La fiscalía analiza el informe del FBI y podría imputar al piloto iraní
El documento de inteligencia dice que Ghasemi es CEO de una empresa ligada al terrorismo.
El informe del FBI que señala a Gholamreza Ghasemi, piloto del Boeing 747 secuestrado en Ezeiza y CEO de Qeshm Fars Air, a la que se describe como una compañía que “participa de forma directa en la actividad terrorista y asiste Al Quds”, ingresó a la fiscalía de Cecilia Incardona, quien en los próximos días podría avanzar con alguna acusación concreta contra las personas bajo investigación. Las líneas de la pesquisa van descartando la tesis oficial de la "capacitación aérea", y buscan establecer “el verdadero motivo por el que llegaron al país” y “las actividades reales” a las que se dedica la aeronave sancionada por Estados Unidos. No descartan posibles tareas de inteligencia.
Hace una semana, cuando impulsó la acción penal, la fiscal consideró que había elementos suficientes para iniciar una investigación sobre las sospechas que por entonces, rodeaban al avión venezolano-iraní. En los últimos días se incorporaron al expediente judicial una serie de informes y documentos que fueron redireccionando la hipótesis de la investigación, que cada vez se aleja más del planteo oficial respecto a un viaje de capacitación por parte de los pilotos iraníes.
Cerca de las 21.30 del sábado ingresó al juzgado de Federico Villena el informe del FBI que había sido requerido en el marco de la colaboración internacional, para poder avanzar en la identificación de Gholamreza Ghasemi, el piloto del Boeing 747 que llegó a la Argentina como parte de la firma Emtrasur, subsidiaria de la estatal venezolana Conviasa.
Ese documento de inteligencia sostiene que el piloto iraní "es CEO y miembro del consejo de administración Qeshm Fars Air”, una compañía embargada por el Tesoro de los Estados Unidos en diciembre de 2019 “debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a Al Quds”. Tanto esa firma como la aerolínea iraní Mahan Air –propietaria del Boeing retenido en Ezeiza- fueron designadas como “entidades terroristas” por los EE.UU.
Por otro lado, el informe sostiene: “Qeshm Fars Air opera vuelos de carga bajo cobertura civil para la Fuerza Quds y la Guardia Revolucionaria Iraní”, y “los utiliza para contrabandear armas y equipos sensibles de Irán a Siria, entre otras cosas”.
La información coincide con lo planteado por el ministro de inteli
La Justicia busca determinar el “verdadero motivo” del arribo del avión al país.
gencia de Paraguay, Esteban Aquino, quien indicó que Ghasemi está vinculado a organizaciones terroristas.
Con todos estos nuevos elementos, la fiscal trabaja en una nueva presentación en la que se delimitará el rol del piloto iraní. En el expediente judicial ya se presentó también la versión de la tripulación venezolana, que refiere a supuestas tareas de capacitación para el manejo de la aeronave bajo sospecha.
No se descarta que la fiscal Incardona formule impute a algunas personas bajo investigación. De hecho, los tripulantes del Boeing se quejaron del proceder del juez Villena y de la fiscal, pues no fueron notificados de ninguna imputación puntual que justifique la prohibición de salida del país.
Hasta ahora, la representante del Ministerio Público Fiscal sólo pidió que se investigue si se cometió algún un delito o no, “frente a las irregularidades detectadas por PSA y Migraciones”, respecto a la tripulación de la aeronave.
Según fuentes judiciales, las descripciones que constan en el informe del FBI fueron calificadas como “relevantes”. Con todos estos elementos, la justicia avanza sobre una hipótesis de que el avión hacía tareas de inteligencia. Esta línea de trabajo es manejada con total prudencia, pero nadie la descarta. Este argumento se sustentaba en el traspaso de la aeronave en enero de este año, de Mahan Air a Conviasa. Sin embargo, un documento agregado al expediente y que dio a conocer Clarín, muestra que el Boeing 747 sigue siendo propiedad de la compañía iraní.