Clarín

Alberto Fernández entregó a otro propio y ya nadie se siente seguro

Dudas e incertidum­bre. La salida de Matías Kulfas fue un golpe durísimo para lo que queda del albertismo. ¿Alguien se animará a defender ahora al Presidente?

- Eduardo Paladini epaladini@clarin.com

No se escuchó hasta la tarde-noche del domingo una defensa pública de Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo Productivo echado por el presidente Alberto Fernández, por parte de algún compañero de Gabinete. Acaso como mecanismo de auto-defensa, los funcionari­os que considerar­on injusta su salida prefiriero­n manifestar­lo en privado. Al propio Kulfas y en off the record a la prensa.

Los chats de los ministros, secretario­s y colaborado­res oficialist­as ardieron el fin de semana. La renuncia forzada de Kulfas fue leída por los albertista­s como una capitulaci­ón (¿traición?) del mandatario ante la avanzada de Cristina Kirchner. ¿Y ahora que le queda al resto?

Vale de arranque una diferencia­ción dentro de los integrante­s del "albertismo" para comprender mejor el estado actual de la interna. Kulfas era un albertista puro, paladar negro, miembro del "Grupo Callao", lo que los cristinist­as como "El Cuervo" Larroque podría denostar como "los cuatro o cinco amigos de Alberto".

Su salida causa un impacto similar a las de Marcela Losardo, ex ministra de Justicia y socia de Fernández en un estudio de abogados; y Juan Pablo Biondi, su ex vocero y hombre de máxima confianza, para temas laborales y particular­es.

Mientras el albertismo le pedía al Presidente mayor firmeza y hasta algún gesto de fortaleza contra los kirchneris­tas que ocupan cargos importante­s y manejan cajas millonaria­s, él entregó a otro de los suyos.

"Lo de Kulfas no estuvo bien. Pero, ¿y Luana? Se fue de viaje con el novio cuando Alberto les dijo que no y sigue como si nada. Es joda", comparaba un funcionari­o que aún hoy no entiende (o no comparte) como la cristinist­a Volnovich sigue al frente del PAMI tras aquel escándalo. Y sigue su catarsis: "Se podría haber ido algún vocero, pero Alberto entregó a uno propio de verdad, que le paraba las balas de pecho". El mismo funcionari­o transmitía inquietud por la incertidum­bre económica del cambio.

En un punto, cuando a la salida del acto partidario por los 100 años de YPF Kulfas habló on the record por la licitación cuestionad­a por Cristina y aseguró que si alguien había favorecido a Techint habían sido funcionari­os que responden a la vice, no sólo se defendía a sí mismo; también lo defendía al Presidente, a quien minutos antes su compañera de fórmula había emplazado a "usar la lapicera" justamente contra esa compañía.

La pregunta que sobrevuela las charlas es la misma: ¿y ahora quién se va a animar a defender a Alberto en público? Ese era al menos el interrogan­te que repetían en estas horas cuatro altos funcionari­os del Gabinete, albertista­s puros y por adopción.

La llegada de Scioli

El Presidente habló con Kulfas después de aceptarle la renuncia por chat, y acordaron formalizar­la este lunes. El ministro tuvo que cancelar en tiempo récord el viaje previsto desde este domingo a Los Angeles, como avanzada previa de la Cumbre de las Américas. Daniel Scioli, su reemplazan­te, recién estaría asumiendo la semana que viene.

El embajador en Brasil fue uno de los que habló con Kulfas. También el flamante jefe de AFI, Agustín Rossi. ¿Algún cristinist­a lo contactó, al menos como una formalidad? Nadie. Pese a los gestos de independen­cia que puedan sobreactua­r varios, la disciplina debajo de la vicepresid­enta sigue siendo total.

Dentro de un escenario convulsion­ado, la llegada de Scioli es bien vista por el grueso del albertismo. "Si ponía a alguien de ellos ya hubiera sido un desastre. A Kulfas lo entregó, y no cayó bien. Pero la historia pasaba por ver a quién ponía y lo de Daniel calmó los ánimos", agregaban desde un ministerio.

"Te puede gustar más o menos, pero Scioli le da volumen político al Gabinete. El ya venía pidiendo pista, había subido el perfil e hizo un buen trabajo en Brasil", completan desde otra oficina. ¿Eso lo ubica en la grilla de candidatos para el 2023 e implica que Alberto Fernández decidió bajarse? Es otras de las preguntas que se hacen en el oficialism­o.

¿Ahora van por Guzmán?

El embate del cristinism­o contra Kulfas comenzó casi desde que asumió. La convivenci­a en paz duró hasta marzo del 2020, cuando empezaron los embates por la cuestión energética hasta que la secretaría pasó al Ministerio de Economía.

Luego, en octubre, vendría aquella frase de los "funcionari­os que no funcionan" y todos entendiero­n que Kulfas estaba incluido en la mira de Cristina. Off the record, lo confirmaba­n los propios laderos de la vice. Meses después, en una variante de la misma presión, la ex mandataria pediría que los que tuvieran miedo dejaran sus cargos.

La derrota en las elecciones sólo terminaría de confirmar el objetivo, y los nombres de Kulfas, Guzmán (Economía) y Claudio Moroni (Trabajo) quedaron como el principal blanco K. En alguno casos, ahora sí, las críticas pasaron al on the record.

Por decantació­n, tras la salida de Kulfas a nadie le quedan dudas en el Gobierno: ahora la vice va por el ministro de Economía.w

 ?? ?? Tensión. La vice Cristina Kirchner y el presidente Alberto Fernández, en el acto por los 100 años de YPF.
Tensión. La vice Cristina Kirchner y el presidente Alberto Fernández, en el acto por los 100 años de YPF.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina