Un llamado de Cristina y una rápida rueda de prensa para aventar rumores
Al cabo de las seis horas que estuvo en el Sanglah General Hospital por una “gastritis erosiva con signos de sangrado”, Alberto Fernández se reunió con su par chino Xi Jinping, en lo que fue su primera reunión bilateral que tuvo en el marco de la cumbre del G20 que se realiza en Bali, Indonesia.
La novedad política en clave local fue que, en el cierre de la jornada, cuando el Presidente ya había regresado al hotel y pasado por su habitación, recibió el llamado de Cristina Kirchner, con quien el diálogo se mantenía cortado. Al enterarse de la descompensación que sufrió, la vicepresidenta se contactó para conocer de primera mano lo que le había pasado y desearle una pronta recuperación: “Fue un gran gesto”, resaltaron cerca del mandatario ante Clarín.
En algunos portales ya habían empezado a trascender las declaraciones que hizo Fernández.
Fue la estrategia a la que apeló, tras la cumbre con Xi Jinping, para despejar dudas en medio de un cúmulo de especulaciones. En el Hotel Meliá, donde se aloja junto a la comitiva oficial, convocó a los periodistas que cubren su gira para contar cómo estaba su salud.
"El sangrado me generó una baja de presión. Entonces, para verificar el sangrado, los médicos me llevaron a un hospital de Bali, pero al solo efecto de hacer una endoscopia y un análisis de sangre. Y después hicimos tiempo para la reunión con Xi Jinping. Estoy bien, estoy trabajando bien", dijo el mandatario en un improvisado anuncio trazado por la portavoz Gabriela Cerruti ante las versiones que daban cuenta que se había desmayado.
Antes de volver a su hotel, el Presidente cumplió con su bilateral con el mandatario chino. Al mismo tiempo que confirmó que este miércoles recortará algunas actividades (ver página 11), por precaución y por consejo de los médicos.
Fernández y Xi Jinping se reunieron durante 20 minutos en el hotel donde se hospeda el mandatario chino, tras lo cual Fernández anunció la ampliación del swap, uno de los objetivos trazados en esta cita en Indonesia (ver página 19).
Por precaución, a la comitiva se sumó el doctor Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial, pero además Fernández fue monitoreado a la distancia por Federico Saavedra, el jefe de los médicos.
Fernández había sido internado alrededor de las 11 de Bali y salió a las 17 rumbo al encuentro con Xi.
Por la mañana, antes de entrar al salón para la cumbre de presidentes, Fernández sufrió un cuadro de “hipotensión y mareos”, según indicó un escueto comunicado de Presidencia. Luego, casi cuatro horas más tarde, se precisó el diagnóstico de la gastritis erosiva con sangrado.w