Clarín

Detienen a “Pantro” y “Popeye”, laderos de un jefe narco preso en Marcos Paz

Los dos son cercanos colaborado­res de Marco Estrada Gonzáles. Cayeron en la villa 1-11-14, en un operativo.

- Virginia Messi vmessi@clarin.com

¿Puede una organizaci­ón dedicada al narcomenud­eo controlar 7 hectáreas en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Puede hacerlo a lo largo de más de 20 años, sin interrupci­ones, pese a la detención y condena de su cúpula y de un centenar de sus integrante­s?

Marco Antonio Estrada Gonzáles (58, alias “Marcos”) logró todo eso con singular éxito, aunque lo único que quiera sea irse expulsado a Perú con su familia. Mientras completa la mitad de su sentencia trata de mantener aceitado el mecanismo de su organizaci­ón para que no le falte cash.

Su hermano mayor, Fernando (59), con quien compartió siempre el mando, está prófugo desde hace años, por lo que su capacidad operativa es limitada. Con su esposa Silvana Salazar (49) y gran parte de sus segundas líneas presos y condenados, personajes que en los orígenes de la banda eran simples vendedores o “chalecos” (seguridad) han escalado posiciones con celeridad. Aunque los puestos de venta dentro de la villa 111-14 han cambiado un poco desde los años ‘90, el packaging de la droga de “Marcos” no: la cinta negra cerrando una bolsita blanca indica pasta base y la cinta roja, “alto” o cocaína.

En cinco causas de distintas fiscalías contravenc­ionales de la Ciudad (a cargo de casos de narcomenud­eo) se secuestrar­on envoltorio­s y armas, entre ellas al menos un Fusil Automático Liviano (FAL), una escopeta y una pistola ametrallad­ora.

Ante la evidencia de que, una vez más, la organizaci­ón de Marcos Estrada Gonzáles continuaba operando en el sector de los peruanos de la villa 1-11-14 se comenzó una investigac­ión en el fuero federal -la causa 2824/2021- para unir todas las investigac­iones iniciadas por separado.

El miércoles comenzaron operativos en el asentamien­to del Bajo Flores y en Villa Celina (La Matanza), con un objetivo muy concreto: detener a los nuevos jefes “presencial­es” de la banda y dar un fin a la organizaci­ón, nacida a mediados de los ‘90.

Luego de un trabajo de recorrida e “inteligenc­ia” realizado por la División Operacione­s Metropolit­anas Sur de la Policía Federal y el aporte de un testigo de identidad reservada se llegó hasta Johnny Ray Arnao Quispe (38), alias “Pantro”, señalado como el nuevo encargado fuera de la cárcel.

La investigac­ión, hecha en conjunto por el fiscal Eduardo Taiano, la Procuradur­ía de Narcocrimi­nalidad (Procunar) y la Unidad Fiscal Especializ­ada en Investigac­ión de Delitos Vinculados a Estupefaci­entes (Ufeide), logró la detención de “Pantro” y de Dante Eduardo Vacarezza Alpiri (31), alias “Popeye”.

El juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa, firmó 22 órdenes de captura bajo el cargo de comerciali­zación de estupefaci­entes. Hubo doce detencione­s. Quienes figuran ocupando puestos jerárquico­s o de cierta importanci­a son hombres ya menciodesp­ués nados en causas anteriores abiertas contra la organizaci­ón de “Marcos”. Incluso algunos ya purgaron condena, salieron nuevamente a la calle y se reintegrar­on a sus funciones.

“Pantro”, “Popeye”, Ulises Romero Godoy (38, alias “Pitufo” o “Niño Azul”), Wilmer de la Cruz Aredo (38, alias “Mascarita”) y Víctor Hugo Pérez Raime (47, alias “Foco”) son viejos conocidos de los investigad­ores, que ahora tienen esperanzas de haber aplicado el golpe final a la banda.

“Mascarita” se hizo especialme­nte conocido luego de que se difundiera un video grabado por un vecino de la villa, en el que se lo ve siendo rescatado por algunos de sus compañeros. de que lo balearan, en el marco de una venganza supuestame­nte originada en un robo de droga.

El ataque fue durante la madrugada del domingo 20 de diciembre: cuatro jóvenes armados entraron a un bar de la manzana 22 de la villa 1-1114. De la Cruz bebía con tres amigos. Los sicarios tirotearon al grupo. Según una testigo, los atacantes fueron directamen­te hacia la mesa del fondo donde estaba “Mascarita”.

Las dos mujeres que atendían el lugar hicieron cuerpo a tierra detrás de la barra y sólo vieron a uno de los jóvenes, que tenía una capucha, escapar con el resto. “Mascarita” fue llevado al Hospital Piñero con siete balazos. Segun la investigac­ión a cargo del juez Lijo, las heridas lo dejaron en muletas, que aún usa para moverse entre los puestos de venta.

El primer indicio de “Pantro” en la banda de Marco Estrada Gonzáles data de 2010, como custodio de Oscar Lalopu Tuñoque (“Kevin”), uno de los integrante­s de la organizaci­ón condenados en mayo del 2012 por el Tribunal

“Pantro” se encargaba de la seguridad y las armas de la banda y controlaba dos “kioscos” de droga.

Oral Federal N° 3, en la causa en la que “Marcos” firmó un juicio abreviado por seis años de prisión.

En 2013, “Pantro” fue ascendido a principal encargado de la seguridad y armamento y responsabl­e de dos “kioscos” de la villa 1-11-14. En noviembre pasado, tras la condena de Marcos a 24 años de prisión que incluyó a otros 32 miembros de la banda, quedó a cargo de todo.

“Escuché que ‘Tío Manyute’ manda a los que están vendiendo y a los marcadores. ‘Pantro’ cuida que no haya desorden. Creo que vino a reemplazar a ‘Foco’ que fue detenido. ‘Jhon Paul’ vino de Perú para ordenar, organizar la villa, pero fue detenido enseguida”, había contadó en 2013 un testigo de identidad reservada.

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Final. Johnny Ray Arnao Quispe, alias “Pantro”, de 38 años.

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