La herencia de Bryant y el conflicto que separó a la mujer de su propia madre
Pasaron dos años del accidente en el que se mataron la estrella del basquetbol de la NBA y su hija.
Es una cuestión que irrumpe cada vez que una celebridad muere. ¿A cuántos millones asciende la fortuna? y ¿quiénes son los herederos? son las preguntas que asoman. La secuencia sucedió hace dos años cuando el helicóptero N72EX en el que viajaban Kobe Bryant, su hija Gianna, de 13 años, y otras siete personas cayó en la californiana Calabasas. La muerte de uno de los basquetbolistas más grandes de la historia conmovió al mundo. Y rápido se habló de la monumental fortuna que quedaba en el camino.
La revista estadounidense Forbes habla de 600 millones de dólares y su mujer Vanessa y sus hijas Natalia, Bianca y Capri son las legítimas herederas. Esa exorbitante suma puede ser una realidad no sólo por sus ingresos como atleta y los acuerdos publicitarios que firmó en su vida. También porque supo invertir de una manera hábil en los negocios convirtiéndose además en un empresario exitoso.
Pero hay conflictos por la herencia. Y fue el fuego amigo el que apareció en el medio. El diario estadounidense USA Today apuntó que a la familia Bryant se le abrieron cinco juicios. Entre ellos, el de la compañía Island Express, dueña del helicóptero, y el de la madre de Vanessa, Sofía Laine, que reclama 5 millones de dólares, una camioneta Mercedes Benz y una casa por haber hecho de niñera y ama de casa de la pareja durante casi dos décadas. Sí, la suegra de Bryant fue quien realizó la demanda más importante.
En su presentación Laine afirmó que Bryant “prometió cuidarla” de por vida. “Desafortunadamente la promesa se truncó el día de su muerte y Vanessa dio todos y cada uno de los pasos que pudo para anular y cancelar todas las promesas que él me había hecho a mí”, asegura su pedido.
Según trascendió en agosto, madre e hija habrían hecho las paces porque ambas decidieron dejar de lado el pleito judicial aunque no se dio a conocer cuál fue el acuerdo económico al que llegaron. Lo que se sabe es que su relación quedó rota para siempre.
Por otro lado, la viuda también tuvo que solicitar la adición de una enmienda en el testamento que incluyese a la integrante más pequeña de la familia, Capri, que apenas tenía 1 año cuando Bryant murió y no estaba incluida en los documentos originales.
Desde 1996, Bryant fue uno de los jugadores con el más alto salario de la historia de la NBA. En su temporada más redituable, la 2013-2014, la suma de su sueldo con los Lakers y sus acuerdos publicitarios ascendieron a 62 millones de dólares.
En cuanto a sus ganancias salariales completas, la cifra es de 323 millones de dólares.
Por otro lado, Bryant supo cultivar su perfil de empresario. Sus contratos publicitarios con Nike hicieron crecer su bolsillo considerablemente. Con su primer contrato, en 2003, obtuvo 40 millones de dólares.
Año más tarde, en 2016, fue uno de los fundadores de un fondo de capital de riesgo (Bryant Stibel) que al año de su muerte contaba con activos superiores a los 2.000 millones de dólares. Otra de sus inversiones destacadas fue la adquisición, en 2013, de un 10 por ciento de la compañía Body Armor productora de una bebida deportiva.
Además, años más tarde, recibió un interesante pago cuando Coca Cola invirtió 300 millones de dólares en la marca revalorizando su parte hasta los 200 millones.
Y más: tenía propiedades en varias ciudades estadounidenses y una flota de autos de lujo. También se metió en el mundo de los libros y su autobiografía “Mamba mentality” (La mentalidad Mamba”) vendió más de 300 mil copias en 2020 sumándole 20 millones de dólares más a su fortuna.w