Kamasi Washington Vuelve la nueva energía del jazz
El talentoso saxofonista y compositor, que llega a un público masivo, se presentará en Buenos Aires. Para conocerlo mejor.
El saxofonista y compositor Kamasi Washington, de 42 años, es sin dudas quien ha dado el salto más pronunciado desde que Miles Davis fusionó el jazz con el rock. Su música no es jazz fusión, tampoco es clásica ni académica, pero hay virtuosismo e improvisación. Es entendible y suena con una nueva energía que podría definirse, aunque algo prematuro, como el jazz de este siglo. Mientras que el jazz siempre fue esencialmente exploración, con Kamasi Washington es diversidad. Un espíritu artístico en plena expansión que abrió un camino hacia nuevas audiencias que acompañan esta demostración de carácter.
Su música es diversa sin caer en la complacencia y a partir de su primer trabajo realmente importante, The Epic (2015), comenzó a seguirlo un público joven que hace algo que rara vez ocurre en un concierto de jazz: baila. Lo curioso es que después de tanto tiempo aparece Washington desde una ciudad como Los Ángeles, donde la escena del jazz es escasa y crea cierta resistencia con su centro neurálgico, Nueva York. Mientras que a partir de los años '80 el jazz vivió una etapa de revalorización de la tradición con el genial trompetista Wynton Marsalis como abanderado, Washington apela al espíritu de los años '60 y '70 en que la conciencia negra dominaba la música y reinaba el éxtasis expresivo de John Coltrane (19261967).
Por cierto, sería ridículo e injusto señalar a Washington como el Coltrane de este siglo, sabemos que hubo un solo John Coltrane que, además, cubrió todo el espacio posible dentro del Olimpo del jazz. Sin embargo, su espiritualidad lo emparenta a Trane, como también a Pharoah Sanders (1940), a Albert Ayler (1936-1970) y a David S. Ward (1955-2014), todos saxofonistas tenores que han mantenido el mensaje de Coltrane.
De todos modos, la influencia de Coltrane se percibe en su música y más aún la naturaleza filosófica de su propuesta. Al respecto, Washington recuerda sus años de formación musical en la Academia de Música del Hamilton High School, donde obtuvo una licenciatura.
“Salíamos siempre con esas cosas que él hacía: doble tiempo, solos largos, cambiar por completo los acordes, volvíamos loco al director de la orquesta y sentía que su música pedía dejarse ir. Bird (Charlie Parker) y todos esos tipos corrían hasta el borde del acantilado pero frenaban en el borde mismo, pero frenaban. Con Trane tenés que correr y saltar y la tener la confianza necesaria para saber que vas a caer de pie”, señaló al sitio Pitchfork.
Kamasi tocó con Wayne Shorter, Herbie Hancock, Kenny Burrell, Billy Higgins, McCoy Tyner, George Duke, Horace Tapscott, Stanley Clarke, George Wilson y Flying Lotus, entre otros, y con los raperos Snoop Dogg y Kendrick Lamar. A los 18 años ganó el concurso John Coltrane de Música.
Ahora bien, en 2015, con el lanzamiento de su disco triple The Epic dio un primer paso gigante hacia esa nueva energía musical (el término "nuevo jazz" está demasiado gastado). The Epic tiene variados elementos que conforman un potente núcleo; el álbum es esencialmente instrumental, pero tiene voz y una orquesta de cuerdas. Un disco que los críticos definieron como de un futurismo conmovedor. Dos obras posteriores confirmaron que Kamasi apostaba por una música inequívocamente diversa: Harmony of Difference (2017) y Heaven and Earth (2018), que completó con el Ep, The Choice (2018).
Entre sus colaboraciones, antes de haber lanzado The Epic se destacan las que hizo como saxofonista y arreglador con la orquesta del trompetista Gerald Wilson en los discos In My Time (2004), Monterey Mood (2007), Detroit (2009) y Legacy (2011). Luego pasó por la ecléctica Throttle Elevator Music con las que grabó cuatro trabajos: Throttle Elevator Music (2012), Area J (2014), Jagged Rocks
(2015) y Throttle Elevator Music IV
(2016). En 2015, participó como arreglador del excelente disco del rapero Kendrick Lamar, To Pimp A Butterfly.
