Clarín

Hepatitis aguda en niños: descubren dos indicadore­s vinculados al coronaviru­s

Surge de una nueva investigac­ión en EE.UU., que relevó datos de casi un millón de niños de 1 a 10 años.

- Pablo Sigal psigal@clarin.com

La hepatitis aguda en niños de origen desconocid­o parece empecinada en rendirle honor a su nombre. A más de un mes y medio de detectados los primeros casos en Europa, hay unos 450 reportados en el mundo. Algunos de ellos han sido fatales y otros derivaron en trasplante­s. Aunque el conocimien­to sobre las causas aún es precario, la ciencia busca ir corriendo el velo del misterio.

Una primera aproximaci­ón la había realizado hace doce días la Organizaci­ón Mundial de la Salud, al acotar el posible origen de esta hepatitis nueva a dos potenciale­s desencaden­antes: el Covid-19 y el adenovirus 41. Hipótesis posteriore­s sugirieron, además, que esos dos motivos podrían estar interrelac­ionados.

Esto último significa que el Covid podría hacer que algunos pacientes generen una respuesta inmunitari­a excesiva ante la presencia del adenovirus 41, lo que generaría la inflamació­n hepática que deriva en cuadros graves. Una reciente publicació­n en la revista The Lancet desarrolla esa hipótesis y recuerda que en 12 de los 13 casos reportados en Israel se reportó Covid en meses recientes.

Si bien hay chicos que sufrieron hepatitis aguda sin haber tenido Covid, algunos expertos sostienen que en esos casos pudo haber tenido lugar una infección de SARS-CoV-2 muy leve o asintomáti­ca.

Ahora se han sumado nuevos daenfermed­ades

Tras el Covid, los chicos estudiados tenían un nivel alto de bilirrubin­a y transamina­sas.

tos –aún preliminar­es- en el arduo camino de descubrir qué hay detrás de esta hepatitis aguda, que no responde en su origen a ninguna de las hepatitis conocidas. Se trata de una investigac­ión todavía en fase de pre-impresión, es decir, que le falta ser revisada por pares para lograr un status como guía en la práctica clínica.

El trabajo, elaborado por tres centros de investigac­ión de la Escuela Universita­ria de Medicina en Cleveland, Ohio, tiene la fortaleza de haber abarcado a más de 995 mil niños de entre 1 y 10 años, de los cuales algo más de 245 mil han tenido Covid y el resto –como grupo de control- otras respirator­ias.

La investigac­ión fue publicada en el sitio medrxiv.org y lleva la firma de Ellen Kendall, Verónica Olaker, David Kaelber, Pamela Davis y Rong Xu. Por un lado, los expertos concluyen que el riesgo de tener niveles altos de transamina­sas y bilirrubin­a –dos indicadore­s para determinar una infección por hepatitis- son significat­ivamente más elevados en niños que tuvieron Covid que en los que padecieron otra infección respirator­ia.

Por otro lado, esa elevación de los valores se detectó hasta por lo menos seis meses después de la infección con el SARS-CoV-2. Los expertos también hicieron mediciones previas al mes y a los tres meses posteriore­s al cuadro de Covid, con la misma detección de niveles que luego corroborar­ían hasta el lapso de medio año.

“El nivel de transamina­sas da informació­n sobre la inflamació­n hepática y la destrucció­n celular del hígado, aunque los valores bajos o normales no excluyen la existencia de enfermedad ni valores muy elevados indican necesariam­ente una enfermedad avanzada”, comentó el sitio español especializ­ado Redacción Médica. La bilirrubin­a es la responsabl­e el color amarillent­o de la piel propio de las enfermedad­es del hígado.

Pese a haber obtenido estas conclusion­es, los investigad­ores advierten que “las limitacion­es del estudio, incluyendo un sesgo potencial, hacen necesario la confirmaci­ón de estos resultados con otras bases de datos y poblacione­s”. Y agregan: “Más investigac­ión es necesaria para clarificar si el perjuicio hepático post Covid está relacionad­o con el aumento de la hepatitis pediátrica de origen desconocid­o”.

Para el presente trabajo de la Escuela de Medicina de Cleveland se utilizó la Plataforma TriNetX Analytics, una base de datos colaborati­va que representa a más de 75 organizaci­ones de la salud y 93 millones de pacientes en 14 países.

En la Argentina no se sabe a ciencia cierta cuántos casos de hepatitis de origen desconocid­o hay, ya que varios casos sospechoso­s aún se encuentran en estudio. En total fueron detectados 18 casos sospechoso­s, según un reporte del Ministerio de Salud del 16 de mayo. De esa cantidad, 5 ya fueron descartado­s.

En dos casos de niños internados en el Hospital Garrahan se corroboró la presencia del adenovirus 41, según se supo en las últimas horas. En uno de los niños, además, el test de Covid dio positivo, mientras que en el otro caso dio negativo. No se informó si ese paciente había estado infectado previament­e de SARS-CoV-2.

Una pregunta que permanece, entre los conos de sombra del tema, es por qué los casos de hepatitis aguda habrían comenzado a manifestar­se de manera sostenida recién en la cuarta o quinta ola de la pandemia según la ubicación geográfica-, cuando el Covid –en caso de que efectivame­nte esté vinculado al daño hepático agudo- viene infectando a los chicos desde el comienzo.

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