Clarín

Guzmán ganó poder, pero ahora tendrá que bajar la inflación

Al compás de los ataques. El ministro de Economía se fortaleció. Hoy presenta a petroleros otra iniciativa.

- Silvia Naishtat snaishtat@clarin.com

Cuando Paolo Rocca y una de sus espadas, Luis Betnaza, fueron a cenar a Olivos con el Presidente en el que iba a ser un encuentro de tres se sorprendie­ron por la presencia de Martín Guzmán. Fue pocos días después de la danza de nombres que sonaban en reemplazo del ministro.

No hubo cambios y desde entonces, Guzmán acompaña a Alberto Fernández en sus reuniones con empresario­s, como la que mantuvo con

Luis Pagani de Arcor a quien le pidió que lo ayude a bajar los precios.

En ese devenir y ante una inflación que parece indomable, Alberto Fernández hizo otra movida: llevar la secretaría de Comercio Interior a la órbita de Guzmán, una decisión que terminó ayer con la salida de Roberto Feletti.

Desde el Ministerio de Economía resaltaron que, pese a las discrepanc­ias, había una relación de respeto mutuo con Feletti y hasta se asombraron con la renuncia que atribuyero­n sin demasiados rodeos a presiones de Cristina Kirchner.

Esta suma de poder por parte del ministro de Economía, que también heredó la secretaría de Energía, se entiende como parte de la feroz interna en el oficialism­o. Sucede en medio de los ataques del cristinism­o a su gestión.

El empoderami­ento se completó ayer con la llegada de Guillermo Hang, un joven economista egresado de la Universida­d de La Plata, de dilatada relación con Martín Guzmán y que acompañó al ministro nada menos que a su exposición en Bariloche, el mes pasado, cuando se reunió con lo más granado del círculo rojo.

Hang no es un improvisad­o en el tema. Se desempeñó entre 2008 y 2015 en la Secretaría de Comercio con Guillermo Moreno como jefe. Con pasión futbolera tiene un carácter que busca el consenso, tan parecido al del ministro. Es además pariente lejano de un alto ejecutivo de Techint, su homónimo Guillermo Hang.

A su vez fue reemplazad­o en el Banco Central por Agustín D’Attellis que se sumará como director. Ex funcionari­o en la gestión Kicillof, Guzmán lo considera como a uno de los suyos.

Y hoy en el museo del Bicentenar­io habrá otra medida que muestra una inciativa que lleva el sello del ministro. Anunciará la liberación del acceso a dólares por parte de las petroleras.

Guzmán busca que inviertan para no perderse la gran oportunida­d que representa el gas en una Argentina que consume un trillón de metros cúbicos por año y tiene reservas, Vaca Muerta mediante, por 400 trillones.

Esa bendición que con la invasión rusa a Ucrania se hizo más notable, en una Europa que ya no quiere depender del gas ruso, es lo que impulsó al club de los países ricos del G7 invitar a la Argentina a su próxima cumbre.

Al acto van algunos número uno, Paolo Rocca, directivos de PAE ante la ausencia del país de Marcos Bulgheroni y Marcelo Mindlin. A esa corta lista también sumaron a José Luis Manzano.

Mientras estaba en la cuerda floja, la estrategia de Guzmán pasó por buscar apoyo entre los empresario­s. No le fue mal. Al menos se fortaleció. Ahora le falta mostrar los otros resultados, sobre todo, en la pelea contra el alza de precios.

De acuerdo a la consultora EcoGo la inflación de los alimentos consumidos en el hogar en mayo treparía a 5,5%.

El desafío parece gigantesco.◼

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