de este anuncio, el Gobierno porteño había actualizado protocolos y publicó en el Boletín Oficial que, por primera vez en pandemia, se podrán realizar eventos sociales con baile en espacios cerrados. Pero con requerimientos que los empresarios entienden que desnaturalizan lo que es una discoteca.
Es porque no permiten que las pistas de baile se usen como antes; se propone que estén demarcadas -con mesas, sillas, cintas adhesivas en el suelo, etc.- y con un distanciamiento de 2 metros entre los espacios. La gente solo podrá bailar son su propia burbuja, sin interactuar con otras mesas. La ocupación máxima será de 400 personas (aforo máximo del 70%), que tendrán que usar el barbijo todo el tiempo.
Pese a que este protocolo está publicado, en Capital, al menos este fin de semana, no habrá baile en discotecas y salones de eventos. El regreso quedó en stand by, debido a que el anuncio de Nación vino a desarticular al de Ciudad.
Desde la AGC (Agencia Gubernamental de Control) informaron a Clarín que no habían recibido solicitudes de habilitación. Los empresarios deben hacer el pedido primero al Ministerio de Cultura, y luego se deriva a la AGC.
Muchos de estos espacios han usufructuado el permiso otorgado por el gobierno porteño para poder trabajar como bares y restaurantes. Así han logrado mantener al flote el negocio. "Estructuras de nuestro tipo son elefantes blancos, no es fácil ponerlos en marcha. Necesitamos certezas: hay que activar la seguridad, todas las habilitaciones , personal de limpieza, heladeras, bebidas, controles. No ilusionemos a la gente", pidió Omar Capalbo, de la Cámara Empresaria de Discotecas y Entretenimiento de la Ciudad. ■