Massa también presiona, y reclama más espacios y reestructurar el Gobierno
Es tras las críticas de Cristina y el arribo de Scioli. El Frente Renovador hará un congreso en julio.
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Alberto Fernández no solo sufre los cortocircuitos públicos con Cristina Kirchner. Desde el Frente Renovador de Sergio Massa plantean en público la necesidad de convocar de manera urgente a una mesa nacional del Frente de Todos. En el massismo no conformaron los últimos cambios en el Gabinete, que incluyeron el desembarco de Daniel Scioli en Desarrollo Productivo y de Guillermo Michel, un hombre propio, en la Aduana. Reclaman -como hizo la vicepresidenta- una estructura que coordine mejor la toma de decisiones del área económica que hoy está atomizada. Promueven una reconfiguración del organigrama de gobierno. En la Casa Rosada admiten que ya hay conversaciones en esa dirección.
“Estoy cansado de que le dan la razón a Sergio y de que no le hagan caso”, le dijo a Clarín el massista Jorge D’ Onofrio. El ministro de Transporte bonaerense fue uno de los dirigentes massistas que el lunes estuvo presente en Avellaneda en el acto de la CTA que encabezó
Cristina Kirchner.
El Frente Renovador confirmó que el 15 de julio llevará a cabo en Mar del Plata su congreso bonaerense y la reunión de la mesa nacional del partido, que habían previsto originalmente en abril y postergaron hasta nuevo aviso, en el medio de la interna.
En la tercera pata de la coalición oficialista se cansaron. Hablan de dar un golpe a la mesa, aunque descartan abandonar el frente de gobierno. “Vemos que solo se anuncian los problemas, hay que crear una mesa de conducción del Frente de Todos para poder discutir política y dejar de enviar mensajes por los medios”, insistió D`Onofrio, que en Avellaneda estuvo acompañado por otros dirigentes importantes de su espacio, como la diputada nacional Mónica Litza; el diputado bonaerense Nicolás Russo; Ruben Eslaiman, vicepresidente de esa Cámara; y el senador provincial José Luis Pallares.
Massa, al igual que La Cámpora, propone desde hace meses la institucionalización de una mesa política nacional para ordenar el funcionamiento del Gobierno y de la coalición. Máximo Kirchner ya puso en funcionamiento una instancia similar en la Provincia, pero el Presidente se niega a imitarlo a nivel nacional.
“Las bases empujan. Sergio colabora con ayudas fiscales y después se las termina comiendo la inflación”, señalan desde la presidencia de Diputados. Ya hay voces dentro del Frente Renovador que proponen que Massa se corra de la presidencia la Cámara baja. El malestar crece entre los dirigentes massista del interior bonaerense. Describen que hay hartazgo, porque ven que Massa resigna protagonismo político y como contrapartida no ven una devolución. Tampoco descartan que, si no se producen cambios en lo más alto del poder, los dirigentes del FR con cargos en el Ejecutivo puedan hacerse a un lado. El massismo controla el ministerio de Transporte, AySA y secretarías estratégicas en una docena de ministerios.
En el FR rechazan que las críticas de la vicepresidenta por la negativa de Diputados para discutir el pago al FMI con capitales blanqueados hubiesen estado dirigidas a Massa. “Ese tema y otros no se tratan, porque no tenemos número”, señalan en el FR.
La idea de una ruptura del massismo con el Frente de Todos no cuaja con el plan de acción del consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí, que también tiene llegada al Presidente y la vice. Según la opinión del asesor, un 55 por ciento de los argentinos quiere que el oficialismo siga unido. Entre ellos cuentan a la mitad de los opositores blandos y al 80 por ciento de los electores del oficialismo en 2019. El diagnóstico de Massa sobre la interna es contundente. "La gente tiene está harta de las peleas de los políticos”, le escucharon quejarse al titular de Diputados sus colaboradores de confianza. Sostienen que existe un divorcio entre la agenda de la política (y del oficialismo) y la social.
Desde su ruptura pública con Cristina, el Presidente le dio cada vez más espacio a Massa, que objeta en privado al ministro de Economía Martín Guzmán, a quien le arrancó la "obvia" actualización del mínimo no imponible. Fernández le ofreció el ministerio de Desarrollo Productivo al tigrense, que rechazó la propuesta, pero aceptó subirse al avión rumbo a la Cumbre de las Américas.
En la víspera de un nuevo viaje, esta vez al G7 en Alemania, el Presidente quedó acorralado por la soledad política y los reclamos cada vez más públicos de sus dos principales socios políticos. Mientras tanto, la titular de la AFIP Mercedes Marcó del Pont -otra de las apuntadas por la vice- se reunió este martes con el designado titular de la Aduana, Michel. El dirigente massista debía asumir recién el 1 de julio, pero este jueves ya estará en funciones.w