El debate por más petróleo o la defensa del medio ambiente
Nunca fue un romance: el izquierdista Gustavo Petro ha enfrentado por años a la industria petrolera de Colombia en defensa del medio ambiente. De llegar al poder aspira a frenar nuevas exploraciones en una economía dependiente del oro negro.
Petro abrazaría así las demandas a favor de la transición energética, cuando, según la ONU, al mundo le quedan tres años para evitar un calentamiento desastroso. Pero en medio de una escalada en los precios del crudo por la invasión de Ucrania, el gremio de los hidrocarburos se opone y vaticina millonarias pérdidas.
Petro pretende conservar los casi 150 contratos vigentes para buscar nuevas reservas de crudo. Pero a largo plazo el desafío será sustituir a un sector que responde por la tercera parte de las exportaciones del país con unos 13.500 millones de dólares en 2021. Bloquear nuevas exploraciones implicaría “una pérdida de 18 billones de pesos (unos 4.500 millones de dólares) de aportes fiscales entre 2022 y 2026”, advierte la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) en un informe. Además, el gremio sostiene que Colombia perdería la capacidad de autoabastecimiento a partir de 2028, con sobrecostos millonarios en los servicios públicos.
La campaña izquierdista defiende su propuesta argumentando que el sector petrolero ya vive un declive inevitable por el agotamiento de las reservas y que la emergencia climática global demanda acciones urgentes. “¿Qué exportamos nosotros? Carbón, petróleo y cocaína. Los tres producen violencia, no solo la cocaína. Para sacar petróleo matan comunidades”, lanzó Petro en abril.
Álvaro Pardo, asesor energético del candidato, matiza ante la AFP: “Nunca hemos dicho que llegaremos a cero hidrocarburos. (...) Se irá reduciendo la explotación petrolera hasta un nivel de un mínimo esencial”.
En la carrera presidencial, el derechista Federico Gutiérrez y el populista Rodolfo Hernández son afines a la industria petrolera. El presidente Iván Duque asegura que la producción podría aumentar hasta dos millones de barriles diarios en cuatro años. Promovió el polémico “fracking” y la perforación costas afuera. También tacha de “populista” la propuesta de Petro. “Si hay una lección que nos da la guerra en Ucrania y la incertidumbre energética de Europa es que el mundo va a continuar necesitando del petróleo y del gas muchos años”, dijo Francisco Lloreda, presidente de la ACP. De su lado, la campaña de Petro insiste: “Vamos a desescalarlos porque es lo más razonable frente a la crisis climática y porque necesitamos entrar en una transición energética”.w