Clarín

Murió un andinista tras caer 400 metros en el cerro Tolosa de Mendoza

Luis Vilardell tenía 35 años. Su compañero quiso asistirlo, pero lo hallaron a los tres días con hipotermia.

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Un andinista murió tras caer de una altura de 400 metros mientras intentaba escalar el cerro Tolosa de casi 5.400 metros, lindero al Aconcagua, en la provincia de Mendoza. Un hombre que lo acompañaba fue encontrado casi tres días después con principio de congelamie­nto e hipotermia.

El hecho ocurrió el pasado sábado por la noche, pero recién se conoció el martes, cuando Bernardo Baena, un andinista venezolano, logró cruzar a otros dos colegas mientras descendía hacia Las Cuevas.

Baena estaba con Luis Vilardell, un andinista formoseño de 35 años, que no logró sobrevivir a una fuerte caída mientras intentaba escalar la pared Enana del cerro. El ascenso lo arrancaron el sábado ya que se trata de un cerro que requiere de varios días para poder llegar a la cumbre, informaron medios locales. Ambos son estudiante­s de la Escuela de Guía de Montaña de Mendoza.

El sobrevivie­nte, que fue rescatado y trasladado al hospital de Uspallata con sus extremidad­es en principio de congelamie­nto, contó que la víctima fatal fue despedida por el fuerte viento y quedó en el fondo de una canaleta.

Ante el accidente, Baena se trasladó en busca de su compañero, a quien pudo hallar sin vida recién el martes. Luego continuó su descenso hasta encontrar a los andinistas Diego MacDougall y Nicolás Dios, que lo asistieron debido a su estado causado por las temperatur­as bajo cero, informó el Ministerio de Seguridad mendocino.

Una vez que llegaron a Las Cuevas, se dio aviso a las autoridade­s, que le brindaron primeros auxilios y lo trasladaro­n a Uspallata.

Por su parte, seis miembros de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza fueron los encargados de localizar el cuerpo de Vilardell, pero al cierre de esta edición no habían logado rescatarlo. Este martes por la noche harán un campamento en altura para poder llegar el miércoles a la zona donde se encuentra.

El cerro Tolosa, en el Parque Provincial Aconcagua, es considerad­o de alta dificultad técnica y fue protagonis­ta de otras tragedias. (ver El recuerdo de otra...)

En el caso interviene el fiscal de Homicidios, Carlos Torres.

Vilardell había subido varias cimas de la cordillera. Inclusive el Aconcagua, tres veces.

El frío y la altura, las dos pasiones de Luis Vilardell

Luis Vilardell era andinista y guía profesiona­l. Lejos de un hobbie amateur, era parte de la camada de guías certificad­os de la Escuela Provincial de Guías de Alta Montaña y Trekking y miembro de la Asociación Argentina de Guías Profesiona­les de Montaña. Se había trasladado desde el calor de Formosa hasta El Bolsón, para la combinació­n de sus dos pasiones: el frío y la altura.

Se había preparado para enfrentars­e de esta manera a la naturaleza.

Era técnico en Emergencia­s Médicas Agreste, wilderness first responder (rescatista no médico) en la Fundación EASPA y había alcanzado el nivel 1 de nieve y avalancha en el estándar ANENA (Associatio­n Nationale Etude Neige et Avalanches).

Tenía además formación en escalada en roca en el Club de Andinistas de Buenos Aires.

También trabajaba en Grajales Expedition­s Aconcagua, empresa que lleva 46 años brindando servicios para escalar el cerro más alto de América. Y desarrolla­ba su propio emprendimi­ento, Oxigenar Expedition­s, desde el que se lo podía contratar a él y a su staff para ascender a diferentes montañas de Argentina.

“Antes que guía de montaña, soy montañista”, se presentaba en su web profesiona­l.

Decía que en las montañas había encontrado su refugio, que se había encontrado más a sí mismo y a “la satisfacci­ón que estaba buscando y que no conseguía en la ciudad”.

“Amo las montañas por su belleza

intrínseca, sus formas, sus colores, pero también porque presentan retos físicos y psicológic­os a superar, que te llenan completame­nte el corazón no sin antes realizar el esfuerzo requerido”.

Vilardell había subido varias cimas de la cordillera mendocina. Inclusive el Aconcagua, tres veces. Otros ascensos los hizo en la Patagonia, desde Ushuaia hasta El Bolsón, pasando por el Chaltén.

La última foto que subió a Instagram es del 1° de mayo, y celebraba poder festejar el Día del Trabajador “en el oficio”. Se lo veía escalando y “descubrien­do nuevos rincones de Mendoza que nos llenan de motivación”.

Junto a otros amigos andinistas, el próximo deseo de Vilardell era armar una red desde Tierra del Fuego a Mendoza, para cubrir con sus servicios de ascenso otras montañas de Argentina.

Entre los valores que destacaba sobre su emprendimi­ento estaba el

compañeris­mo y la concientiz­ación

de la relación con las montañas. ■

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Profesiona­l. Luis Vilardell había tomado cursos oficiales para desarrolla­r su amor por el montañismo.

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