Kamasi Washington nació en Inglewood, Los Angeles, el 18 de febrero de 1981. Su nombre de pila está inspirado en Kumasi, ciudad de Ghana, África, que su padre, el saxofonista tenor Rickey Washington, conoció y que confundió, a la hora de bautizarlo con Kamasi. "No existía Google para corroborarlo", señaló el saxofonista.
A los tres años tocaba la batería, a las nueve el clarinete. Su educación siempre estuvo orientada hacia la música y tanto en su escuela como su congregación religiosa, Kamasi se destacó desde muy pequeño.
A los 13 años le dijo a su padre que quería ser músico de jazz. “Mi padre me pidió entonces que le cantara toda la introducción de Blues for Alice, de Parker; si lo puedo cantar lo puedo tocar, y así lo hice. Me regaló un saxo alto Conn, como el de Bird, pero un año después sentí que mi instrumento era el saxo tenor y tomé el de mi padre que aún conservo, un hermoso Selmer Mark Vi, el mejor”, recordó el músico durante una entrevista.
Su padre Rickey señaló que la decisión de Kamasi no lo sorprendió: “Kamasi estaba escuchando A Love Supreme de John Coltrane antes de saber lo que estaba escuchando”.
Sin embargo, Kamasi recuerda que fue un disco de Art Blakey con el trompetista Lee Morgan, el que lo decidió a ser músico de jazz. Llegó a practicar once horas diarias que después de algún tiempo bajó a nueve. En esta época fue que conoció al pianista Cameron Graves con quien competía a ver quién practicaba más horas diarias.
Pero no todo era música en su vida. Kamasi creció con un miedo constante a la violencia. Los '80s fue una década plagada de crack, guerra de pandillas y brutalidad policial. El músico recuerda que en el patio de atrás de su primera casa encontraron el cadáver de una prostituta. Al poco tiempo se mudaron a Inglewood, algo menos violento, aunque en territorio de los Crips, enemigos acérrimos de los Blood. "Aquellos jóvenes sin mucha idea de hacia dónde ir, terminaban en sus filas. Era difícil pasar por el costado de esa historia porque tienen una mística irresistible y saben atraerte”, señaló el músico durante una entrevista con el periodista Ian Cohen.
Su postura política es de una férrea defensa de su comunidad. Poco después del asesinato del Michael Brown, en Ferguson, Missouri, en agosto de 2014, el artista señaló:“La música es una expresión de quién eres y, al menos en ese sentido, creo que personifico Black Lives Matter.
"Soy un hombre grande y negro y se me malinterpreta fácilmente. Antes de que comenzara a usar esta ropa africana (viste dashikis y gorras jamaiquinas tejidas), la gente asumía que yo era una amenaza y que estaba bien ser violento conmigo”, dijo.
Ahora bien, lejos de dejarse ganar por una crítica elogiosa que lo situaba como un exponente del nuevo jazz, Kamasi siguió trabajando en su música. Lanzó dos discos de gran nivel,
Harmony of Difference (2017), una suite de tono conceptual de seis movimientos, en los que el tema Truth
ocupa casi la mitad del álbum pleno de ideas refrescantes y sofisticadas.
Es indudable que, más allá de las opiniones, la música de Washington no genera indiferencia.
Un reciente trabajo fue Becoming
(2022), la banda sonora del documental sobre Michelle Obama, dirigido por Nadia Hallgren, en la plataforma Netflix, que revela un lado de un universo que no se encuentra en sus discos. Una música de un innegable tono emocional y de una fresca agilidad rítmica.
En febrero presentó una nueva canción, The Garden Path, en nada menos que el programa televisivo
The Tonight Show Starring Jimmy Fallon. Sobre esta nueva composición señaló: "Hay tanto tira y afloja en todas direcciones que nadie sabe qué pensar, a quién creer o cómo abordar la vida. No importa cuán inteligente eres, es difícil no sentirse ciego". w
Kamasi Washington se presentará el jueves 2 de junio, a las 20, en el C Complejo Art Media, Corrientes 6271. Entradas $5500 porAllaccess.com.ar.