Macron y Putin acuerdan desescalar la crisis militar en Ucrania, pese a sus diferencias
El mandatario ruso insistió en que sus demandas no fueron escuchadas por las potencias occidentales. Pero ambos se comprometieron a continuar con el diálogo.
En medio de las tensiones entre Rusia y Ucrania -y con serias diferencias entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos sobre el camino a tomar-, este viernes se realizó la cumbre virtual entre el presidente francés Emmanuel Macron y su colega ruso, Vladimir Putin, en la que ambos coincidieron en la necesidad de desescalar la crisis.
Macron, que ejerce la presidencia francesa de la UE, auspicia un ejercicio de “desescalada” en la frontera ucraniana, donde están desplazadas 100.000 tropas rusas, y lo hace a pesar de la presión de los expaíses satélites de la Unión Soviética (ahora europeos) sobre la OTAN y su derecho a la defensa.
Antes que Paris, fue el Kremlin el que lanzó su “relato” en un comunicado. “Nadie debería fortalecer su seguridad a expensas de otros países”, dijo Moscú. Putin se quejó ante Macron sobre el rechazo de Occidente a sus demandasde. “Las respuestas de Estados Unidos y la OTAN no tomaron en cuenta las preocupaciones fundamentales de Rusia”, dijo el Kremlin, en el comunicado dedicado a la reunión entre los dos líderes.
“Se ha ignorado la cuestión clave, que es cómo Estados Unidos y sus aliados pretenden implementar el principio de que nadie debe fortalecer su seguridad en detrimento de otros países”, continuó la presidencia rusa.
Mientras el mandatario estadounidense Joe Biden especula con que Rusia podría invadir Ucrania “entre ahora y mediados de febrero”, el racional Macron eligió argumentar con Putin y discutir salidas. Una opción en la que es extremadamente competente.
Según el Kremlin, Rusia “determinará su futura reacción” tras estudiar “en detalle” las respuestas de sus rivales. La postura no es menor: eso significa que Putin está dispuesto a llevar adelante una “segunda lectura “de esas propuestas, más allá de lo que proponga su canciller, el veterano y astuto Sergei Lavrov, con su tono de bull dog.
Más de 100.000 soldados rusos se han concentrado en la frontera con Ucrania desde finales de 2021, según estimaciones de EE.UU. y Europa, que temen que una invasión a Ucrania, el vecino prooccidental de Rusia, sea inminente.
Rusia niega cualquier plan de invasión. Pero se considera amenazada por la expansión de la OTAN durante 20 años y por el apoyo occidental a Ucrania, que entregó su arsenal nuclear soviético a cambio de su soberanía y no tiene un ejército pertrechado y moderno como el ruso.
Putin condicionó la desescalada a poner fin de la política de ampliación de la Alianza Atlántica (OTAN), en particular a Ucrania, y al regreso de los despliegues militares occidentales en las fronteras de 1997.
Pero Estados Unidos y la OTAN han rechazado formalmente estas demandas. Finlandia , Suecia y Noruega ya han dicho que nadie va a imponerles limites si quieren sumarse o no a la OTAN.
Los miembros de la OTAN consideran que cada país debe ser libre de elegir su alianza: ese es el principio fundamental. Aceptar la exigencia de Moscú de que Ucrania no puede ser jamás parte sería renegar de ese principio.
En ese punto está el problema: como reasegurar a Rusia sin violar los derechos de los países frente a la OTAN. Pero Francia y Rusia van a continuar el diálogo. Una buena noticia.
Al tiempo que proponía negociaciones sobre límites recíprocos al despliegue de misiles de corto y medio alcance de las dos potencias nucleares rivales en Europa, así como a los ejercicios militares cerca del campo contrario, el presidente ruso llevó otro elemento a la mesa de negociaciones
Putin subrayó durante la entrevista con Macron que Rusia quería seguir trabajando en la resolución del conflicto en el este de Ucrania, donde Kiev y los separatistas pro rusos se enfrentan desde hace ocho años. Al menos han muerto allí 14.000 personas y es una zona de guerra para la que se necesita un poder especial para acceder.
Este miércoles se produjo en París un encuentro clave entre ucranianos, franceses, alemanes y rusos que fue considerado muy positivo, a pesar de posiciones encontradas. Putin insistió en el formato existente de conversaciones de este grupo. Otra reunión con los mismos protagonistas está prevista para febrero.
Los intercambios cordiales entre Francia y Rusia se desmoronaron a lo largo de los meses antes de alcanzar un punto importante de tensión en los últimos días, al margen de la crisis de Ucrania. En medio de la creciente fiebre geopolítica en torno al destino de Ucrania, Macron no se desvía de su mantra: “Debemos hablar con Rusia y aguantar, incluso cuando la discusión parece desesperada”, afirma.
“Continuar el diálogo”, martilla el palacio del Eliseo, tras el intercambio telefónico entre ambos mandatarios. El presidente francés, preocupado al ver que los ánimos suben, tanto en Europa como en Estados Unidos, ante la presunta inminencia de una ofensiva del ejército ruso en Ucrania, pretende que ambos “presionen a Rusia para que aclare sus posiciones frente a Kiev”, subraya el vocero Gabriel Attal.
Macron, en pleno ejercicio de la presidencia temporal de la UE, busca convertirse en el embajador de una esperada desescalada y que la lidere Francia. Cuenta con un aliado: el alemán Olaf Scholz. Ambos muestran su deseo de mantener el diálogo con Rusia.■
“Nadie debe fortalecer su seguridad a expensas de otros países”, dijo el gobierno ruso