Los militares, aliados de Bolsonaro contra el sistema electoral de Brasil
El presidente afirma que si pierde las elecciones, será porque le robaron la victoria. Los jefes de las FF.AA. repiten ahora esos graves cuestionamientos.
Jair Bolsonaro, el presidente de Brasil, se ha rezagado en las encuestas previas a la contienda presidencial de octubre. Y, durante meses, ha cuestionado el sistema de votación, advirtiendo que si pierde las elecciones, lo más probable es que se deba a una votación robada. Esas afirmaciones fueron consideradas en gran medida como palabrería. Pero ahora, Bolsonaro ha reclutado a un nuevo aliado: el Ejército de la Nación.
Los líderes de las fuerzas armadas de Brasil de repente han empezado a plantear dudas similares sobre la integridad de los comicios, a pesar de la poca evidencia de fraude en el pasado, elevando las tensiones sobre la estabilidad de la democracia más grande de América Latina y sacudiendo a una nación que sufrió bajo una dictadura militar de 1964 a 1985.
Los jefes castrenses han identificado para los funcionarios electorales lo que dicen que son una serie de vulnerabilidades en los sistemas de votación. Se les otorgó un lugar en un comité de transparencia que estos funcionarios crearon para disipar los temores que Bolsonaro había suscitado sobre la votación. El mandatario, un ex capitán del Ejército que llenó su gabinete con generales, sugirió que el día de las elecciones, los militares deberían realizar su propio conteo paralelo.
Bolsonaro, que alude siempre con afecto a la dictadura, también ha querido dejar en claro que los militares le responden. Los funcionarios electorales “invitaron a las fuerzas armadas a participar en el proceso electoral”, dijo Bolsonaro hace poco, refiriéndose al comité de transparencia. “¿Se olvidaron que el jefe supremo de las fuerzas armadas se llama Jair Messias Bolsonaro?”
Almir Garnier Santos, comandante de la Armada brasileña, dijo a los periodistas el mes pasado que respaldaba la opinión del mandatario. “El presidente de la República es mi jefe, es mi comandante, tiene derecho a decir lo que quiera”, dijo.
Con las elecciones de octubre, una de las más relevantes de América Latina en años, se está perfilando un choque con mucho en juego. Por un lado, el presidente, algunos líderes militares y muchos electores de derecha argumentan que los comicios están abiertos al fraude. Por el otro, políticos, jueces, diplomáticos extranjeros y periodistas advierten que Bolsonaro está preparando el escenario para un intento de golpe de Estado.
Bolsonaro ha aumentado la tensión al decir que sus inquietudes sobre la integridad de las elecciones pueden llevarlo a poner en duda el resultado. “Ha surgido una nueva clase de ladrones que quieren robar nuestra libertad”, dijo en un discurso este mes. “Si es necesario, iremos a la guerra”.
Edson Fachin, juez de la Suprema Corte y principal funcionario electoral de Brasil, dijo que las afirmaciones de una elección poco confiable eran infundadas y peligrosas. “Estos problemas son creados artificialmente por quienes quieren destruir la democracia brasileña”, señaló.
El ministerio de Defensa de Brasil informó en un comunicado que “las fuerzas armadas brasileñas actúan en estricta obediencia a la ley y la Constitución, y tienen instrucciones de defender la patria”. Un informe de la Policía federal brasileña describió cómo dos generales del gabinete de Bolsonaro, incluyendo a su asesor de seguridad nacional, intentaron durante años ayudarlo a descubrir evidencia de fraude electoral. Y recientemente, Paulo Sérgio Nogueira, el ministro de Defensa, envió una misiva de 21 puntos a los funcionarios electorales, criticándolos por no tomar en serio las inquietudes militares sobre la seguridad electoral.
En abril, Bolsonaro repitió la falacia de que los funcionarios cuentan los votos en una “sala secreta”. Luego sugirió que los datos de la votación deberían enviarse a una sala “donde las fuerzas armadas también tengan una computadora para contar los votos”. El Ejército no se ha pronunciado al respecto. En vista de que el apoyo militar podría ser crucial para un golpe, se ha vuelto popular una pregunta: si Bolsonaro disputara las elecciones, ¿cómo reaccionarían los 340 mil miembros de las fuerzas armadas?
“En EE.UU., el ejército y la policía respetaron la ley, defendieron la Constitución”, dijo Mauricio Santoro, profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, refiriéndose al relato de Donald Trump sobre elecciones robadas. “No estoy seguro de que suceda lo mismo aquí”.■