Hallan en un pantano el cadáver de un chico que estaba desaparecido
Josías Ezequiel Galeano tenía 15 años. Estuvo más de 30 días desaparecido en Misiones y su caso mantuvo en vilo a la provincia durante el último mes. El fin de semana fue encontraron su cadáver sumergido en un pantano. Ahora los investigadores intentan determinar cómo murió.
Fue el viernes por la noche cuando los agentes hallaron su cuerpo mientras realizaban un nuevo rastrillaje para encontrarlo por la zona de Oberá, en Posadas.
Según confirmaron fuentes oficiales, se encontraba en un estado avanzado de descomposición por lo que no se pudo confirmar la identidad de la víctima hasta varias horas después cuando se lo llevaron para examinar.
Fueron sus tatuajes, descriptos por su madre anteriormente, los que facilitaron la identificación del joven: tenía una palmera, una luna y un jugador de básquet con una pelota que aún se mantenían visibles.
El medio local El Territorio detalló que al momento del encuentro, el cadáver se encontraba esquelético, con una parte sumergida debajo del agua y otras que habían sido comidas por animales del lugar. El cráneo, la cara, el cuello y los pies del adolescente fueron las zonas más atacadas.
“(En el hallazgo) Ya se notaba sólo el cráneo por lo avanzado de la descomposición. Por eso, a criterio del juez no fue recomendable la presencia de los padres en el lugar. Sí se les notificó del hallazgo y las presunciones, tras lo cual recibieron la contención de profesionales”, señaló al diario el comisario inspector Rubén Darío Duarte, jefe de la Unidad Regional II de Oberá.
Por el estado en el que se encontraba el cuerpo, aún no pudo determinarse las causas de la muerte. No obstante, el informe preliminar pudo confirmar que el fallecimiento se produjo entre 20 y 25 días atrás.
Asimismo, revelaron que para la autopsia se preservaron ciertas áreas que pudieron ser rescatadas como los cartílagos del cuello para examinar un posible estrangulamiento, y la región anal y recto para analizar si sufrió algún abuso sexual.
Además, si bien el dato de los tatuajes colaboró con la identificación, también se realizarán una serie de estudios genéticos para confirmar con certeza la identidad de la víctima.
Hay una sola persona acusada de haber cometido el crimen. Se trata de Andrés “Koki” T., de 24 años, sospechoso por haber visto al adolescente antes de su desaparición. Fue detenido el viernes en un yerbal que se encuentra sobre la ruta provincial 13, en San Vicente.
El hombre está “incomunicado y a disposición del juez”. También señalaron que no confesó la autoría del hecho ni que dio pistas sobre donde se encontraba el cuerpo. ■