El repudio por el discurso de Cristina Kirchner
• Más de lo mismo, la perorata que profirió la vicepresidente. No hace otra cosa que hablar mal del gobierno anterior, que no fue nada brillante. Trata de convencer a un sector de la población que ingenuamente le dio sus votos y a los cuales defraudó desde el 2008.
Quiere destrozar al adversario culpándolo de que es el responsable de la situación del país, en vez de dedicarse a proponer algo productivo. La inflación de Macri fue por mala gestión, pero fue el arrastre de la inflación creciente que el gobierno K dejó en años.
Aparte de querer perjudicar a los demás, esta señora ha perdido la memoria. Si no, es una gran cínica. Habló mal hasta de los gobiernos peronistas. Acá está dejando en claro que no pertenece a ese espacio. Está blanqueando su posición política. Es socia del socialismo y comunismo de América y de la subversión. Nada bueno puede dejar bajo esas ideas. Agredió a su propio espacio, habló del dólar y la fuga de capitales cuando ellos estando en la gobernación de Santa Cruz, fueron los primeros en evadir plata pública a los paraísos fiscales. Un delito no aclarado.
Agredió a los movimientos sociales y su dirigencia y ellos los gestaron y son sus socios políticos. No puede ser tan hipócrita. Habló para la gilada y si este tipo de alocuciones le dan más votos, estamos muy mal, habla de que somos un pueblo sin valores como ella, que no piensa, o sea una sociedad de ignorantes, gobernada por corruptos.
Rodolfo C. Castello
rccastello@hotmail.com
• Señora vicepresidenta, está llena de odio, y mientras no cambie la actitud vamos a ser el país menos creíble, y el que nunca va a salir adelante. Es mentira que piense en la gente. Pone palos en las ruedas siempre; está en contra de cualquier modificación que se quiera hacer en favor de los ciudadanos con tal de contradecir a la oposición.
Y lo peor, es que hace quedar al Presidente como un muñeco que maneja a su antojo. Eso no es gobernar. A usted, lo único que le interesa es el poder. Es muy triste, porque está destruyendo un país hermoso. Usted tiene nietos. ¿No le interesa dejarles un país en orden? Los nietos son el tesoro más grande que tenemos. ¿Qué enseñanza les va a dejar? ¿Que el poder es lo más importante? ¡Sería muy triste!
Rosa M. Cassani
rosecassani@hotmail.com
• Cristina Fernández de Kirchner habló, pero no se refirió al misterioso avión de carga tripulado por iraníes y venezolanos (según Rossi, instructores y aprendices de vuelo). Tampoco habló de la escasez de gasoil, de los camioneros que se mueren de frío esperando cargar unos litros, ni de las escuelas sin estufas, ni de los pobrísimos resultados de las Pruebas Aprender. Ni una mención a los crímenes cotidianos vinculados con el narcotráfico ni a los alarmantes índices de pobreza.
No se acordó de los millones de jubilados que cobran la miserable jubilación mínima (chirolas si se comparan con la millonaria que ella percibe). Subestimándonos nuevamente, afirmó que: “La unidad del Frente de Todos nunca estuvo en discusión”, como si no supiéramos que su relación con Alberto Fernández, el Presidente que ella misma eligió y a quien no nombró durante su discurso, es todo menos armoniosa.
Si tuviera que resumir en pocas palabras su alocución, estas serían: “¡Ah, pero Macri!, puesto que no se hizo cargo en ningún momento de los errores cometidos en esta gestión (la suya) y las anteriores a 2015. Si algo caracteriza al kirchnerismo es su negacionismo, su total falta de autocrítica (además de su inoperancia todo terreno, claro).
Expertos en tirar la pelota afuera. Y en cuanto a la metáfora de “la lapicera”, es más que evidente que la tinta la tiene ella. Vacía, no funciona.
Irene Bianchi
irenebeatrizbianchi@hotmail.com