En reuniones con bancos, Economía sugirió que el déficit podría ser menor
Suponen que el gasto por Covid disminuirá a medida que ceda el virus. La meta de déficit es 3,3% del PBI en 2022.
La reunión fue la semana pasada. En un salón de esa cartera, los banqueros escucharon con atención la semana pasada las proyecciones optimistas de crecimiento del 4%, inflación del 33% y déficit primario del 3,3% del PBI. Hasta que desde una silla, interrumpieron: "Che, ¿y cómo lo van a financiar?".
La inquietud dejó ver la preocupación de los hombres de negocios y la respuesta les llamó aún más la atención. El equipo de Martín Guzmán descontaba en todos los escenarios un supuesto acuerdo con el FMI y que eso permitiría bancar el rojo fiscal. Por ese motivo, no se incluyeron en el Presupuesto 2022 vencimientos de capital por $19.000 millones.
Las planillas prevén ingresos netos de organismos internacionales por US$ 12.500 millones, una cifra que fue tachada de "poco creíble" en la city financiera. "Eso fue lo fuerte, asumen que vuelven a los mercados internacionales, es raro, medio temprano para lo que se espera", dijo un banquero.
El encuentro convocó a bancos privados y públicos y sociedades de bolsa, dos sectores clave por su peso en las licitaciones de bonos del Tesoro y el mercado secundario. Esas empresas, junto con Emmanuel Álvarez Agis (PxQ), Martín Rapetti (Equilibra) y Marina Dal Poggetto (EcoGo), protagonizaron la presentación del Presupuesto antes que el Congreso.
La cita pretendía tranquilizar al mercado en una semana agitada por la crisis de gabinete que hizo tambalear a Guzmán. También por el DNU que habilita a Economía a utilizar los DEG del FMI para usar como gasto. Pero igualmente corrieron escalofríos cuando los financistas se enteraron que ellos también debía aportar lo suyo para cubrir el déficit. Según la hoja de ruta, los fondos provendrán del Central (1,8%), bonos en pesos (2%) y organismos (1,1%).
La proyección representa la colocación de $1,2 billones de títulos públicos, una suma superior al casi $1 billón previsto este año, en el que se viene renovando vencimientos por un margen cada vez más apretado y plazos más cortos. Con un 70% de la tenencia, los bancos aseguran que están a tope de papeles, con bajo nivel de crédito al sector privado y mayor exposición al Tesoro.
"El tamaño del crédito relativo al sector privado en nuestro balance es muy bajo, no hay demasiado espacio para seguir financiando al Estado, ese fue el punto más preocupante", explicó una fuente de un banco privado.
Atentos a los crecientes giros del BCRA para asistir al Tesoro y las tensiones cambiarias, la pauta de emisión también generó dudas entre los comensales, quienes intuyen que el Fondo no va a tolerar de otro año de "maquinita". Guzmán tenía previsto financiarse en 2021 un 60% con el Central y 40% en el mercado de deuda, pero la balanza marca hoy un 70/30%.
La sorpresa llegó cuando el equipo encabezado por el secretario de Política Económica, Fernando Morra, el de Finanzas, Rafael Brigo, y el subsecretario de Financiamiento, Ramiro Tossi, les mostró una de las supuestas cartas que se guarda Guzmán para negociar con el staff de Washington, ahora sacudido por las denuncias contra Kristalina Georgieva por presuntos favores a China.
Desafiando las presiones de Cristina Kirchner para acelerar la ejecución del gasto y acabar con el "ajuste fiscal", los hombres de Hacienda sugirieron que el déficit fiscal sería menor al consignado en el proyecto de Ley. La fórmula para reducirlo aún más desde el 4% esperado para este año descansaría al igual que el pasado en el ajuste del gasto por pandemia.
Bajo la premisa de la que la pandemia se acabaría pese a que la OMS preveía su continuidad, el oficialismo eliminó el paquete Covid del Presupuesto 2021 con la idea de ahorrar $ 1,9 millones en exenciones fiscales y subsidios como el IFE y ATP. Luego,
En Economía calculan que ahorrarían 700.000 millones de pesos con la movida que planean.
por la segunda ola y las restricciones, se amplió este año la asistencia hasta $725.000 millones, pero la picardía surtió efecto.
Ese recorte junto con la mayor recaudación y un gasto inferior a la inflación permitió acumular un rojo primario del 1% en agosto. Y de suprimirse el paquete en 2022 el ahorro sería mayor y una señal más convincente para Washington de que se va camino a bajar el déficit, generando un mayor espacio en las cuentas públicas para pagarle a los acreedores.
"Maquillaron el déficit y lo engordaron para cuando la política les pida más fondos. Tienen una baja de 1,2% del PBI de gasto por pandemia que esperan no se repita el año próximo, ahora eso lo tenían escondido para mostrárselo al Fondo", dijeron en un banco. La cumbre de ministros de Hacienda del 15 al 18 de octubre podría ser la oportunidad para jugar la carta.w