Roma es campeón y Mourinho agiganta su historia ganadora
A la edad en que muchos comienzan a planificar su retiro, José Mourinho no sólo no parece dispuesto a jubilarse pronto sino que sigue escribiendo historia al mando de Roma. El equipo de la capital italiana se consagró campeón de la novel Liga de la Conferencia al derrotar por 1 a 0 a Feyenoord en la final disputada en Tirana y así el portugués sumó su quinto título continental y se transformó en el único DT ganador de los tres torneos europeos de clubes.
Como había hecho en la vieja Copa UEFA con Porto en 2003, en la Liga de Campeones con el conjunto portugués en 2004 y con Inter en 2010 y en la Liga de Europa con Manchester United en 2017, Mourinho abrazó un trofeo continental ahora al mando de un equipo que jamás había ganado un título internacional (más allá de la extinta Copa de Ferias en 1961) y que había capitulado en sus dos finales previas: contra Liverpool en la Copa de Campeones de 1984 y ante Inter en la Copa UEFA de 1991.
Para llegar a esa celebración el elenco romano debió recorrer un camino de 15 partidos que se cerró en la primera final de un torneo de clubes disputada en suelo albanés.
En un primer tiempo en el que primaron las imprecisiones y las asperezas, Roma sacó ventaja a los 32 minutos en una maniobra que no pareció acarrear riesgo: tras un centro frontal de Gianluca Mancini el austríaco Gernot Trauner falló en su intento de rechazar de cabeza y le dejó servido el balón a Nicolò Zaniolo para que definiera ante el arquero Justin Bijlow.
Antes de festejar Mourinho también tuvo que ver cómo su equipo cedió la pelota, se replegó peligrosamente y soportó un asedio constante de Feyenoord.
Los primeros 20 minutos del segundo período fueron un juego de flipper en el área de Roma y si el arco defendido por Rui Patricio no cayó fue por las buenas respuestas del portugués y por un par de ayudas del poste izquierdo.
Entonces Mourinho echó mano a sus hombres de refresco y consiguió que su equipo saliera del encierro y trasladara el juego lejos de su zona de riesgo. El elenco neerlandés, que contó en su defensa con el nuevo jugador del seleccionado argentino Marcos Senesi perdió claridad, no encontró las herramientas para abastecer al belga Cyriel Dessers, máximo anotador del torneo (hizo 10 goles) y, sin el brío de los primeros minutos, vio escapar la chance de sumar su cuarta corona continental.
El título de Roma es el primero para un equipo de su país en una competencia europea desde que Inter consiguió la Liga de Campeones de 2010, justamente bajo el mando de Mourinho. Para el DT de 59 años fue su 26° título en 22 años de carrera con seis equipos de cuatro países (Porto, Inter, Real Madrid, Chelsea, Manchester
United y Roma).
Cuando el plantel campeón había llegado el martes a esta ciudad fue recibido con una pancarta en la que se vio una imagen de Mourinho manejando una moto Vespa. “Benvenuto a Little Roma, Mister Mourinho” (Bienvenido a la pequeña roma, seño Mourinho”), decía la bandera. En el adiós a a la capital albanesa lo hará con otro trofeo en su currículum.w