AFI: Fernández define si renueva a Caamaño como interventora
A una semana y media de que vuelva a vencer su mandato, Alberto Fernández define por estas horas la renovación al frente de la AFI de Cristina Caamaño, que durante el verano había avisado que el mes próximo sería "un buen tiempo" para dar por finalizada la intervención dispuesta por primera vez por el Presidente en diciembre del 2019.
"El proceso de intervención ya está recontra cumplido", aseguraron a este diario fuentes del organismo, con Caamaño de viaje, en misión oficial. "Ella va a estar hasta que el Presidente
diga basta", abundaron, aunque resaltaron que, según la información con la que cuentan, la continuidad de la funcionaria estaría garantizada.
Sin embargo, había sido la propia interventora la que, a fines de febrero, en una entrevista con el diario Página/12, puso en duda su permanencia.
"Va a ser lo que tenga que ser. En principio esta intervención vence el 6 de junio. Entonces serán dos años y medio. Es un buen tiempo para que se termine la intervención. Va a pasar lo que el Presidente decida", respondió, y puso en duda su continuidad. El pliego de la ex fiscal navega en el limbo del Senado que controla Cristina Kirchner y, por ahora, evita tratar. Es el Presidente, de todos modos, el que debe definir en estos días la renovación de la intervención: sería la quinta vez desde que el mandatario dispuso su continuidad de forma recurrente, por períodos de 180 días, desde que asumió el Gobierno.
En los últimos meses, los trascendidos en torno a la continuidad de Caamaño se multiplicaron a medida que Fernández amagó en su entorno con la posibilidad de avanzar en un recambio del Gabinete, algo que, al final, no sucedió.
Es que el Presidente, según sus colaboradores, no es muy afecto a los cambios: cuando los tuvo que hacer, casi siempre fue por obligación, como después de las elecciones primarias de 2021 y de la simbólica renuncia en masa de los funcionarios que responden a Cristina Kirchner.
De hecho, en el verano, Fernández analizó la opción de avanzar con la designación de Agustín Rossi en la AFI. Fue una posibilidad que llegó a los oídos del ex ministro de Defensa, reconvertido en los últimos tiempos en uno de los más eficaces portavoces de la Casa Rosada, sin cargo.
En la AFI, Caamaño dedicó estos dos años y medio a hurgar en la gestión de sus antecesores, que dejaron múltiples evidencias del desorden con el que manejaron el organismo.
La interventora presentó casi una docena de denuncias, entre ellas la vinculada al espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. Y presentó las cintas que hicieron célebre a Marcelo Villegas, el ex ministro de Trabajo bonaerense, en la reunión celebrada para encarcelar al sindicalista Juan Pablo "Pata" Medina en la que se refirió a la "Gestapo".
Sin embargo, tanto en la Justicia federal como en despachos oficiales evaluaron que a la gestión de Caamaño le faltó "profesionalizar" la agencia. No hay recursos, tampoco una estrategia seria de inteligencia para combatir, por ejemplo, al crimen organizado. Es la principal queja de los funcionarios judiciales. ■