Salió a comprar una gaseosa y lo balearon para robarle el auto
Diego Ezequiel Medina (31) había llegado a su casa de jugar al fútbol, en Gregorio de Laferrere, adonde lo esperaban su esposa y su bebé de menos de un año. Apenas volvió, decidió salir otra vez en su Fiat Palio para ir al quiosco del tío de la mujer, a comprar un gaseosa.
El hombre hizo las dos cuadras, se bajó con el auto en marcha y estaba hablando con el comerciante cuando dos ladrones se subieron al vehículo. Medina los encaró, pero uno de los delincuentes le disparó.
La víctima se puso de costado y eso evitó un desenlace trágico. La bala -calibre 9 milímetros- le entró por el abdomen y le salió por la espalda, sin tocar órganos vitales. Lo internaron en la Clínica Figueroa Paredes, adonde ayer por la tarde le dieron el alta médica.
“No tuvieron que operarlo, lo vieron los cirujanos y el proyectil le pasó cerca de los riñones, pero sólo le rozó una costilla”, le dijo a Clarín uno de sus seis hermanos, Carlos (35).
Todo sucedió cerca de las doce de la noche del viernes en la esquina de Encina y Andrade, en el partido de La Matanza.
Los asaltantes escaparon con el Fiat Palio, que hasta el cierre de esta edición seguía sin aparecer.
“Esa misma noche, tres horas antes, le robaron el auto a un vecino”, contó Carlos.
Diego trabaja desde hace poco tiempo para un distribuidor mayorista de productos de tecnología, en la ciudad de Buenos Aires, adonde prepara los pedidos.
El tío de su esposa tuvo un rol clave para que todo no terminara en tragedia, ya que agarró su auto y llevó rápidamente a Medina a la clínica.
La causa está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de Gregorio de Laferrere.
El de Diego Medina fue el último caso denunciado de varios ocurridos en la misma localidad.
En las últimas semanas se conocieron dos hechos impactantes: el 3 de marzo fue hallada asesinada una mujer de 73 años y el 17 de abril encontraron el cuerpo acribillado de un hombre en el río Matanza-Riachuelo.
En el primer caso, la víctima fue identificada como Antolina González, de 78 años, quien fue atacada a golpes.
Por el femicidio detuvieron a su marido, de 73, luego de que la hija de ambos denunciara por las redes sociales que él había sido el autor del crimen y hasta difundió fotos de su rostro para que los vecinos pudieran colaborar con la búsqueda.
El hecho se registró en una casa de la calle Martín Coronado al 3800, a metros de Rodney.
En el otro caso, la víctima tenía siete balazos en su cuerpo y una bolsa de nailon tapaba su cabeza.
Según creen los investigadores, se trataría de un ajuste de cuentas vinculado a la comercialización de drogas en la zona.
El hallazgo se produjo a la altura del cruce de las calles Santa Catalina y Teuco, también en Laferrere. ■