Salió a despedir a amigos en la puerta de su casa y lo mataron durante un asalto
Fue en Ingeniero Budge. Francisco Abat Cotrina Silva (41) gritó para evitar el robo y lo balearon en el pecho.
“¡Ayuda! ¡Ayuda!”, gritó Francisco Abat Cotrina Silva, de 41 años, en la puerta de su casa. Es que, mientras estaba despidiendo a una pareja amiga, se dio cuenta de cómo intentaban robarles la camioneta. Por el sólo hecho de haber pedido auxilio le dispararon más de seis veces. Finalmente, el hombre murió como consecuencia de un balazo en el pecho.
“Pancho” vivía en el barrio Tongui, un humilde asentamiento ubicado en Ingeniero Budge, en el partido de Lomas de Zamora, al sur del Gran Buenos Aires. El martes pasado durante la noche, alrededor de las 20,
Cotrina Silva se encontraba en la vereda de Espronceda, entre Cafayate y Bragado, saludando a su amigo Hugo, de 37 años, que se disponía a retirarse del lugar junto a su esposa.
La secuencia duró apenas unos pocos segundos. Con la camioneta en marcha, listo para irse, el conductor de una Peugeot Partner gris no pudo avanzar porque otro vehículo se cruzó en la mitad de la calle.
Se trataba de un Volkswagen Suran, de la que se bajaron dos hombres armados. “¡Bajá que te mato, bajá, bajá!”, gritaron al conductor de la camioneta. Uno de los delincuentes se subió al volante, mientras que el otro amenazaba a la esposa de Hugo.
Testigo de la secuencia, Cotrina Silva gritó -desesperado- pidiendo ayuda a los vecinos, con el propósito de evitar el robo. En ese momento, según la declaración brindada por varios testigos, los agresores empezaron su secuencia de tiros. Los vecinos y familiares aseguraron haber escuchado alrededor de seis detonaciones, aunque todavía no está claro cuántos disparos fueron en total.
Después del hecho, el amigo de Cotrina Silva pidió ayuda y fue un remisero -que alcanzó a escuchar los gritos desde unos metros- quien los asistió en primer lugar.
Lo cierto es que uno de los balazos impactó en el cuerpo de la víctima, que fue trasladada de urgencia al hospital Allende de Lomas de Zamora. Pero no hubo nada que hacer: Cotrina Silva falleció en el acto.
Francisco era albañil y había migrado a Buenos Aires desde Trujillo, una ciudad levantada a más de 500 kilómetros de Lima, la capital de Perú. Según pudo saber Clarín, el hombre estaba realizando tareas de construcción en la casa de su amigo.
Después de los llamados al 911 acudieron policías de la Comisaría 10° de Ingeniero Budge. La investigación quedó en manos de la Fiscalía N° 5 y de la DDI de Lomas de Zamora para intentar esclarecer el hecho.
Fuentes del caso indicaron que hay registros de las cámaras de seguridad instaladas en la zona, pero que no llegaron a captar el momento del hecho sino la huida de los delincuentes. Los dos asaltantes tenían barbijo y capucha, por lo cual las víctimas del robo no han podido identificarlos.
Los asaltantes escaparon con la camioneta Peugeot Partner. También se llevaron los teléfonos celulares de las víctimas y dinero en efectivo, que estaba guardado denro de la guantera. “Mi más sentido pésame a toda la familia Cotrina, que Dios lo tenga en su santa gloria. Se fue una gran persona, un buen amigo, descansa en paz Panchito”, fue la despedida por parte de un amigo en las redes sociales. Por su parte, su sobrina le escribió: “Vuela alto tío Pancho”.
En otro crimen cometido contra un inmigrante en Ingeniero Budge, el 28 de abril fue asesinado el zapatero boliviano Juan Yuri Conde Lozano (59), durante un asalto a su local: un delincuente le asestó al menos tres puñaladas en el cuello y robó el dinero de la recaudación.w