Clarín

Investigan la trama de cooperativ­as contratada­s por la intendenta de Quilmes

La Justicia sospecha que las relaciones societaria­s y los préstamos podrían esconder plata negra.

- Lucía Salinas lsalinas@clarin.com

Un informe de más de 17.000 hojas

ingresó a la fiscalía de Silvia Cavallo en Quilmes. Más de la mitad de esa documentac­ión correspond­e a documentos de la AFIP con datos que se consideran relevantes para el caso que tiene como principal imputada a Mayra Mendoza.

La causa busca desentraña­r una estructura a través de la cual se habrían desviado 535 millones de pesos, utilizando cooperativ­as que, a su vez, estarían vinculadas a exfunciona­rios del municipio.

Las nuevas revelacion­es del caso, a las que accedió Clarín, muestran cómo se movía parte del dinero con préstamos con las cooperativ­as, deudas entre empresario­s con exfunciona­rios de Quilmes. Un entramado

que la justicia calificó de “sospechoso” y que podría esconder "dinero espurio".

El juez federal de Quilmes, Luis Armella, impulsó una serie de medidas

tendientes a descifrar los movimiento­s de dinero entre la Municipali­dad, las cooperativ­as dedicadas a las tareas de recolecció­n de residuos y mantenimie­nto de los espacios públicos, los exfunciona­rios y la conexión con Mayra Mendoza.

Esta semana ingresó a la fiscalía una importante cantidad de documentac­ión financiera de los principale­s acusados. Según indicaron a Clarín fuentes del caso, “existiría una trama que involucra a exfunciona­rios del Municipio de Quilmes, quienes son parte o tienen control sobre cooperativ­as de trabajo que fueron beneficiad­as con contrataci­ones por parte de la administra­ción Mendoza”.

La cifra inicial bajo investigac­ión son 535 millones de pesos, pero la justicia comenzó a observar que el dinero podría ser ampliament­e superior.

El entramado es más amplio y complejo. Uno de los eslabones centrales es el ex subsecreta­rio de Hábitat y Obras Pública, Sebastián Raspa, quien junto Martín Bordalejo comparten diversos emprendimi­entos, entre ellos las firmas Canton Tower Gestiones Integrales y JD Vitruvio.

Otro nombre aparece en esta red de empresas vinculadas al entorno de Mayra Mendoza y a los contratos de su municipio. Es Alejandro Scozzari, que aparece como socio en JD Vitruvio. El empresario comparte sociedades offshore en Miami con Bordalejo. Un dato: ambas fueron desactivad­as cuando el escándalo tomó estado público a través del sitio web El Disenso.

Scozzari es socio de The Wolf Building S.A, firma constructo­ra a la que la municipali­dad de Quilmes le adjudicó distintas obras por $ 85 millones. De hecho, el mes pasado, le concediero­n los trabajos de refacción del Colegio Secundario 75 por más de $ 3,3 millones.

La Justicia detectó que hubo más movimiento­s de fondos a través de

Bordalejo, que sería un nexo con cooperativ­as, el ex funcionari­o Raspa y el empresario con firmas en el exterior y dueño de empresas que recibe contratos del municipio de Quilmes.

Bordalejo aparece como el puente con diferentes cooperativ­as. En algunas figura como autoridad, en otras con firma autorizada para las cuentas bancarias. Esto último consta en un informe de AFIP que se entregó al juez Armella el 30 de mayo.

Otro punto de conexión es su domicilio declarado en Quilmes, que comparte con un conjunto de cooperativ­as. El listado de cooperativ­as bajo investigac­ión es extenso: Confederac­ión Nacional de Cooperativ­as Limitada, Cooperativ­a de Trabajo Imprenta 19 de Febrero Limitada, Cooperativ­a de Trabajo la Estrella Limitada, Cooperativ­a de Trabajo para el Futuro Limitada, Cooperativ­a de Trabajo Barrio Unido, Cooperativ­a de Trabajo El Progreso Limitada, Cooperativ­a de Trabajo Unión de Azul y la Federación de Cooperativ­as de Trabajo 1° de Mayo Limitada.

Tres de ellas recibieron contratos entre 2020 y 2021 -y algunos menos en el transcurso de este año-, por 535 millones de pesos. Fueron mayoritari­amente para tareas de recolecció­n de basura y mantenimie­nto de espacios públicos. Al investigar una por una las cooperativ­as a las cuales se les levantó el secreto bancario, la Justicia dio con otros datos relevantes.

Muchas de las entidades tienen, a su vez, vínculos con familiares de Bordalejo. Su padre, Julio Bordalejo,

figura como tesorero de la Cooperativ­a de Trabajo Unión de Azul Limitada. Es una de las tres organizaci­ones que recibió la mayor cantidad de dinero: más precisamen­te, $ 82.740.000 por dos contratos de recolecció­n de residuos de podas y desmalezad­o. Las obras fueron concedidas en junio del 2021.

Por otro lado, también figura la madre de Bordalejo, Susana Orellano,

“vinculada con la Cooperativ­a de Trabajo El Progreso”, señalaron fuentes judiciales a Clarín, sobre la base de los informes comerciale­s que están bajo investigac­ión. Dicha organizaci­ón fue adjudicata­ria de tres contratos en abril, septiembre y octubre de 2021, que ascienden a $ 63.187.548 para tareas de fumigación y control de plagas, una red secundaria cloacal y la adquisició­n de hormigón. Todos esos servicios prestados por la misma cooperativ­a.

Sebastián Raspa no queda ajeno al entramado. Su madre también figura como tesorera de la Cooperativ­a de Trabajo Barrio Unido Limitada, según la documentac­ión en manos del juzgado. Es otra de las organizaci­ones que recibió fondos millonario­s del municipio de Mendoza.

Al momento de analizar las declaracio­nes juradas ante la AFIP, la Justicia detectó que Bordalejo declaró haber recibido préstamos por $ 58.250.000 en 2020.

“Entre sus acreedores se encuentran Martín Leonel Borgio, quien es

proveedor del Municipio de Quilmes

(lo que se puede ver en el decreto 939/2020, 1634/2020, 1957/2021, entre muchos otros) y le prestó $ 19.500.000”, indicaron fuentes del caso a Clarín.

También aparece The Wolf Building, la constructo­ra de Scozzari y proveedora del municipio de Mendoza, quien le prestó a Bordalejo $ 21.400.000. ■

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