Leo Messi como actor secundario
Entre el gobierno francés de Macron y el club estado liderado por los capitales qataríes convencieron a Kylian Mbappé que permanezca en la disciplina del PSG. El episodio oficializa el recambio generacional y el nuevo rol de Lionel Messi. El número 1 del mundo es Mbappé y Messi ya no es el rey del fútbol mundial aunque sus cualidades sigan intactas.
Mbappé tiene 23 años y ya es campeón del mundo. Leo cumplirá 35 el 24 de junio. Jugó 4 mundiales y no pudo ganar ninguno. Atesora medalla olímpica y una Copa América. El futuro es de Mbappé, a eso apuesta PSG. Messi es una de las joyas, como Neymar, que adornan la corona del nuevo rey. Hoy, Kylian es al PSG lo que en su momento Leo fue en el Barcelona. Queda claro.
Se ve hasta en el juego del equipo parisino. No fue del todo buena la campaña del rosarino en el campeón de la Ligue 1, con un rendimiento por debajo de los otros dos astros. Hizo 28 goles el nuevo jefe, 13 el brasileño y 11 Messi que pudieron ser el doble si 11 de sus remates no hubieran dado en los palos. Eso habla de su vigencia, pero también de un papel si no secundario, no tan determinante como en sus tiempos dorados.
Hubo otros detalles a tener en cuenta. Mbappé toma la pelota cuando hay un penal a favor O Neymar Y de vez en cuando se lo dejan a Messi. Las faltas también tuvieron un procedimiento parecido salvo cuando evidentemente el disparo era para un zurdo.
Hay otra diferencia sustancial. Messi dejó de ser delantero para convertirse en un futbolista más retrasador, un “hacedor”, un asistidor. Los otros dos siguen siendo delanteros netos aunque las características de Neymar a veces lo retrasen también para la elaboración de juego. Y mirado con lupa, Ney y Mbappé celebran los goles como si fueran gemelos, se buscan, se felicitan. Después viene Leo quien, además, acaba de perder el apoyo de Di María en el vestuario. La cacareada amistad con Neymar parece haber tomado otros rumbos porque es evidente que Ney está más cerca de Mbappé que del argentino. Los tiempos cambian.
¿Que hay que esperar? Esperar si Messi tiene la rebeldía suficiente para ser patrón del juego cuando esté bien físicamente aunque Mbappé tenga poderes plenipotenciaros en los despachos de los dirigentes qataríes.