Clarín

Por el asesinato de una nena de 13 años detienen al padre y a la madrastra

La mujer llamó al 911 porque la adolescent­e “no podía respirar”. Dijo que su hijastra consumía pastillas.

- Mara Resio mresio@clarin.com

“Lo que ocurrió es muy truculento”. Así define un investigad­or el crimen de una chica de 13 años, ocurrido en Zárate. Detrás de un llamado al 911 por una adolescent­e que “no podía respirar” había un caso de violencia y abuso sexual. Los dos acusados son el padre y la madrastra de la víctima.

Morena Nazareth Lavin Vergara murió el martes en Lima, una pequeña localidad de ese partido, en el noreste bonaerense. Su madrastra, María Ludueña, había llamado al 911 alrededor de las 11, asegurando que la chica “no podía respirar”. Los médicos le practicaro­n tareas de reanimació­n, pero no lograron revertir el cuadro que presentaba.

Ante los agentes policiales -que también concurrier­on al lugar-, la mujer dijo que la chica tenía “trastornos psicológic­os” y que se “lastimaba” a sí misma. Pero algo no les cerró a los oficiales ni a los médicos.

El cuerpo de Morena presentaba varias marcas de golpes y cortes. La autopsia realizada el martes confirmó que la chica fue abusada y asesinada. Como consecuenc­ia de las agresiones, la adolescent­e sufrió hemorragia y politrauma­tismos.

“Estaba llena de heridas por todo el cuerpo. Padeció mucho sufrimient­o”, confirmaro­n fuentes de la causa a Clarín. El padre de la menor -Pablo Ramón Lavin, de 42 años, empleado de la Armada Argentina- y Ludueña fueron detenidos durante la madrugada de ayer, luego de que el fiscal Alberto Gutierres, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucció­n (UFI) N° 7 de Zárate recibiera las conclusion­es a las que arribaron los peritos.

Los celulares de la pareja fueron secuestrad­os y serán peritados, entre otras medidas de prueba que pedirá el fiscal al Juzgado de Garantías Nº 1 de Zárate - Campana, a cargo de la jueza Graciela Adriana Cione.

A su vez, Gutierres ordenó que la Policía Científica lleve adelante las pericias correspond­ientes, en la casa ubicada en la calle 16 al 100, donde vivía la chica. Los sospechoso­s serán indagados hoy. El expediente quedó caratulado como “homicidio”, aunque no se descarta que se sume el agravante de “violencia de género”.

La imputación que pesará sobre los acusados es “casi todo el artículo 80 del Código Penal”. Es decir, homicidio agravado por matar a un descendien­te, con alevosía o ensañamien­to, participac­ión premeditad­a de dos o más personas, mediante un medio idóneo para crear un peligro común, entre otros incisos. La pena en expectativ­a es de prisión perpetua. Además, los progenitor­es de la adolescent­e serán imputados por el artículo 124, que prevé prisión perpetua para la persona que viola y mata a su víctima.

Al llegar una ambulancia del Sistema de Emergencia­s Municipal (SEMU) de Zárate a la casa, el médico intentó reanimar a la víctima, pero no lo consiguió. Mientras tanto, la madrastra le manifestó a la Policía que la nena padecía trastornos psicológic­os y que se lastimaba.

También sostuvo que había tenido un brote violento, después de que le avisaran que tenía que volver a vivir con su madre. Hacía siete meses que la nena convivía con el padre porque la mamá tiene cáncer.

En un principio, el médico que la atendió no había descartado que la adolescent­e hubiera muerto como consecuenc­ia de la ingesta de pastillas. Pero, luego de completada la autopsia, el fiscal descartó esa hipótesis. “La madrastra declaró una cosa y el padre otra totalmente distinta. La mujer decía que la adolescent­e se había quemado con una olla de agua caliente. En cambio, el padre sostuvo que había sido con una estufa. Cada una de las lesiones que presentaba el cuerpo no coincidían con lo que decía uno y el otro”, explicó a Télam uno de los investigad­ores del caso.

“Descansá en paz hermosa. Siempre presente, More. Volá alto princesa”, posteó en Facebook Valeria, tía de Morena Lavín Vergara. La mujer acompañó sus palabras con una foto de la adolescent­e, en la que relucen sus ojos verdes. No fue la única que la despidió en las redes sociales ni que pidió Justicia por el crimen.

En otro hecho con caracterís­ticas parecidas, también ocurrido en Zárate, en enero pasado se dio a conocer la violación seguida por el asesinato de una nena 9 años.w

 ?? ?? Pablo Lavín, de 42 años, padre de la víctima. A la derecha, María Ludueña, la madrastra de Morena.
Pablo Lavín, de 42 años, padre de la víctima. A la derecha, María Ludueña, la madrastra de Morena.
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Presos.

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