Crecen las proyecciones de que Estados Unidos se encamina a una recesión
Así lo señalan los analistas de Goldman Sachs, el economista Nouriel Roubini y el empresario Elon Musk.
El banco Goldman Sachs recortó este martes las perspectivas de crecimiento de los Estados Unidos y añadió que crecen las probabilidad de una recesión inminente en la mayor economía del planeta. Una derivación que el presidente Joe Biden, en cambio, no cree que sea inevitable.
Los economistas de Goldman Sachs, en base a estudios de mercado, ahora estiman en un 30 por ciento las probabilidades de recesión para Estados Unidos durante 2023. Es decir, dos trimestres de caída del producto y su extensión en el tiempo.
Ese pronóstico era de sólo 15% de probabilidades meses atrás. Ahora también sube al 25 por ciento, en caso de que se evite la contracción en el año previo, lo cual implica un 48% de probabilidad acumulada para ambos años .
“Vemos ahora un mayor riesgo de recesión”, subrayó el grupo de especialistas de la entidad bancaria, liderados por Jan Hatzius.
Según indicaron, los principales motivos son “la menor base de crecimiento” junto con la nueva postura monetaria de la Reserva Federal (FED), el banco central del país.
La FED aumentó su tasa de interés de referencia 0,25% en marzo y 0,50% el mes pasado, para luego anunciar el miércoles último una nueva suba de 75 puntos básicos, la mayor desde 1994, ubicándola en un rango de entre 1,50% y 1,75%.
La suba responde al objetivo de frenar la escalada inflacionaria, que en mayo ascendió al 8,6% anual, la mayor cifra desde diciembre de 1981. Un aumento del índice de costo de vida debido al enorme flujo de fondos que el estado federal repartió para amortiguar los efectos laborales de la pandemia. Del mismo modo que en Europa y el sur mundial que apeló a una emisión descontrolada, ese dinero recalentó la economía.
Del mismo modo, el presidente del organismo, Jerome Powell, no descartó para junio un nuevo aumento de 50 o 75 puntos.
En la última reunión monetaria, los funcionarios de la FED proyectaron un aumento de hasta 3,4 por ciento para fin de año, lo que implica otros 175 puntos básicos de ajuste durante los meses venideros y estimaron una tasa máxima del 3,8 por ciento para 2023.
En su reporte, los economistas de Goldman Sachs se mostraron “preocupados de que la FED se vea motivada a responder a la inflación si los precios de la energía siguen subiendo, incluso si ello produce una fuerte desaceleración en la actividad”.
Si bien consideraron que, al no existir “grandes desbalances, una recesión causada por un ajuste moderado probablemente sea poco profunda”, este tipo de contracciones puede “aumentar la tasa de desempleo en un promedio de 2,5%”.
Asimismo, los analistas, pese a mantener su previsión de crecimiento de 2,8 por ciento para el segundo trimestre, recortaron sus estimaciones del tercer trimestre de 2022 al primero de 2023, con crecimientos de 1,75 por ciento; 0,75 por ciento y uno por ciento, respectivamente, para cada uno de los periodos.
En la misma línea, Elon Musk, fundador y CEO de la automotriz Tesla y de la firma espacial SpaceX, advirtió este martes que “una recesión es inevitable en algún punto”.
“Sobre si habrá una recesión en el corto plazo, es mas posible que suceda que esperar lo contrario”, señaló en una entrevista en el Foro Económico de Qatar en Doha.
Del mismo modo, Nouriel Roubini, economista reconocido por anticipar la crisis financiera de 2008, previó una recesión para fines de este año y alertó qué los índices de confianza del consumidor, ventas minoristas y actividad industrial se están desacelerando mientras la inflación sube sin parar.
Sin embargo, no es el mismo punto de vista del presidente Biden, quien enfatizó horas atrás en Delaware que una recesión “no es inevitable”, luego de una conversación que mantuvo con el ex ministro de Economía, Larry Summers.
Profesor de Harvard, Summers asegura que la FED está subestimando el problema. En su opinión, la tasa de desempleo tendría que aumentar mucho más de lo que prevén sus miembros para sofocar la inflación. “Sigo pensando que la FED y la mayoría de los participantes del mercado están subestimando la gravedad de nuestra situación”, dijo a Bloomberg. “Estaría muy, muy sorprendido si viéramos que la inflación baja al 2,5 por ciento sin haber visto también una recesión. Es por eso que creo que la tendencia central es hacia la estanflación”, sostuvo.