Una populosa ciudad, reflejo de las diversidades de todo el continente
La inmigración, tema candente de la Cumbre de las Américas, está presente en cada esquina de Los Ángeles: con casi el 90 % de hispanos, los barrios que rodean la sede de la cita reflejan los problemas del continente, desde la desigualdad a la violencia de las pandillas.
A unos metros del Centro de Convenciones, donde desde hoy se reunirán la mayoría de dirigentes latinoamericanos, los locales para enviar remesas de dinero desde EE.UU. copan el barrio de Pico-Union, un área también conocida como el Corredor Salvadoreño. Aquí nació la peligrosa Mara Salvatrucha en 1970, un estigma que arrastra un barrio de familias de clase trabajadora que buscan estabilidad a pesar del repunte de violencia en la ciudad, que registró 391 homicidios en 2021.
Y es que si durante unos días Los Ángeles va a concentrar a políticos de todo el continente, el resto del año ya es un crisol de todas sus culturas. Su historia refleja la de millones de personas que pueblan la segunda ciudad del EE.UU. En los días previos a la Cumbre, cuyo lema es “construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, varios propietarios denunciaron que hace unas semanas las autoridades expulsaron a comerciantes para “limpiar” las calles.
A pesar de la imagen glamorosa que desprende, el sur de California reproduce muchas de las desigualdades que agitan al continente: las zonas más ricas, como Bel Air y Beverly Hills, apenas cuentan con un 5 % de población hispana mientras que en los barrios del este de Los Ángeles, mucho más humildes, vive el 90 %. Ese es el caso de Boyle Heights, icono de la lucha chicana por la igualdad y lugar de residencia de una buena parte de los 4,5 millones de mexicanos que habitan Los Ángeles, aunque el importante número de personas indocumentadas dificulta ofrecer una estimación exacta.
Ajenos a Hollywood y la potente industria del entretenimiento, la economía de estos barrios está ligada al folclore mexicano. Su corazón es Mariachi Plaza, lugar de reunión para grupos de mariachis que esperan para ser contratados. “El Mercadito” es otro lugar popular del barrio. Repleto de taquerías y tiendas que venden figuras religiosas, chiles, huaraches y todo tipo de productos tradicionales.
En promedio, los núcleos familiares latinos ingresan unos US$ 61.000 anuales, mientras que en los hogares estadounidenses esta cifra alcanza los 68.000. Aunque muchos vengan por un tiempo y terminen haciendo su vida aquí, gran parte del dinero que generan vuelve a sus países. Según el Banco de México, solo en 2021 más de US$ 16.000 millones llegaron al país en forma de remesa desde California, más que en ningún otro territorio de EE.UU.w