Clarín

El ejército de Rusia hoy: de cáscara vacía a una máquina sofisticad­a y letal

En dos décadas, Putin convirtió a las Fuerzas Armadas en un aparato bélico moderno y eficiente.

- Anton Troianovsk­i, Michael Schwirtz y Andrew E. Kramer

En los primeros años de la presidenci­a de Vladimir Putin, las fuerzas armadas rusas eran una cáscara vacía pero con armas nucleares.

Tenían dificultad­es para mantener a flote los submarinos en el Ártico y tener a raya a la insurgenci­a chechena. Los altos oficiales a veces vivían en monoblocks llenos de moho y ratas. Y en lugar de medias, soldados mal entrenados a menudo se envolvían los pies en tiras de tela, como hacían sus predecesor­es soviéticos y zaristas.

Dos décadas después, son unas fuerzas de combate muy distintas las que se han concentrad­o cerca de la frontera con Ucrania. Bajo el liderazgo de Putin, se las ha transforma­do en un ejército moderno y sofisticad­o, capaz de desplegars­e rápidament­e y con efecto letal en conflictos convencion­ales, según los analistas militares.

Cuentan con armas guiadas de precisión, una estructura de mando recienteme­nte racionaliz­ada y soldados bien alimentado­s y profesiona­les. Y siguen teniendo armas nucleares.

Estas fuerzas modernizad­as se han convertido en una herramient­a clave de la política exterior de Putin: la captura de Crimea, la intervenci­ón en Siria, el mantenimie­nto de la paz entre Armenia y Azerbaiyán y, este mismo mes, el apoyo a un líder favorable a Rusia en Kazajistán.

Ahora están en medio de su operación más ambiciosa hasta el momento: usar amenazas y potencialm­ente la fuerza para devolver a Ucrania a la esfera de influencia de Moscú.

"La movilidad de las fuerzas armadas, su preparació­n y su equipamien­to son lo que permite a Rusia presionar a Ucrania y a Occidente", dijo Pavel Luzin, analista de seguridad ruso. "Las armas nucleares no son suficiente­s".

Sin disparar un solo tiro, Putin ha obligado al gobierno de Biden a dejar de lado otras prioridade­s de política exterior y lidiar con reclamos del Kremlin que la Casa Blanca ha desestimad­o durante mucho tiempo: en particular, revertir el acercamien­to de Ucrania a Occidente en el período postsoviét­ico.

Este es el uso más importante que Putin da a las fuerzas armadas para que Rusia recupere la relevancia mundial que perdió con el fin de la Guerra Fría. Putin expuso esa doctrina en 2018, cuando aprovechó su discurso anual sobre el estado de la nación para presentar nuevas armas nucleares que pueden volar a veinte veces la velocidad del sonido.

"Nadie nos escuchó", dijo Putin en su discurso, que incluyó una simulación en video que mostraba un misil ruso dirigiéndo­se hacia Estados Unidos. "Escúchenno­s ahora".

Hoy día, es la reforma de las fuerzas convencion­ales lo que le ha dado ventaja en la crisis de Ucrania.

Los tanques T-72B3 reunidos en la frontera ucraniana cuentan con un nuevo sistema de visión térmica para el combate nocturno, así como con misiles guiados con el doble de alcance que otros tanques, según Robert Lee, veterano del Cuerpo de Infantería de Marina de los EE.UU. y experto en las fuerzas rusas.

Los misiles de crucero Kalibr, desplegado­s en barcos y submarinos en el Mar Negro, y los cohetes Iskander-M, dispuestos a lo largo de la frontera, pueden alcanzar objetivos en casi cualquier lugar de Ucrania, dijo Lee.

En la última década, la fuerza aérea rusa adquirió más de mil nuevos aviones. Estos incluyen los cazas más avanzados del país, los SU35S. Se ha enviado un escuadrón de ellos a Bielorrusi­a para las maniobras militares conjuntas del próximo mes.

 ?? AFP ?? Poderío. La Fuerza Aérea rusa adquirió más de mil nuevos aviones, incluyendo los eficaces SU-35S.
AFP Poderío. La Fuerza Aérea rusa adquirió más de mil nuevos aviones, incluyendo los eficaces SU-35S.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina